¿Afecta la crisis a la escena indie? Hablamos con promotras, sellos y bandas para calibrar la salud de nuestra música

El Mundo publicaba hace unos días un artículo titulado El Pinchazo del pop en España, donde se hacían eco de la acuciante crisis en el sector musical del directo español, que se traducía en un mal momento económico para promotores, managers y, por supuesto, artistas.

Como ya viene siendo costumbre en una buena parte de la prensa generalista, cuando se habla de ‘pop español’ se tiende a obviar una fracción del negocio musical español, ese al que llamamos independiente, pero que de un tiempo a esta parte está teniendo una repercusión mediática que en ocasiones nos ha llevado a la ya famosa frase “el indie es el nuevo mainstream”. Quizá se deba, como bien apuntan Fira Fem, a que “estamos en otra fiesta”.

Hablamos con algunos protagonistas destacados de la escena (Las promotoras Last Tour International, SON Estrella Galicia y Last Exit Managenet, los sellos Aloud, [PIAS]Spain o Primeros Pasitos, o bandas y artistas como Lori Meyers, Toundra, Ainara LeGardono Grupo Salvaje, entre otros) a quien queremos agradecer su participación en este reportaje que nos permite hacernos una idea del estado del mismo.

El circuito independiente

Por supuesto, hablar de música independiente es un poco demasiado amplio, ya que engloba tanto a bandas pequeñas que están empezando, como aquellas con propuestas arriesgadas que se dirigen hacia un público muy específico, y bandas que simplemente se mueven fuera del circuito mainsteam, que las mantiene en general alejadas de una repercusión mediática amplia y del sistema comercial nacional.

Instalada en salas de aforos pequeños y medios, desde hace unos pocos años la música independiente nacional está viviendo un gran momento, con bandas como Vetusta Morla, llenando cinco días seguidos la sala La Riviera de Madrid, y otras como Standstill,Love of Lesbian, La Habitación Roja, La Casa Azul o Lori Meyers que no han parado de girar por toda España, colgando el cartel desold out en la mayoría de conciertos. Aquí, además, podríamos añadir nombres como El Guincho o Mendetz, que han conseguido cierta proyección y repercusión internacional.

«Hay grupos de interés que pintan todo del negro más oscuro»

Precisamente Lori Meyers afirman que “para nosotros los últimos años han sido cojonudos, la verdad. Seguramente serían incluso mejores si no hubiese una crisis como la actual, pero no nos quejamos”. Algo que repiten muchas de las bandas independientes con las que hemos comentado este tema. “Hay grupos de interés que pintan todo del negro más oscuro”, asegura Esteban de Toundra.

La situación de las bandas nacionales con las que nosotros trabajamos es satisfactoria” nos dice Ibai Villapún, responsable de comunicación de la promotora Last Tour International. “Sería absurdo negar que la crisis económica haya afectado la manera de trabajar ciertas giras, de conseguir ayudas públicas… pero hemos intentado siempre dimensionar cada gira dependiendo de la coyuntura del momento en cuanto al mercado y al propio artista”.

Quizá una de las claves del buen estado de forma de la música independiente en directo sea que ésta se plantea de forma diferente. “Más de un 95% de nuestros conciertos los hacemos nosotros y los artistas como promotores. Es decir, no hay cachés. Apostamos por recuperarlo en taquilla, venta de merchandising… Esto supone que el riesgo sea mucho mayor que actuando ‘a caché’, pero también supone ciertas libertades y garantías que la otra fórmula no ofrece…”, explica Villapún.

En la actualidad hay unas 10-15 bandas que se reparten el negocio, entendido como algo que realmente puede servirte como medio de subsistencia”, afirma Luis Moya, de Last Exit Management, responsables del Polifonik Sound. “El resto es una increíble efervescencia de propuestas interesantes que malviven en el sentido económico; bandas que invierten parte de lo que ganan en sus trabajos de lunes a viernes para poder salir a tocar el fin de semana. Pero la realidad es, que ese es el camino, tocar, tocar y tocar para conseguir crearte cierta base de popularidad, en base a que realmente el grupo vale la pena, y eso es lo que te abre la puerta de sellos, agencias, festivales y medios….sobretodo medios importantes que creo que son los que hacen el menor esfuerzo por descubrir bandas nuevas”.

Donde la mayoría parece mostrarse más de acuerdo es en apuntar a las salas como las más afectadas por una crisis económica que ha dejado secas las arcas públicas. “Algunas de las salas en las que tocamos en la anterior gira ya no hacen conciertos o peor, ya ni existen”, nos explica Alberto, de Toundra. Aunque otros culpan a la misma inercia de un sector, el cultural, que no se ha preocupado de “crear infraestructuras duraderas”, como apunta Joan Vich del sello Primeros Pasitos.

Vich, sin embargo, encuentra un punto de esperanza en esta situación: “en 2011 se ha notado bastante la crisis, que en 2012 se va a notar aún más, sobre todo por la caída brutal en contrataciones de ayuntamientos, cajas de ahorros e instituciones en general. Esto no tiene por qué ser malo, pero exige un período de adaptación a todo el mundo”.

Jordi Ruiz, actualmente en la banda Exxasens, pero que lleva tocando en distintos grupos desde hace 10 años, confirma “en lo que se refiere a salas la cosa no pinta muy bien. Digamos que salas de aforo medio, de entre 50 y 200 personas, cada vez hay menos y las pocas que hay no están preparadas para el directo y para ofrecer conciertos en condiciones”.

Los festivales, ¿los grandes salvadores del indie nacional?

Buena parte de la “culpa” del auge de la música independiente la tienen los festivales, que con la bonanza económica proliferaron descontroladamente y que la crisis se ha encargado (y aún lo está haciendo) de equilibrar, encontrando cada uno su nicho de mercado, si hablamos en términos económicos, o su dirección artística, si hablamos en términos musicales.

Los festivales permiten a las bandas darse a conocer entre un público que, en muchos casos, no les conoce y que además viene con la predisposición de escuchar propuestas nuevas. Así pues, son un buen escaparate que lleva a los grupos a mostrarse encantados cuando hablan de su participación en ellos. Ernesto González, de Grupo Salvaje, explica “los medios y el trato [en festivales] son excelentes, e imagino que es – en general – la tónica en la mayoría de los festivales de cierta entidad. Podría sentenciar diciendo que este brazo del sector ha crecido y se ha profesionalizado”.

Ibai Villapún, cuya promotora organiza el Bilbao BBK o el Festival Azkena, es tajante: “en cuanto a los festivales, la valoración ha de ser obligatoriamente positiva. Hemos marcado records de asistencia históricos en el Azkena Rock (55.000 personas en 3 jornadas), Bilbao BBK Live (103.000 personas en 3 jornadas), Sonisphere (70.000 personas en 2 jornadas) y En Vivo ha sido uno de los festivales más multitudinarios de 2011 en España con 204.000 personas en 3 jornadas”. Números espectaculares para un sector, y unos tiempos, de crisis.

No son los únicos: el Festival de Benicàssim atrajo a 200.000 espectadores en su edición de 2011. Y el Primavera Sound, con una propuesta musical a priori minoritaria y arriesgada, ha estado creciendo exponencialmente hasta llegar a los más de 120.000 espectadores en su pasada edición. Aunque no todos tienen estas cifras estratosféricas, mayoritariamente se muestran satisfechos del momento actual. Festivales como el Contempopranea o el Sonorama, con un cartel básicamente nacional, han llegado a sus ediciones decimosexta y decimoquinta respectivamente.

Las cifras que manejan algunos de estos festivales están permitiendo, como asegura Gerardo Cartón, director de [PIAS]Spain, que “hoy en día, cualquier banda de más o menos relevancia puede pedir 2000/3000 euros más gastos por tocar y hace 5 años este “standard» no estaba tan extendido”. Por supuesto no hablamos de talones de seis cifras, pero para un grupo que tras un fin de semana de bolos el lunes debe regresar a su trabajo de 9 a 5, esta cantidad hace unos años era simplemente inimaginable.

De todas formas, lo cierto es que tampoco los festivales se salvan de la caída en picado de la financiación pública y de la pérdida de patrocinios. Como bien apunta Villapún: “la falta de liquidez de las arcas públicas y las reducciones de los presupuestos en Cultura (Ayuntamientos, Gobiernos autonómicos, etc…) ha trastocado los planes de muchos y les ha dificultado el poder continuar con el mismo modelo de trabajo que mantenían hasta la crisis”.

«la necesidad agudiza el ingenio y hay muchos proyectos que están surgiendo, algunos de ellos muy interesantes»

Aunque, Santi Miguélez, brand manager de SON Estrella Galicia, es ciertamente optimista: “la situación actual afecta a todos los sectores y el mundo de la música independiente no es ajeno al momento de crisis que vivimos, pero la necesidad agudiza el ingenio y hay muchos proyectos que están surgiendo, algunos de ellos muy interesantes por cierto”. Y sentencia: “el mundo de la música independiente siempre ha sido por definición muy autosuficiente, con pocos recursos siempre se han hecho muchas cosas de una gran calidad”.

En este mismo sentido, Sergio Picón, director de Aloud Music se muestra satisfecho del buen estado de la música en directo en España (“desde hace años salen buenas bandas y el público se está abriendo a nuevas propuestas”) y apunta: “la gente parece feliz asistiendo a directos y ahora incluso puede ir a mejor, con la estabilización de los festivales”.

Así pues parece que “cuando has bajado al barro DE VERDAD, no tienes ni road manager, tú conduces la furgoneta de tu grupo, has tocado en los bares de los pueblos más recónditos ante 7 personas… las cosas no pintan tan mal”, como nos dice Esteban deToundra. Aunque, como bien opina Ainara LeGardones necesario reinventarse continuamente y buscar nuevos caminos para poner nuestra música a disposición del público”.

¿Y qué hay de la crisis del ‘pop español’?

Ernesto González afirma que “no tiene nada que ver con la realidad indie, no se puede hacer extensible. La dependencia de las bandas indies´, o como quieras llamarlo, es muchísimo menor que la de los artistas mayoritarios, no están tan expuestas a la payola administrativa”.

Es cierto que había una burbuja del pop, similar a la burbuja inmobiliaria y como es lógico tarde o temprano tenia que acabar explotando«, afirma Jordi Ruiz y señala “ahora lo que queda es lo que realmente hay, si quieres vivir de tu música tienes que trabajar muy duro e ir mas allá de las fronteras peninsulares”. En esta misma línea, Lori Meyers apuntan “el sector musical más comercial, el que vivía del verano, del ayuntamiento, de los gratuitos, de los astronómicos cachés se está yendo al carajo. Era una fórmula que todo el mundo sabia que era irreal, pero funcionaba, como la burbuja inmobiliaria”.

Sergio Picón es algo más crítico “ver a gente que critica lo que ha estado haciendo durante años, da risa”. Aun así reconoce “me sabe mal por los músicos y técnicos que no tienen la culpa de la gestión de sus managers o sellos”. Aunque él tiene muy clara una parte del origen del problema: “ahora todos esos fans de Alejandro Sanz, M-Clan o La Oreja de Van Gogh se han hecho fans de Vetusta Morla,Love of Lesbian o Sidonie, así que esos primeros grupos lo tienen difícil para recuperar el mercado”.

Víctor de Toundra, afirma “¿Ya no están los ayuntamientos para pagar cifras exageradas? Bien”. Mientras que Alberto, su compañero de banda, en esta misma dirección añade “me preocupa infinitamente más la deuda de esos ayuntamientos que el hundimiento de ‘el imperio del pop’”.

Sin embargo, es Joan Vich el que se muestra más duro en sus declaraciones respecto a este tema: “me parece indignante que haya empresas quebrando por que los ayuntamientos no pagan. He visto esos casos de cerca, gente a la que se le deben cientos de miles de euros y no tienen ni para pagar el alquiler o tienen que pedir prestado a sus familias. Creo que esa gente (concejales, alcaldes, interventores de los ayuntamientos) deberían tener responsabilidades penales. Lo que han estado haciendo es una pura estafa: contratar actuaciones que sabían que no iban a poder pagar, para ganar votos y tener a la gente contenta. Eso debería estar tipificado como delito de estafa, deberían pagar con su patrimonio y el de su partido, e ir a la cárcel para escarmentar a los que vengan detrás”.

Algunas ideas a tener en cuenta

No queremos dejarnos en el tintero una serie de declaraciones que resumen bien el estado de una escena y una industria.

Luis Moya, de Last Exit Management: “soy de los que piensan que la verdad está en la taquilla, un grupo debe cobrar en base a lo que genera, el resto es una tomadura de pelo”.

Ainara LeGardon: “La música sigue sin ser un negocio para la mayoría de nosotros. Es necesario reinventarse continuamente y buscar nuevos caminos para poner nuestra música a disposición del público.”

Lori Meyers: “Vivir de la música en un país tan pequeño es complicadísimo. Necesitamos abrir fronteras, y eso es mas difícil, apenas hay ayudas, en Europa miran a los grupos españoles por encima del hombro y América está muy, muy lejos”.

Jordi Ruiz de Exxasens: “el músico independiente en España y salvo contadas excepciones nunca conseguirá vivir de su música”.

Fira Fem: “Creemos que hay exceso de pesimismo”.

Víctor, Toundra: “Todo el mundo que esta metido en esto, ya sea un grupo con una maqueta o un solista con muchos Grammys encima de la chimenea, sabe, que en la música el dinero se gana tocando, girando y sudando”.

Segio Picón, Aloud Music: “Ahora mismo el directo es la parte de negocio más rentable en la música. Por eso hay tantos tiburones, y tanto personaje no deseado alrededor de los directos: el promotor que no paga, el organizador que piensa que sabe algo pero no tiene ni puta idea, el que te menosprecia, etc… Cuando algo funciona, los tiburones revolotean. Ha pasado desde los 50”.

Gerardo cartón, [PIAS]Spain: “Igual en Madrid y Barcelona no se nota tanto,pero en el resto de capitales de provincia el ir a taquilla es un riesgo para casi todos los artistas”.

Ernesto González, Grupo Salvaje: “Me da la sensación de que el panorama de salas es malo, pero no debería sorprendernos, estamos en España”.

Ibai Villapún, Last Tour Internacional: “Estamos contentos pero somos conscientes de la que está cayendo y tenemos los pies en la tierra”.

Santi Miguélez, SON Estrella Galicia: “cuando eres honesto en la forma de dirigirte a la gente y además eres coherente, la gente responde acompañándote y llenando las salas en cada cita”.

Joan Vich, Primeros Pasitos: “La música independiente ha alcanzado un nivel de repercusión que aún no se corresponde con su presencia en los medios generalistas, pero sí que hay un cierto número de grupos que han alcanzado un estatus suficiente como para llenar salas de aforo medio-grande”.

Juzguen ustedes.

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