Álex Torío

Intentaré mantenerme inocente tanto tiempo como pueda

Pese a su juventud, Álex Torío acaba de publicar su segundo trabajo, Magic Wand Side Effects. El catalán habló con Muzikalia sobre el proceso de composición de este nuevo álbum, su trayectoria, y su visión del negocio musical.

Lo primero que salta a la vista al escuchar tu segundo trabajo es el cambio de estilo entre los dos discos.

Sí, evidentemente ha habido un cambio de estilo entre los discos. Pero no solamente en cuanto a música, sino también en la formación. Los músicos que me acompañan ahora son los que tocaba en el año 94. Era el grupo Craab, y al final nos disolvimos. Se nota cuando tocas con gente que conoces tanto y desde hace tanto tiempo.

O sea, que actualmente trabajas tú solo, sin ayuda de tu banda. ¿No echas de menos la dinámica de trabajar en grupo?

Lo cierto es que no. Es muy diferente a la hora de componer el trabajo en grupo que el individual. Componiendo en grupo se pueden sacar cosas muy buenas, pero las personas que lo forman deben sumar sus diferentes puntos de vista, y eso resulta complicado. Por eso los grupos creo que tienen vida corta. Cuando el grupo funciona, los resultados son espectaculares. Un ejemplo claro para mí son The Libertines, pero no es algo duradero. Para expresarme, yo necesito trabajar solo. Además, la composición en grupo tiene unas fases un poco chungas, sobre todo al principio cuando del trabajo de uno de los componentes tiene que salir una melodía y una letra. Yo no puedo hacerlo así.

¿Has compuesto siempre en inglés?

Prácticamente sí. Tengo escritos 40 discos, y de éstos 39 son en inglés y uno en castellano. Éste tiene 10 años, y revisándolo no hace mucho con Jens (12twelve), me he dado cuenta de que me gusta mucho, pero no volveré a hacer nada más en castellano, porque no me gusta para el pop rock. Este disco suena como suramericano, a tango, ranchera, pero un poco adaptado. Para la música que hago que tira más para el jazz, el rock… pues no.

Quizás te pasa esto, y nos pasa en general, porque los grupos que siempre hemos escuchado han cantado en inglés, y por eso hacemos esta asociación.

Sí, sin duda. Es que este estilo es así. No me creo el pop rock en castellano. Lo cierto es que es muy raro que me gusten los grupos de aquí. Aunque hay cosas que salvaría. Para mí uno de los mejores músicos del mundo es Adrià Puntí. El tío canta en catalán, y me lo creo.

¿Qué tal ha sido acogido “Magic Wand Side Effects”?

Si te digo la verdad, del tema de ventas y todo esto no me entero nada, y me alegro mucho, porque es algo que no me toca. Intentaré mantenerme así de inocente tanto tiempo como pueda, porque cuando un músico empieza a coger una hoja de excel y empieza a contar cuantos discos ha vendido y cuanto podrá subir el caché, me da muchísimo miedo. Si el arte se empieza a convertir en negocio, se resiente mucho.

Respecto a la acogida del público, me gusta ver las críticas, me gusta que a la gente le guste. En general las he visto buenas, pero no creo que se venda mucho porque no se ha hecho mucha promoción. La gente que tenía intención de comprárselo ya lo ha hecho. La industria independiente está muy mal. Estás en medio de las multinacionales. La gente se cree que es lo mismo, pero está muy equivocada. Lo que hacen artistas como Anastacia o Bisbal son cosas muy diferentes a lo que hago yo. Todo es música, pero quien les escribe las canciones está haciéndolo pensando en cuánto va a vender. Lo que yo pretendo es explicar cómo veo yo el mundo, las cosas que me pasan y que a otra gente le guste. Es increíble que alguien apueste por un artista como yo.

Volviendo a hablar un poco del disco, a pesar del cambio de sonido que me has comentado, ¿parece que la atmósfera de los dos se mantiene no?

Sí, eso intento. Yo tengo escritos 40 discos. Con la honestidad con la que los hago, yo creo que se tiene que mantener algo de mi personalidad. Pero también en todos ellos intento hacer algo concreto, hacer un disco con vida propia. Digo que lo intento, no que lo consiga. Al intentar eso, el primero y el segundo quedan muy diferentes, pero algún remanente ha de quedar. El segundo, yo quería que fuera más agresivo, muy guitarrero pero al mismo tiempo con fases de bajón porque el tema son las drogas, no en el sentido marginal, sino las que están metidas en la sociedad que estamos viviendo.

Has intentado que forma y fondo estén en consonancia.

Exacto. Cuando escuchas mi música detenidamente, te das cuenta de esto. Letra y música van juntas, no compongo primero una y luego la otra. En la canción 4 del disco, por ejemplo, pretendo explicar la ansiedad de alguien que necesita urgentemente coca. Y precisamente la agresividad de las guitarras expresan este estado, el cambio rápido para expresar la duda. Y en momentos de bajón, en los que uno se pregunta qué está haciendo, también están reflejados.

¿Qué han aportado la gente que ha colaborado contigo en este trabajo?

La verdad es que soy un poco nazi, tengo bastante claro lo que quiero y les he pautado bastante. Siempre aportan su personalidad, pero dentro de unos límites.

Todos elementos quedan luego fuera del directo, ¿no?

Claro. El directo es muy variado, según lo que pueda permitirme. Para 40 minutos, no me traigo el piano. Muchas veces, no da tiempo ni a completar el set list. Si dispongo de más tiempo, intento que sea más cercano al disco. Depende de la situación y el local.

Para este álbum has recuperado un tema antiguo, ‘Youth part II’. ¿Has estado revisando tu material antiguo para sacarle provecho? ¿Te gusta ver lo que has hecho en el pasado para recuperarlo en el presente?

¿Has visto la película de Woody Allen Deconstructing Harry? Me siento muy identificada con ella. El protagonista convive con todos los personajes que él ha ido creando, se imagina historias… y estos personajes le visitan. A mi me pasa un poco esto. El disco en castellano que te comentaba lo he estado revisando, pensando qué arreglos cambiaría si lo tuviera que grabar bien… Este último año que he estado sin trabajar he regrabado algunos trabajos. Vivo constantemente con mi obra, intento adaptarla, regenerarla sin que esto repercuta en su esencia. No cambio las letras, sino que las corrijo. Nunca me he arrepentido de lo que he hecho ni he renegado de ello, me parece un poco esquizofrénico. Lo que has hecho en el pasado es parte de lo que eres ahora.

¿Te dará tiempo a editar estos 40 años?

De alguna forma he de engañar a Sinnamon, jajaja. Intentaré enredar a la gente para hacerlo. Estoy seguro de que hay gente que puede disfrutar con lo que hago. Igual que considero que un disco es un mundo, los 40 que son actualmente son más que eso, y también formará parte de ello en lo que estoy trabajando ahora. Si no será algo incompleto. Lo intentaré aunque sea póstumamente.

¿En directo recuperas alguno de los temas no editados?

Hice un concierto no hace mucho en un bar, y toqué 12 canciones de 12 discos diferentes. Me gusta cambiar adaptar los temas para cada directo. Algunas de las canciones que he grabado en Magic Wand formaban parte de otro proyecto que tuve que abortar en 1997 porque no llegaba a ninguna parte.

Por lo que veo no paras.

Ya me gustaría, pero la industria me ha obligado a hacerlo. hacerlo. O estoy todo el día revisando, cantando, componiendo… No trabajo en mis discos de uno en uno, sino que trabajo en varias cosas a la vez. Ahora estoy con dos discos, y hace algunos meses empecé con otro.

¿Todos los discos son temáticos?

Sí, la mayoría versan sobre temas directos. Hay excepciones, y los que no tratan sobre un único tema los intento unificar a través del sonido. Quiero que los discos sean obras con vida propia, y que sean fácilmente identificables.

¿Vas a seguir tocando en directo?

Eso espero, me gustaría hacer una gira con tantas fechas como sea posible. Y espero que pronto esté el tercero. Voy a sacar un disco antiguo. Los que he sacado son el 37 y el 40, ahora quiero sacar el 30. En el logo lo pone, es un mensaje secreto para futuras generaciones y para cuando edite todos, que se puedan poner en orden cronológico. El que quiero sacar es mi disco preferido. Siempre he esperado a sacarlo en un momento en que pueda tener más repercusión. Habla sobre el mundo del glamour del cóctel, el alcohol glamouroso. Es un disco brillante, del alcohol en su justa medida, de cócteles transparentes, bonitos. Es un disco muy elegante y un poco complicado. Es anticomercial total, y muy difícil de grabar, pero es mi disco favorito y tengo mucha ilusión en hacerlo.

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