Angus & Julia Stone – Snow [PIAS]

Música para una resaca monumental. Esto del indie folk, por llamarlo de una manera más o menos descriptiva, adolece del principal problema de la reiteración. De ahí el calificativo inicial. En ciertos estados de ánimo gobernados por la bruma y la falta de clarividencia mental y física conviene acolchar el espíritu con sonidos poco o nada ofensivos. En otras circunstancias, el cuarto disco de los hermanitos australianos podría no resultar todo lo adecuado que debiera si atendemos solo a sus formas. Después de pasar por el laboratorio sonoro de Rick Rubin, Angus y Julia Stone vuelven a basar sus pequeños mantras de decepción emocional en el contraste de voces, dulcificada como nunca la de ella y rasgando los tonos más de la cuenta la de él. Los arreglos, mínimos otra vez, y el tempo acústico y calmado de todos los cortes hace que la cosa no se salga nunca de madre y deje la sensación de que vivir envuelto en estos ambientes es recomendable durante unos minutos, justo antes de que la sensación de dejà vu y las ganas de salir del letargo se impongan a tanta belleza impostada.

No es que con Snow no consigan alcanzar las cotas de emoción que en cambio sí lograba Julia en su única grabación en solitario, sino que los conatos acelerados de “Chateau”, entre otros momentos de falsa pacificación, tampoco acaban de huir del clima plano y carente de cualquier capacidad de sorpresa. Lo cual no es un rasgo negativo, sobre todo si tenemos en cuenta que la banda estuvo disuelta oficialmente durante un corto período de tiempo hasta que decidieron resucitar en 2014, por lo que en esta nueva etapa las energías están supuestamente renovadas y puestas al día. Así parece querer demostrarlo “Snow”, donde buscan la electrónica pegadiza como arma para salir de la monotonía, o “Sleep alone”, con unos coros más elevados que de costumbre. También se atienen al perfil de banda de pop nórdico, pese a la distancia geográfica, con temas del corte de “Oakwood”, o se aproximan a cruces más progresivos en “Who do you think you are”, donde las capas de teclados cumplen perfectamente su función. Lo ya apuntado acerca del empaste de sus voces, alejadas pero complementarias, destaca especialmente en “My house your house”, y cuando ponen de su parte les salen baladas bastante apañadas, incluso con cierta personalidad, como la titulada “Nothing else”, un momento especialmente jugoso en esta grabación.

Como continuidad a una carrera por momentos interesante, Snow es otro capítulo nada desdeñable si solo se persigue eso: el asentamiento en un sonido y unos planteamientos concretos que no desluzcan lo que sus seguidores esperan con cada nueva entrega. Si alguien pretende desubicarlos a estas alturas de la película, lo mejor es que busquen otras propuestas más proclives a salir de su zona de confort. Por el momento no estiman oportuno asumir demasiados riesgos, debe ser por eso que dicen de que más vale pájaro en mano. O a lo mejor es que lo suyo es lo que es, y no hay por qué pedirles nada más.

Escucha: Angus & Julia Stone – Snow 

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