Aphex Twin – 26 Mixes for Cash (Warp)

¡Y vuelta a los buenos años! Qué grata sensación la de escuchar el sonido de una música que alguien llamó –erróneamente o no- techno inteligente. Aphex Twin recoge 26 de las mejores remezclas que ha hecho durante los últimos diez años. 26 re(de)construcciones hechas por dinero, dice. Pero sabemos bien que las ha hecho para escuchar música, ya que sabido es que el freak de Cornwall no encuentra satisfacción en la música de otros artistas actuales y tiende, instintivamente, a fabricársela él mismo, para regocijo de sus fans.

El primer CD es, directamente, una obra maestra. Una intemporal cumbre de la música que escarba en la faceta más ambient del maestro. Una faceta que nos ha dado satisfacciones tales como Selected Ambient Works 1, por ejemplo. Capas superpuestas de cadenciosas melodías (nadie, salvo Squarepusher y Derrick May, tiene el don de la melodía de Aphex), y preciosismos que evidencian quién ha sido el maestro espiritual de Björk. Remezcla, entre otros nombres, a Phillip Glass, Seefeel, Nine Inch Nails, Nav Katze o Saint Etienne. Y no erraríamos si dijéramos que mejora sustancialmente los temas originales.

El segundo CD recoge algunos de los más radicales temas que Richard D. James es capaz de grabar. Las hoces, los martillos y los yunques aphextwinianos –que milagrosamente no pierden la placidez melódica- nos remiten indefectiblemente a su impresionante directo (no se lo pierdan, es el mejor directo electrónico de la historia). La batidora de Aphex rehace insignes temas de Meat Beat Manifesto, Baby Ford, Mike Flowers Pop (pobre) y DMX Krew, entre otros, además de regalarnos una nueva versión de su histórico tema “Windowlicker” . Otro plus, es la rareza de algunas de las remezclas, aparecidas en inencontrables vinilos de desconocidos artistas (¿quiénes son Kinesthesia, Mescalinum United o Die Fantastischen Vier? ¡Artistas a descubrir en todo caso!).

Debemos recalcar, sobretodo, que, pese a que la mayoría de temas tiene casi diez años, este álbum suena tan contemporáneo que hace palidecer a la estancadísima escena electrónica actual. No está de más recordar que la clave para crear buena música electrónica está en los sonidos electro, el acid house, la melodía –todo sintetizador ofrece mil sorpresas- y, sobretodo, la ruda experimentación. Es este, pues, un disco que contiene algunos de los mejores minutos que la música electrónica de los 90 –remezclada o no- ha dado, porque Aphex Twin sólo persigue el placer por el placer, el goce espiritual por el goce espiritual. Hacerse con este trabajo es ir a lo seguro, ya que es una auténtica guía auditiva que documenta toda una época.

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