Christina Rosenvinge

Cuanta más mala leche, más susurro

Recuperamos una entrevista del año pasado aún no publicada con Christina Rosenvinge, quien nos habla de sus canciones, su reciente gira y sus planes de futuro.

¿Cómo te sientes después de todo el camino andado y especialmente después de éste último disco? ¿Te esperabas ésta acogida por parte de público y crítica de tu último disco, “Tu Labio Superior”?
Ha sido muy positivo lo que ha pasado con este disco. Venía de haber sacado Continental 62 que fue un disco que tuvo una repercusión muy pequeña, fue apreciado por un público muy pequeño, no hubo gira y fue algo que hice casi por mi propio placer. Éste sin embargo ha tenido una repercusión mayor. Cuanto más tiempo llevas en esto, más aprecias que te hagan caso.

Imagino que el cambio de público anglo-sajón a otro hispano también influye en la manera de componer.
Es muy distinto porque sobre todo en su momento disfruté mucho lo de estar en Estados Unidos y tocar para gente que no tenía ni idea de quien era yo. Entonces tenía esa oportunidad de causar una primera impresión, es decir que llegas, tocas tus canciones y la gente no tiene una idea preconcebida. Aquí sin embargo tengo el peso de lo que he hecho antes y entonces la gente quiere saber toda la historia de la estrategia, si la hay. Es mucho más complicado. Pero por otro lado es cierto que aquí hay un público y éste disco salía con muchos partidarios y eso es algo positivo. Para mí ha sido un reencuentro feliz este disco.

Si no estamos equivocados, tu película favorita es “La mujer de al lado” de Truffaut, crónica de una relación sadomasoquista de desenlace fatal. En “Tok Tok” y “Eclipse” aparecen esos roles de dominación y sometimiento (me vienen a la cabeza los versos “yo que quería ser / doblegada por ti / llevo el bastón en vez”)
Tampoco sé si es una relación sadomasoquista, creo que es una relación muy apasionada. Sí, esos roles aparecen también en “Alta Tensión”. En realidad tratan más de relaciones pasionales y destructivas. En las relaciones sadomasoquistas, aunque sea una contradicción, es el sumiso el que manda. El pasivo es el que domina las situación. Es una imagen perfecta para reflejar éste tipo de relación. El tema de las relaciones emocionales es algo que me interesa muchísimo y sobre lo que se puede hablar infinitamente porque es inagotable.

Cada pareja y cada amor es una historia individual y es un tema que nunca se acaba. Entonces esa frase (yo que quería ser / doblegado por ti / llevo el bastón en vez) viene un poco de eso, de como el sumiso muchas veces acaba sometiendo. Esta canción no la escribí de manera muy reflexiva. Escribí muchos versos y luego taché y éstos sobrevivieron, pero ni siquiera la miré como conjunto. Al principio creía que me había quedado fallida, porque no había dicho todo lo que quería decir, pero luego cuando la miré como conjunto vi realmente que se intuía mucho más de lo que se decía y que la gente así lo interpretaba. Me pareció en cierto modo la letra perfecta porque deja mucho sitio para que el oyente se imagine el resto de la historia.

La otra en concreto, “Tok Tok”, habla de una relación homosexual, entre mujeres, y esa frase venía a cuento de que solamente cuando llegas a la aniquilación total, a la humillación, es cuando realmente te desprendes de ti mismo y puedes renacer. Y es verdad, después de cada destrucción hay un renacimiento. En el fondo para mi todo esto es optimismo, pero es mi manera de verlo (risas).

Éste optimismo tan subjetivo que comentas, me recuerda también a cómo tratas el tema del encuentro amoroso en el tema “Eclipse”, una canción oscura que a priori parece algo negativo y sin embargo cuando la vuelves a escuchar te das cuenta que es algo positivo.

Si, me alegro de que lo veas así. Porque para mí “Eclipse” es eso. Es una canción que habla de un fenómeno que ocurre en un momento. Además la idea nació de un eclipse que ocurrió hace 5 años. Recuerdo salir a la calle a las dos de la mañana, de hecho no suelo salir tan tarde pero estaba de vacaciones y había un eclipse de luna total y era como la luz de la luna llena en mitad del día, era una sensación maravillosa. La ciudad se quedaba paralizada y mirabas hacia arriba y todo era distinto, la luz era distinta. Y esa interrupción de la normalidad de algo que no debería ocurrir, algo milagroso, pero que está ocurriendo y debes aceptarlo como natural.

“Eclipse” y “Alta Tensión” herederas en cierto modo de Tok Tok, apuntan a una nueva manera de tocar el piano, como un instrumento punk, recogiendo tus palabras. Tendrá continuación en tu próximo trabajo?
Cuando escribo al piano las variaciones de acordes son mucho más oscuras, a lo mejor es porque mientras que en guitarra aprendí los acordes más elementales con el piano he avanzado mucho más. Luego las variaciones son mucho más rebuscadas y más extrañas.

Cuando hago canciones al piano me salen automáticamente así y cuando las hago con guitarra me salen más pop. Pero sí, continuo más o menos por la misma línea. A lo mejor el nuevo disco es un poco más sofisticado en el sentido de que hay letras muy largas y quizás no es tan fresco y tan inmediato..

Más allá de que te pueda gustar o no un artista / músico, creo que lo admirable es que posea un estilo propio, personal, algo que lo haga reconocible. En tu caso, quizás lo más evidente es tu voz, o mejor dicho, tu modo de cantar.
Todo esto parte de una frustración, me hace gracia cuando la gente piensa que he tenido una vida fácil o feliz, porque tengo un aspecto rubio y pijo pero sin embargo no es así. He tenido una relación muy conflictiva con mi voz porque pensaba que tenía un problema para cantar. Mi voz no me gustaba, no me parecía interesante y me ha costado mucho llegar a una manera de decir las cosas de manera que fuera apetecible y la he tenido un poco como que deformar y entrenar. No soy de esas personas que cogen la guitarra y cantan y suena maravilloso.

Lo que hacía en un principio era francamente horrible y espantoso y he tenido que trabajar para llegar hasta esto. Con la voz me ha pasado lo mismo, he indagado un montón y me di cuenta de que no podía gritar. Me gustan mucho las cantantes que tienen una voz potente como PJ Harvey o Marianne Faithfull que tiene una voz oscura. Pero me empecé a fijar en cantantes más luminosas, tipo François Hardy o Jane Birkin. Y sí que tenía eso, pero por otro lado tampoco soy tan inocente como ellas, entonces tenía que encontrar la manera de pervertirlo. Siempre me cuesta mucho cuando canto una canción estar de acuerdo con cómo la he interpretado. Es algo que todavía me revuelve. Intento cantarla de muchas maneras.

No soy una cantante con una voz virtuosa como la de Russian Red, que tiene un vozarrón que llena la habitación. Yo no tengo eso, lo que tengo es más algo que decir. Creo que el que es cantante lo es porque tiene algo que decir, no porque tenga voz.

Aunque sigues alternando idiomas en tus actuaciones, ¿cómo te ha sentado volver al castellano tras tantos años de abandono, digamos, circunstancial y profesional?
Echo de menos algunas cosas. Por ejemplo ahora estoy haciendo canciones nuevas y en algunas me estoy empeñando en escribirlas en castellano porque ahora vivo aquí y ya no tengo esa relación con la cultura anglosajona. Las historias ya me nacen en castellano. Pero hay algunas canciones que estoy escribiendo ahora en las que la melodía no se adapta y estoy sufriendo un poco para encajarlas. Pero la gran mayoría nacen ya con frases largas y con una idea de qué tiene que decir la letra.

Tengo curiosidad por tu sello, que tengo entendido que forma parte de Warner ¿qué planeas hacer con él? ¿Es una manera de ganar independencia? Piensas producir a otros artistas?
Cuando hice éste disco ya salía con Warner como artista. La relación que tenemos es un poco peculiar. Yo hago los discos como productora, el sello hace toda la parte artística, videos y toda la parte previa a la salida del disco y toda la parte promocional del disco la hace mi compañía de management, porque ellos me entienden mejor. Warner no tiene mucha influencia en el disco, lo apoyan económicamente y se llevan una buena parte de los beneficios (risas). Todo esto es el trato al que llegué porque yo no tengo la capacidad de encargarme de toda la parte administrativa, porque con hacer la parte creativa ya estoy sobrepasada.

Respecto a hacer cosas con nuevos artistas me interesa mucho colaborar con gente que no conozco, siempre que tengo la oportunidad de trabajar con quien sea, lo hago porque siempre sale algo interesante. En cuanto oigo algo de alguien que me guste quiero acercarme y ver como lo hace y tocar juntos y todo eso. Además en España está empezando a ocurrir, y creo que es muy importante, que los músicos colaboremos entre nosotros. Formar una comunidad, porque aquí siempre me ha parecido que la gente se hacía estrella muy rápido, que en cuanto salen en una portada la gente ya se cree una estrella. Creo que hace falta un poco de humildad y de ser conscientes de que es un trabajo. Que no solo tienes que tocar en el Apolo para no sé cuánta gente sino que tienes que saber tocar en un garito con 50 personas con una guitarra, hacer este tipo de cosas.

Desde hace un par de años ha salido una nueva ola de chicas muy jóvenes que de una manera u otra recuerdan un montón a tus primeros años ¿te sientes de algún modo pionera?
Yo no creo que sea pionera, en el sentido que, bueno si es verdad que todas en algún momento me dicen “ay yo te escuchaba de pequeñita” y eso siempre hace mucha ilusión, pero ellas hubieran llegado allí de todas maneras, con o sin mí. No creo que tenga una influencia real en ellas. La cosa se pervirtió mucho cuando salió Jewel, y era como “por favor, no puedo con tanta cursilería” esto hay que hacerlo de otra manera, hay que pensar todo esto de una manera más perversa, con una ideología detrás y en este sentido, cuanta más mala leche más susurro porque es mi forma de decirlo. Creo que hay mucho que indagar ahí, faltan mujeres tocando la batería, tocando la guitarra, como técnico de sonido, la voz femenina falta por todas partes.

Te gustaría verte con 70 años encima de un escenario?
Si, porque las visiones de la gente son más por generaciones, mis visiones no son tanto horizontales como verticales, quiero decir, muchas veces tienes más que ver con alguien que tiene tu tipo de pensamiento pero tiene 40 años más o menos que con alguien de tu generación. No podemos pensar de una manera tan monolítica: La generación de los 80, luego soy materialista, adicta a la cocaína. No, eso era lo que me tocaba, lo reconozco, pero yo me he rebelado contra eso, porque realmente no era mi manera de pensar ni de ser, ni siquiera en ese momento, aunque me afectara. Mis amigos tienen 19 o 60, y se aprende mucho de la gente más joven, tengo amigos 20 años más jóvenes que yo y me enseñan cosas que yo no sé.

En una entrevista que te hicieron el pasado año, comentabas que ser líder de una banda, pesa y que por otro lado encuentras muy educativo el hecho de acompañar a alguien sin ser la protagonista. Alguna novedad al respecto?
En Nueva York acompañé a mucha gente, hice de corista, de bajista, y me gustaría mucho, sobretodo, lo que te decía, trabajar sobre ideas de otros. Cuando estaba haciendo el disco salieron arreglos de batería muy interesantes y quería hacer una banda en la que empezara el batería en vez del cantante. Que el batería empezara con una idea y recogerla. Más que nada porque lo que yo hago está limitado a 4 o 5 maneras de hacer lo mismo y es muy bonito además trabajar en equipo, aunque ya lo haga con esta banda. Pero al final me gustaría salir un poco de ahí, que alguien me doblegue (risas)

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