Clara Plath

El silencio también es una nota. Hay que saber utilizarlo

Los murcianos Clara Plath han publicado recientemente su primer LP, Grand Battement (2015), tras debutar el año pasado con Hi Lola! (2014), un EP con seis canciones que fueron suficientes para convertirlos en una de las bandas nacionales del momento.

En Muzikalia fuimos de los primeros en apostar por ellos antes incluso de la publicación de aquel EP, y así lo hemos recordado en esta conversación que hemos mantenido con Clara (voz y guitarras) y Roberto (teclados y guitarras) con motivo de su debut en formato largo.

Hola Clara, hola Roberto. No sé si os acordaréis, pero justamente este domingo hace 2 años que hablamos por primera vez de vosotros en Muzikalia. Fue en nuestra sección 7 Minutos al Día, dedicada a bandas emergentes. Creo que llevabais muy poco tiempo como banda.
 
Clara: Me acuerdo perfectamente. Hacía tan poco que habíamos formado el grupo que sólo llevábamos tres o cuatro meses de ensayos y no habíamos tocado aún en directo.

Roberto: No tenía clara la fecha pero sí, nos acordamos. Efectivamente, llevábamos tres o cuatro meses como banda, creo. Parece que fue ayer.

He querido empezar recordando ese dato porque me parece increíble la evolución que habéis tenido en estos escasos dos años. Recuerdo que unos meses después os vi en el QFestival y me parecisteis una banda muy trabajada y perfectamente conjuntada. Y eso que llevabais tocando apenas un año, ¿no?

Clara: De hecho cuando tocamos en el QFestival hacía justo un año de nuestro debut en directo. Fue en el Lemon Pop 2013.

Roberto: Sí, y en aquel festival ya nos dijeron lo mismo, que no parecía nuestra primera vez y que estábamos muy conjuntados. Recuerdo que incluso nos felicitó Jesús Ordovás. Fue un gustazo.

Y menos de dos años después, ya dos discos en el mercado. Aunque Hi Lola! (2014) fuera un mini LP. ¿Os esperabais que esto fuera tan rápido?

Clara: No te olvides de la demo Ten Tristes Tracks.

Claro, la maqueta con la que os disteis a conocer en 2013.
 
Clara: Ha ido rápido, sí, pero nosotros también hemos estado continuamente haciendo cosas, sin parar. Es una rapidez que hemos provocado nosotros, no dejando espacio a la desidia. Hemos ido sin prisa pero sin pausa, aunque es cierto que desde fuera puede dar cierta sensación de vértigo.

Roberto: La verdad es que no hemos parado. Y queremos más y más.

Habrán sido dos años brutales, ¿no? Componer, grabar, girar… Además creo que la promoción también la lleváis vosotros mismos.

Roberto: Sí, pero lo hemos llevado con mucha naturalidad. Efectivamente hasta ahora todo el trabajo lo hemos hecho nosotros, pero ahora Green Ufos se une a la familia Plath, lo que será una ayuda increíble para que esto siga adelante.

¿Y cómo ha sido lo de Green Ufos? ¿Quién se puso en contacto con quién?

Clara: Para este «Gran Lanzamiento» (eso es lo que significa Grand Battement) necesitábamos el empujoncito de alguien profesional que nos ayudara a crecer.

Roberto: Llevábamos ya un tiempo pensando que el do it yourself estaba tocando techo, que necesitábamos un empujón mayor. Y la forma de trabajar de Green Ufos nos gustaba. Habíamos tenido algún contacto anteriormente, ya nos conocían. Finalmente nos decidimos a hacerles una propuesta que aceptaron.

Hablemos de Grand Battement. Como habéis dicho, el título significa «Un gran lanzamiento», o «un gran paso», como en el ballet. Un nombre muy ambicioso para un disco.

Clara: Sí, en efecto. Es un disco ambicioso en general: la producción, la estética, el trabajo de los temas. Con la maqueta de Tres Tristes Tracks irrumpimos en la escena musical, con Hi Lola! dijimos que veníamos para quedarnos, y con Grand Battement ponemos toda la carne en el asador para que no queden dudas sobre nuestras intenciones.

¿Habéis notado una evolución, un cambio desde vuestro anterior trabajo? Me refiero a la forma de componer, de grabar, producir, etc.
 
Roberto: El proceso de creación de las canciones no ha variado mucho. Clara o yo llevamos la idea al ensayo y entre todos rematamos la faena.

Clara: Sólo en cuanto a la grabación, que hubo una pre-producción de los temas en el ensayo, con José Luis Manzanero, y ya en la producción propiamente dicha, en la que la toma de decisiones fue consensuada. Es lo que pasa cuando tienes un productor que se implica tanto en un trabajo. Pero el origen de las canciones, tanto en lo que se refiere a la música como a la letra, sigue saliendo del mismo pozo.

Roberto: Digamos que Hi Lola fue más arrebatado y Grand Battement más reflexivo.

Eso os iba a preguntar precisamente, si al haber más gente involucrada en el proceso de acabado, el resultado es…eso, más reflexivo.

Clara: Sí, metieron mucha mano…

Roberto: Buena mano.

Mi impresión es que Hi Lola! reflejaba más lo que sois en directo, la crudeza y la frescura de vuestras actuaciones en vivo, mientras que quizás en Grand Battement está todo más dirigido  a funcionar en el estudio.

Clara: Los temas de Hi Lola! eran más directos, requerían un tratamiento quizá mas crudo. Casi todas las canciones de Grand Battement han necesitado otro tipo de producción, otro brillo, como llamamos, algodón y cuchillo.

Roberto: De todos modos no todo en Clara Plath es crudeza, también tenemos platos elaborados de alta cocina, el cambio se irá notando según vayan entrando estas nuevas canciones en el directo.

Hay quizás más espacio también en algunas canciones, como «Broken dolls» o «Second floor». Me refiero a más silencios, a que las canciones «respiran» más. Los instrumentos se dejan más espacio unos a otros.
 
Roberto: El silencio también es una nota. Hay que saber utilizarlo.

Clara: En «Broken dolls» el silencio es parte de la magia de la canción. En cuanto a «Second floor», es una canción que tiene más tiempo, fue la primera que compusimos, y ha ido variando en estos dos años. La versión que hemos grabado en el disco es una de las muchas posibles.

De hecho en Hi Lola ya había canciones que iniciaban esa vía, como «Over me», ¿no? Para mí es como si de aquel EP salieran dos líneas de posible evolución cara al futuro, una de «Over me» y la otra quizás de «Dancing song»

Roberto: Sí, puede ser, estoy de acuerdo.

Clara: Sí, pero yo diría más bien una de «Over me» y la otra de «Paradise». Como dije, somos algodón y cuchillo.

Rojo y negro, como las fichas de la ruleta. Pasión contra oscuridad.

Clara: Mejor pasión y oscuridad, no «contra». Alimentándose mútuamente.

Pero sí que hay cierto contraste, ¿no?

Clara: Sí. Y cierta melancolía existencial. Podría decirse que los extremos se han acentuado.

Hablando de la grabación de «Second floor», que efectivamente es una de las primeras canciones que grabasteis en aquella maqueta de la que antes hablábamos, también recuperáis «Like a rocket».
 
Roberto: Son dos canciones que se merecían estar en el disco.

Clara: Queríamos que estuviesen en el disco tanto «Second floor», que fue la primera canción de Clara Plath, como «Like a rocket» que es una canción emblema para nosotros. Con ella hemos terminado casi todos los conciertos. Se habían ganado el estar en un disco físico, con toda la banda tocando.

¿Y pensáis que este era el momento? Quiero decir… ¿Pensáis que esas dos canciones pegan más en Grand Battement que en Hi Lola?

Clara: No era cuestión de que pegaran más o menos. Hi Lola! era un EP y no podían entrar todas las canciones, tuvimos que dejar algunas fuera y decantarnos por otras. Pero a raíz de sacar el EP la gente se sorprendió de que no estuvieran. Pero bueno, hay otras canciones que todavía no hemos grabado en el estudio y puede que algún día lo hagamos.

Roberto: Esas canciones, junto al resto del disco, reflejan todas las caras de la banda.

Grand Battement empieza y acaba (si no contamos el bonus track) con la misma canción: «Kisses goodbye».

Clara: Sí, hemos querido hacer una estructura circular, muy al estilo de bucle absorbente, como somos nosotros. Además las dos versiones de «Kisses goodbye» quedaron muy bien, y quisimos incluir ambas. Empezando a lo eléctrico y terminando suave, pero firme.

¿Y cómo decidís dejarla tan desnuda en la versión definitiva? (suponiendo que la definitiva es la que abre el álbum) Porque prácticamente lo que hacéis es sustituir la guitarra acústica por la eléctrica pero sin añadir nada más, ni siquiera percusión.

Roberto: En principio solo iba a haber una toma de «Kisses goodbye», la eléctrica. Una noche en el estudio nos dijeron de probarla acústica, y nos gustó tanto como quedó que pensamos en utilizarla de cierre.

Ah, pues mira, yo me lo imaginaba al revés, que la última era la demo acústica y os pareció guay dejarla así, desnuda, para cerrar el disco. Es lo que suele hacerse, ¿no? Las demos en acústico y luego la versión eléctrica.

Clara: No, no, nosotros siempre primero eléctricos (risas).

Roberto: La versión eléctrica es un guiño noventero a la movida de Seattle.

Pues a mí, la verdad, me gusta mucho como ha quedado la versión eléctrica, cruda, sin aderezos, solo el esqueleto de la canción, y no me la imagino con más elementos.

Clara: Siempre quisimos que fuera una canción desnuda. Los esqueletos de los temas, sean de Rober o míos, nacen siempre acústicos, desnudos. Cuando los llevamos a la banda, la electricidad empieza a vestirlos.

Roberto: Sin aderezos, exactamente. De hecho en directo el resto de la banda desaparecemos y la toca Clara sola.

Entonces, a ver si me aclaro. Para componer usáis la acústica o el piano, ¿no?
 
Clara: La acústica. Alguna vez hemos compuesto con la eléctrica, por ejemplo en el caso de «Over me», pero no es lo habitual.

Roberto: En casa siempre tenemos las guitarras a mano. Normalmente las canciones se crean con ellas, rara vez con el piano.
 
Por eso pensaba que la versión primera era la acústica. Bueno, y ya que estamos hablando del proceso de componer, no sé si nuestros lectores conocerán la faceta literaria y poética de Clara. Quería preguntarte si cuando te pones con una letra ya sabes si va a convertirse en una canción o en poesía. ¿Cómo es el proceso, como lo determinas?
 
Clara: Son cosas independientes, aunque parten de la misma sensibilidad. Cuando quiero disparar con palabras desnudas, uso la poesía. En las canciones es la música la que me inspira  y hace brotar la melodía y las letras, normalmente en inglés. Separo los procesos con naturalidad, no es algo pensado, surge de manera libre e instintiva.
 
¿Y no te ha pasado nunca estar con la letra de una canción y pensar «esto debería ser una poesía», o al revés?
 
Clara: Sí, sí que me ha pasado. Hay versos buenísimos por ejemplo en «Over me», el de «un silencio escrito en un árbol». O en «Grand battement», «Palabras, palabras fingidas». Y otras muchas frases que serían grandes versos en un poema. Al revés, sin embargo, me ocurre con menos frecuencia, porque cuando escribo un verso que considero genial no veo la necesidad de ponerle música. Me fascina la belleza pura de la palabra.

O sea, que no le has puesto nunca música a uno de tus poemas.
 
Clara: Bueno, sí lo hemos hecho, en nuestro espectáculo paralelo «En agua de cerezas sónicas». Pero eso es algo especial, diferente. Pero en plan crear una canción a partir de una poesía, eso no. Si es palabra es palabra, no le falta nada más. Para canciones ya tengo mucho «guachu guachu» para inventarme (risas).

No eres la única, hace poco otro artista dijo en una entrevista que componía en «guachu guachu» para ver si sonaba bien, y luego le ponía la letra buena.

Roberto: Yo diría que el 99% de las bandas de aquí que cantan en inglés componen así.

Clara: A ver, hay frases que surgen desde el principio con derecho propio, pero me gusta improvisar para poder crear melodías infinitas que no estén sujetas a lenguaje alguno. Luego les doy forma e intención.

Antes cuando hablamos del círculo perfecto delimitado por las dos versiones de «Kisses goodbye», nos olvidamos del bonus track, «Little Sue», que queda fuera de ese círculo.
 
Clara: Es un regalito. Nos gusta tener detalles con la gente que nos sigue.

Roberto: Exacto, es un regalo. Compusimos «Little Sue» especialmente para un proyecto benéfico en forma de disco solidario que hicimos entre muchos grupos para ayudar a Afanoc en su lucha contra el cáncer infantil. Tenía un toque 50s duduá, un sonido Hawai muy chulo. Le dimos una vuelta y la metimos como bonus. Es muy diferente a todo lo demás que hemos hecho. Queremos tocarla aunque sea sólo una vez, en el Lemon Pop.

Para ir acabando, me gustaría saber la cara que se le quedó a la gente en el estudio cuando llegó Clara con su espectacular chillido de «Crazy liar».

(aquí todos nos reímos)

Clara: La misma que a los técnicos de sonido en los conciertos, y a algún incauto en la radio.

Te habrá costado tus buenos litros de propóleo…

Clara: (risas) Menos de los que podría parecer… Salió muy natural, la canción lo pedía, es un falsete demoníaco que sale de los adentros.

Roberto: Constan (el ingeniero de sonido) alucinaba con el grito de Clara. Le gustaba muchísimo, alucinaba. Por cierto, ha hecho un trabajo sensacional.

Hace poco estuvisteis tocando en un concierto de moteros, ¿no?

Clara: Sí, en Barcelona. Mucha calor. Pero muy bien. Organización y sonido excelentes. La hora y la calor, mal. Pero estamos intactos y con ganas de más.

Roberto: Una gran experiencia, sin duda.

Pensaba que los moteros sólo escuchaban «Easy rider» y cosas así… Es broma, claro. ¿Cómo surge ese concierto?

Roberto: La culpa es de Cristóbal Aranda, el sexto Clara Plath, que me sugirió que nos apuntásemos al Barcelona Harley Days. Lo hicimos. Eso fue hace unos meses. La sorpresa fue nuestra cuando nos llamaron porque el jurado nos había elegido y teníamos trescientos votos del público.

Clara: Nuestros registros son amplios. Podemos llegar a todo tipo de público.

Ahora sí que acabamos. ¿Planes de futuro?

Clara: Pues estamos esperando para grabar el vídeo de «Crazy liar». Lo estamos organizando con Manuel García de Otazo. Tenemos unos conciertos en Almería, luego vacaciones hasta el Lemon Pop, y después FNAC Murcia y FNAC Alicante, Stereo Alicante, Siroco Madrid y seguramente algo en Valencia antes de final de año.

Pues nada, esto es todo. Muchas gracias.

Clara y Roberto: ¡Muchas gracias a ti, y feliz verano!

Próximos conciertos de Clara Plath:
26 de agosto – Almería (La Caverna)
4 de septiembre – Murcia (Festival Lemon Pop)
20 de septiembre – Alicante (FNAC)
23 de septiembre – Lorca (Recinto Ferial) (+ Dorian)
26 de septiembre – Murcia (FNAC)
3 de octubre – Alicante (Sala Stereo)
21 de noviembre – Madrid (Sala Sirocco)

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