Crónica del sábado del Bilbao BBK Live 2017

Tercera jornada y final del Bilbao BBK Live 2017, un año complicado que se cierra con un balance inmejorable y supone un refuerzo evidente para el festival bilbaíno. Mientras de otros lugares solo llegaban malas noticias, Kobetamendi ha funcionado con gran precisión, digna de joyeros venecianos. Aún lloviendo como lo hizo ayer, el problema más grave han sido los resbalones en el barro, porque no ha habido ni amago de retrasos en los conciertos, y hasta regalaban los chubasqueros.

Primal Scream

Por cierto, que no lo habíamos dicho hasta ahora, cómo se ha notado para bien el refuerzo en cuanto a sanitarios. La organización ha inventado espacio donde no lo había y por fin, uno de los tradicionales deberes del BBK parece solucionado.

En cuanto a la música, el sábado del BBK era el día más complicado. Faltaba un nombre a la altura de Depeche Mode o The Killers, así que la afluencia de público fue menor que en otras jornadas. Sin embargo, era el turno de la clase media del festival, y grupos como Kokoshca, !!! o Primal Scream no defraudaron.

Los Punsetes

Cuando llegamos al recinto, Dellafuente & Maka estaban terminando su actuación. El año pasado el festival demostró anchura de miras dando espacio al trap con C. Tangana. Sin embargo, Puchito es lo más pop de la escena, así que podríamos haber seguido discutiendo sobre si el BBK apuesta o no por el trap, hasta que vimos en el cartel de este año a Dellafuente. El granadino tiene un sonido mucho más ambicioso que el de Antón Álvarez, mezclando rap, bachata y flamenco. PXXR GVNG sin Armanis y con ganas de hacer música de verdad. Sobre el escenario, pasión y juventud, ante un público escaso, pero totalmente entregado.

Brian Wilson

Después de Dellafuente & Maka, recorriendo en menos de 100 metros casi 100 años y medio universo en cuanto a estilo, nos plantamos delante de Brian Wilson & CO para volver a escuchar el Pet Sounds (1966, Capitol Records). La grandeza de las canciones y la belleza y precisión en su interpretación son indiscutibles, pero ver al bueno de Brian con Al Jardine (150 años entre los dos), produce sentimientos encontrados. Por un lado crees rozar la perfección cuando suenan «God Only Knows» o «Good Vibrations», pero por otro, quieres gritarle a Matt, el hijo de Al que se encarga de las notas altas, que se los lleve a casa y les deje descansar. Espero que me oyera y que esta gira haya sido la última.

Kokoshca

Aunque los escenarios grandes no son los que mejor sientan a «Kokoscha» (como decían los horarios), cuando un grupo está en su momento álgido, puede con todo. Kokoshca salieron ayer al escenario con la actitud de demostrar que son algo real y además de conseguirlo, de paso se llevaron por delante medio festival. Daba gusto ver la tensión de Amaia desgañitándose en el micro, la fuerza de Iñaki en la guitarra, la sonrisa de Iñigo y la contundencia de Alex. A destacar sobre la colección de hits que sonaron ayer, «Mi Consentido».

!!! Chk Chk Chk

Chk Chk Chk tienen un mérito extraordinario. Son los auténticos obreros del directo, tocando todo lo que pueden y más (desde el Ebrovisión al Primavera Sound); y además exprimiéndose hasta la extenuación en cada concierto. Verles actuar admira y cansa al mismo tiempo, y no solo porque sea imposible no terminar bailando a ritmo del funk (cada vez menos punk) que proponen, sino porque el derroche físico y escénico de Nic Offer y Shannon Funchess agota. Es verdad que abusan del complejo de monitor de aerobic y de los trucos más evidentes del show business (¿hay algún lector que no haya tenido la oportunidad de estrechar la mano de Nic cuando salta del escenario?), pero también que tienen cierta capacidad de hipnosis entre el público. Ayer firmaron un nuevo triunfo en un festival, y ya van seguro que más de mil.

Twoo Door Cinema Club

Que Two Door Cinema Club terminen encabezando un festival de referencia, es una de las consecuencias de la alta densidad de este tipo de eventos y de los líos que se hacen algunos eligiendo fecha en el calendario.

Fleet Foxes en el Bilbao BBK Live 2017

Los norirlandeses hicieron lo que buenamente pudieron (por cierto, cómo les está pasando, sobre todo a Alex Trimble, el tiempo por encima), pero quizás están aún un poco verdes para liderar un festival de más treinta mil personas. Al menos, nos se hace trampas al solitario y dedican la mayor parte del show a su primer y mejor disco (Tourist History, 2010, Kitsuné), y reservan la artillería para el final. Así, el concierto fue un crescendo lineal, bailado y celebrado bajo la lluvia, hasta que reventó al final con «What you Know», la canción más coreada del festival.

Primal Scream

Primal Scream sumaron el año pasado un nuevo disco, (Chaosmosis, 2016, First International/Ignition), pero siguen dedicando sus giras a hacer un grandes éxitos difícilmente superable. Sobre todo, cuando como ayer en Bilbao, levantan un poco el freno de mano y Bobby Gillespie da lo mejor de sí mismo. Comenzando con «Swastika eyes» y terminando por «Come Together», el concierto fue un increíble viaje por la mejor psicodelia bailable de la historia. Sí, han acertado, soy fan de los escoceses, pero es verdad que ayer estuvieron muy bien, cosa que no suele ser habitual.

Más fotos aquí.

Crónica del jueves.

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