Delorean

2010 fue una época muy intensa pues en muchos medios, no sólo en Pitchfork sino también en Fader o NME, aparecimos como un grupo nuevo en la escena internacional, o como mínimo en Inglaterra y USA


 
Delorean han roto con su nuevo single «Crystal» un silencio que empezaba a impacientar a sus numerosos seguidores. Y lo han hecho entregando una canción que suena reconocible y a la vez diferente a lo publicado anteriormente. Con ella, demuestran una vez más que su universo evoluciona constantemente en busca de la canción pop perfecta y se vuelven a reafirmar en su estatus de banda única y fundamental en la escena nacional.
 
Con motivo de su próximo concierto en el marco del festival Ebrovisión, en el que tocarán el 5 de septiembre, charlamos distendidamente con su líder, Ekhi Lopetegui, sobre lo que ha de venir y lo que ya han dejado a sus espaldas.
 
En primer lugar, me gustaría felicitaros por vuestro nuevo single que personalmente me parece una vuelta al sonido más electrónico de Into The Plateau (2006). ¿Es el sonido que podemos esperar en vuestro nuevo disco?
 
Desde un punto de vista sí, porque buscábamos hacer algo más electrónico ya que Apar(2013) fue algo más pop-rock con guitarras, de hecho en el nuevo disco no va a haber guitarras ni van a tener ningún predominio, entonces de alguna manera sí es una vuelta a un planteamiento algo más electrónico, aunque creo que «Crystal» no es un ejemplo claro de hacia donde van a ir las canciones, en el sentido de que tiene un cierto aire oscuro y no nos gustaría tirar en esa dirección completamente, pero en el sentido de que es una vuelta a la electrónica, sí que me vale como ejemplo de lo que estamos trabajando ahora.
 
Ahondando un poco en ese tema, después de un disco donde la voz tenía un protagonismo esencial, como fue Apar, hasta el punto de que la tratabais como un instrumento más, se aprecia un esfuerzo por volver a situar las capas de sintetizadores en primer plano.
 
Sí, estamos trabajando con muchas capas de sintetizadores, trabajando los beats como haría un productor de música de baile, en ese sentido la parte más orgánica y de pop-rock al estilo tradicional queda ahora de lado.
 
¿Tenéis alguna idea sobre cuándo pensáis lanzarlo?
 
Esperamos sacarlo para finales de invierno, febrero o marzo de 2016.
 
Tras todo lo que se generó con Subiza (2010), un disco tras el que había una enorme presión mediática por el revuelo internacional que existía alrededor de Delorean, ¿qué sensación os dejó la acogida que tuvo Apar?
 
Bueno, nos dejó a medias de alguna manera. Yo creo que fue un disco que gustó pero que quizás no provocó el entusiasmo de Subiza, pero yo creo que era algo de esperar puesto que el planteamiento del disco era algo menos entusiasta, por decirlo de alguna manera, pero en general estamos satisfechos con lo que logramos, ya que hicimos lo que nos propusimos, mejor o peor es algo que ya juzgará cada oyente, pero creemos que fue un disco que gustó, siendo un trabajo con sus aciertos y desaciertos, pero en general estamos contentos.
 
Estoy muy interesado, como fan que soy de ella, en saber cómo fue trabajar con Carolina Polachek de Chairlift, que puso la voz en «Unhold», una de las mejores canciones de Apar.
 
Pues fue muy fácil, la verdad. Le mandamos una melodía, que teníamos que estaba compuesta a base de sampleos de voz y que era un poco compleja de tratar, y esperábamos que fuera a hacer una interpretación menos fiel a lo que es el cut and paste de los sampleos, que siempre generan muchos sonidos raros respecto al original cuando los cortas y los editas, pero ella es cantante impresionante y nos dejó a todos boquiabiertos porque replicó exactamente la melodía de voz que le habíamos planteado con los recortes de audio, y hace estos quiebros de voz que consigue que son tan bonitos, y trabajar con ella fue una experiencia extraordinaria puesto que probablemente sea la mejor cantante con la que hemos trabajado y además fue muy fácil.
 
Hablemos ahora del proceso de composición, ya que vuestro sonido de nutre de tantas capas y elementos. ¿Cómo juntáis todas las ideas hasta lograr un todo?
 
Digamos que cada uno tiene su microestudio en casa y después compartimos un estudio más profesional y lo que vamos haciendo es compartir los proyectos que cada uno de desarrolla y cuando algo nos gusta le pedimos al otro que nos lo pase, ya que usamos el mismo programa, de manera que vamos compartiendo lo que cada uno hace y si algo le gusta a alguno de nosotros, se lo pedimos al otro para desarrollarlo en alguna dirección, como una especia de toma y daca. Vamos avanzando poco a poco en cada canción y cada uno va avanzando en la parte que más le gusta y vamos dando un veredicto para dictaminar si nos gusta lo que el otro ha hecho. Digamos que somos ocho manos trabajando en cada tema.
 
¿Qué escucháis ahora mismo? ¿Tiene alguna influencia en vuestro proceso compositivo?
 
Personalmente, no veo una relación directa entre lo que estoy escuchando y lo que estamos haciendo en el álbum, es más bien que para el disco hemos encontrado una línea y estamos desarrollándola en una dirección, hemos encontrado un sonido que nos gusta pero que no tiene necesariamente que ver con lo que estamos escuchando ahora mismo.
 
Echando la vista atrás, que impresión tenéis de estos casi once años que han pasado desde vuestro debut, y la explosión que pegasteis con el apoyo recibido por Pitchfork.
 
Diría que 2010 fue una época muy intensa pues en muchos medios, no sólo en Pitchfork sino también en Fader o NME, aparecimos como un grupo nuevo en la escena internacional, o como mínimo en Inglaterra y USA, y nos apoyaron mucho, algo que hacen mucho con los grupos que aparecen o que son novedosos y fue una época muy bonita porque te salían oportunidades que nunca pensaste que te iban a ocurrir. Ahora ves todo con perspectiva y aunque nos gusta el apoyo que se nos dio, estamos ahora más tranquilos, y aunque nos gusta seguir girando por Estados Unidos ya no lo hacemos de la manera tan frenética como lo hacíamos antes. Empezamos a valorar el estar en casa con más frecuencia y no tres semanas al mes fuera como hacíamos. En conclusión, está bien lo que pasó, supuso un empujón muy importante, pero estamos a un nivel más calmado.
 
Siempre me resultó difícil encontrar grupos que hicieran algo parecido a lo vuestro o con los que pudierais compartir referentes en la escena nacional. ¿Os sentís identificados con algo de lo que se hace en nuestro país?
 
Igual sí es verdad que no tenemos como una escena a la que pertenecemos en nuestro país, pero aunque sí que seguimos bastante lo que se hace aquí, pienso que en general cada grupo es de su padre y de su madre, podríamos decir, porque artistas como Extraperlo, Joe Crepúsculo, El Guincho, John Talabot o Svper no tienen nada que ver. Creo que la escena nacional es bastante ecléctica en general, por eso es normal no encontrar muchos grupos que tengan cosas en común.
 
Después de grabar Apar en Navarra, ¿planeáis seguir grabando aquí, en un entorno más familiar?
 
En principio vamos a grabar la mayor parte en nuestro estudio de Barcelona, y en lo referente a la mezcla todavía no sabemos qué vamos a hacer. Pero a nivel de grabación, como te decía, haremos la mayor parte nosotros, con más control. No vamos a pasar cuatro meses en Nueva York, según vemos las cosas ahora, pero si surge alguna posibilidad interesante y hay que cambiar algún plan, no lo descartamos.
 
 

 
 
Ahora que podemos referirnos a vuestro debut con cierta distancia, ¿cómo lo valoráis once años después? ¿Os imaginabais que llegaríais al punto en el que estáis en vuestra carrera?
 
Obviamente, cuando empiezas, haces un poco lo que puedes con los medios con los que cuentas. No imaginábamos que pudiéramos llegar hasta aquí. Empezamos como adolescentes, no sabíamos muy bien lo que hacíamos, pero las cosas van evolucionando, vas tomando decisiones de manera bastante poco consciente, y de pronto te plantas con una carrera detrás y piensas que ni siquiera te lo habías planteado. Sí que en la época de Subiza teníamos claro que queríamos expandirnos a nivel internacional y explorar ese circuito, salir del país. En general ha sido todo bastante espontáneo y ahora te das cuenta de los aciertos y desaciertos, porque en su día tampoco los pensábamos demasiado.
 
Hablando del sonido, si bien habéis probado cosas diferentes a lo largo de vuestra carrera, creo que el salto más llamativo se dio entre el debut Delorean y el Into the Plateau. ¿Qué me puedes decir al respecto?
 
Into the plateau estuvo muy influenciado por Border Community, aunque evidentemente no tenemos nada que ver con ellos a nivel de sonido, pero sí nos gustaban los desarrollos tan largos y como iban escalonándose las canciones, siendo de mayor duración que en el resto de los discos. Nos gustaba mucho el Balance de James Holden, por ponerte un ejemplo.
 
¿Cuál es el disco del que estáis más satisfechos?
 
Creo que Subiza. Nos propusimos hacer un disco con una producción compleja, subiendo el listón más de lo que habíamos hecho hasta entonces y es muy rico en referencias y matices. Lo queríamos hacer complejo y que nos saliera bien. Con este disco fue cuando más músicos nos sentimos en el sentido de lo contentos que quedamos con el resultado. Fue como «ostia, tenemos algo entre manos que nos gusta mucho». Todas las piezas encajaron.
 
Delorean siempre se han mostrado cómodos con el formato remix, ya sea realizándolos o siendo remezclados, ¿qué os transmiten?
 
Siempre nos han interesado los remixes. Es un formato muy gratificante y desde luego, es mucho más fácil trabajar sobre un tema que ya existe y rehacerlo, que empezar una canción desde cero. Para nosotros es una especie de campo de pruebas en el que vamos probando diferentes cosas que luego a veces utilizamos en nuestras canciones. Lo hemos seguido haciendo desde que empezamos el primero y lo seguiremos haciendo.
 
Hablando de festivales, ¿qué diferencias destacarías entre los nacionales y los internacionales a nivel de organización y de medios?
 
Pues yo creo que se parecen bastante. El formato es muy parecido, sea en Chicago o en Miranda de Ebro. Varían los grupos con los que compartes cartel, el público que te ve, pero en general no son tan diferentes. Coachella no difiere demasiado de Primavera Sound, por ejemplo.
 
Reduciendo el ámbito y teniendo en cuenta vuestra experiencia más allá de nuestras fronteras, ¿cómo ves el nivel de las salas en comparación con lo que tenemos en España?
 
A nosotros nos ha funcionado mucho mejor en Estados Unidos a nivel de salas. Aquí la cosa no acaba de funcionar, el formato festivales está mucho más extendido, sin embargo en USA tocamos mucho más en salas. Así puedes ir viendo el fruto de tu trabajo cuando eres capaz de pasar de una sala de 50 personas a una de 300 y luego a una de 700, y eso es muy gratificante porque sientes que le gustas a la gente y que van a verte, porque en un festival esto no sucede, la gente no va a verte a ti en concreto sino a muchos otros grupos.
 
¿Notáis más calor en el público internacional o nacional?
 
Por ejemplo, en México el público es muy efusivo, pero si comparamos el nacional o el europeo con el americano, no existen tantas diferencias, son bastante parecidos, pero lo que sucede es que hay noches que son mágicas, porque todo sale bien, y eso te puede pasar en Philadelphia, Madrid o Estocolmo, la gente conecta y quiere disfrutar y te sale un buen concierto, pero no tiene que ver con la procedencia del público.
 
¿Qué podemos esperar de vuestro concierto en Ebrovisión? ¿Escucharemos canciones nuevas?
 
Como la mayoría de las nuevas composiciones están sin acabar, será más bien un repaso a Subiza y Apar, además del single nuevo. Aunque algunas canciones nuevas sí las tenemos ya acabadas, no están como para llevarlas al directo, por eso se basará en material antiguo, ya que además pienso que ambos discos no se diferencian tanto y funcionan bien juntos en vivo.
 
Me gustaría hablar un poco sobre los medios. En nuestro país existen pocos y bastante disgregados, de manera que aunque los festivales se llenan, por ejemplo en televisión no tenemos ni un solo programa decente y en general no existen plataformas para lanzar y apoyar a nuevas bandas a nivel independiente. ¿Cómo valoras la situación en comparación con países de referencia como Inglaterra o USA?
 
Diría que la atención que recibimos en nuestro país es quizás menor en intensidad pero más continuada, más constante, mientras que en el extranjero la escena musical es muy competitiva, entonces conseguir un hueco en una revista especializada es muy difícil. En general, el trato aquí es mucho más cercano, como es normal.
 
 
¿Cuál es tu visión del estado del negocio musical (servicios de streaming, ventas cada vez menores de formato físico…)?
 
A mí me parece que se consume más música que nunca, ya que la música se ha inmiscuido en la vida de todas las personas, que tienen su iPod, su iPhone con Spotify o cualquier aparato donde guardar montones de canciones descargadas. En este cambio de paradigma, hay vencedores y no tan vencedores, ya que no se venden tantas copias físicas, pero sin embargo el consumo es enorme, y de alguna manera se tienen que reorganizar las relaciones entre sellos, plataformas, grupos, editoriales… Es como que el tablero de juego ha cambiado.
 
Hablando de sellos e industria, ¿tenéis pensado cómo publicaréis vuestro nuevo disco?
 
Por ahora no, tenemos ideas pero nada concreto todavía.
 
¿Cuáles son vuestros planes más inmediatos?
 
Acabar el álbum y después vamos a preparar un concierto-homenaje para Mikel Laboa en País Vasco, en el Teatro Arriaga, para el que compondremos unas piezas exclusivas, y después vendrá la presentación del álbum y todo lo que supone apoyarlo.
 
Muchas gracias, Ekhi, ha sido un placer charlar contigo.
 
Muchas gracias a vosotros, un abrazo.

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