El Chico Con La Espina En El Costado

Llevo toda una vida intentando sacar «Tú Rompió Mi Corazón»

Rubén Poz es el hombre que se esconde detrás de “El chico con la espina en el costado”, empezó cantando en inglés y en su nuevo disco, totalmente en castellano, “Tú rompió mi corazón” se entrega en cuerpo y alma a repasar los detalles de una relación finalizada, si es que alguna vez finalizan.

¿Hasta dónde llega la influencia de los Smiths?
Nunca ha llegado más allá del nombre, hace mucho que no me excitan…me gustan, me encantan, me llevan a muchos lugares conocidos, tengo muchas melodías de ellos bañadas en noches inolvidables… pero ya no me excitan.

¿Qué influencias te han marcado más?
Escucho de todo, la música es demasiado rica como para centrarse en una sola cosa, no me gusta la música ceñida a un sólo estilo, admiro a la gente libre, que hace lo que le da la gana en cada momento, la sinceridad con lo que uno hace es vital, por eso me gusta gente tan dispar como Bob Dylan o Serrat, o Gainsbourg, Paco Ibáñez, Leonard Cohen, Nacha Pop, los Smiths, Greg Dulli, Calamaro, Neil Young, Kiko Veneno, Curtis Mayfield, Los Planetas, Magnetic Fields, Radio Futura, los Buzzcocks, Dominique A, John Coltrane… la lista es interminable y crece día a día, en general, todos aquellos que reflejan en sus canciones su propio estilo de vida, su ética vital. Últimamente me interesa mucho la tradición musical hispana, es curioso descubrir que incluso hay un subgénero de canciones desesperadas que se remonta al siglo XVI, vamos, ¡que las “torch songs” no se las inventó Nick Cave ni Nacho Vegas!

En dos años tan sólo hemos podido escuchar «Desperate love song» y tu versión de «Casanova» en el disco homenaje al «El Niño Gusano». ¿Cuánto tiempo llevas intentado sacar «Tú rompió mi corazón»?
Llevo toda una vida intentando sacar «Tú rompió mi corazón», y ahora que lo he sacado ya lo he aburrido y ya tengo otro entero compuesto que será un paso más. Mucho más seco, más crudo, más orgánico y grabado en directo… todo se andará… a saber cuánto tardaré en plasmarlo, ¡con este de ahora comencé hace dos años!

En «Dejé la ciudad por ti» pides una oportunidad para olvidar una relación. ¿Hasta que punto es bueno olvidar las cosas malas que nos han pasado? ¿Has visto «Olvídate de mi»?
Pues no, no he visto Olvídate de mí, porque con Jim Carrey me pasa lo mismo que con Crónicas Marcianas, no puedo aguantar más de cinco minutos mirando, pero me gustan mucho algunos videos de Michael Gondry. Y lo de olvidar… bueno, la verdad es que nunca hay que olvidar a una persona o una relación pasada, a lo que me refiero con lo de la oportunidad para olvidar es a poder pasar página, a poder quitarte de la cabeza a una persona para empezar de nuevo, se trata de eso, poder empezar de nuevo… ¡jamás quemaría una foto!

«Pasado» habla de noches de exceso y tiene una de las mejores frases del disco «Si tiene que haber futuro que sea como ayer». ¿Pides una oportunidad?
Me gusta pensar que es el disco de las oportunidades, comienza y acaba implorando esa oportunidad para comenzar de nuevo, rehacerlo todo, pero no siempre las épocas pasadas fueron peores que lo que está por llegar, y “Pasado” habla de eso, de una época de subidón constante, ficticia, como todo subidón, pero terriblemente estimulante, y en los días más rutinarios no queda más que implorar que vuelva el pasado, pero no cualquier pasado… que vuelva aquél pasado que cuando lo recuerdas, sin querer, sonríes.

Resulta imposible no comparar tu trabajo con el último disco de De la Rosa, ¿lo has escuchado? En «M.O.S.» De la Rosa encaja una perdida de una relación con furia, rencor y odio, en tus canciones este desengaño se ve más como tristeza, nostalgia y desilusión. También hay lugar para volverse a enamorar, cómo queda patente en «Dakota white room» o «Inviernos en Bruc», ¿Es la tristeza el mejor estado de animo para la inspiración, o es el estar enamorado?
Estando enamorado soy incapaz de escribir una sola línea, sin embargo en las épocas más bajas las cosas se disparan, no es nada premeditado, simplemente sucede así. La música cura, es algo que he podido experimentar en mi vida, sin embargo no creo que sea un disco desilusionado, procuro que todas las canciones tengan vías de escape, algo de luz al final del túnel, pero hablar del túnel oscuro es vital para encarar los problemas. Se puede hablar de tristeza en este disco siempre y cuando no se saquen las frases del contexto de las canciones… ¿qué hay más esperanzado que una oportunidad? ¿De la Rosa? Mmm, me apetece mucho escucharlo, me encantan los discos de rupturas.

En mi opinión, unos de los nexos de unión del disco es el estar encerrado en una casa, y las formas de estar encerrado que hay: divirtiéndote con los amigos, sesiones intensivas de sexo, comiéndote la cabeza, sentir que no podrás volver a salir nunca más de casa, el necesitar salir de casa,…¿Las canciones curan?
No se me ocurre mejor terapia que estar cantando una canción que va dirigida a alguien en concreto y que ese alguien esté entre el público. ¡Eso lo cura todo! Y sí, Tú rompió mi corazón es un disco casero y artesanal hecho en mil y un sitios diferentes, y sí, hay varias canciones que hablan de lo mucho que se puede disfrutar o de lo agobiante de las casas, pero también hay viajes y noches bajo las estrellas, guerras, reflexiones y salidas adelante.

¿Dónde queda tu debut?
En la estantería lleno de polvo, lo veo tan lejos que no parece mío, pero claro, tenía veintiún años cuando lo grabé, y ha pasado mucho tiempo, aunque en directo aún disfruto mucho de algunas canciones, pero el inglés es una barrera demasiado hermética como para poder comunicar… prefiero mil veces este disco y los que están por llegar.

¿Es posible encontrarlo en algún sitio?
Sí, diría que en la tienda de Muzikalia aún debe quedar alguna copia, y en la Fnac me dijo un amigo que lo encargó y se lo trajeron, y sino, nada que no se pueda solucionar con un mail a BankRobber.

¿Existe de verdad?
Tan cierto como que la presentadora de las noticias de La2 existe.

¿Que hay después de «Tú rompió mi corazón»?
Luz, luz, luz, hay mucha luz por capturar en el próximo disco que ya está escrito. También hay que trabajar duro para sacarlo adelante, y en eso estoy, en eso y en mantenerme a flote.

¿Aspiras a poder vivir de esto o habrá que seguir delante del ordenador trabajando hasta la jubilación compatibilizando las dos cosas?
Pues me temo que está difícil porque tengo algunos vicios muy caros, comer, tener un techo, desplazarme, vivir solo en Barcelona… de momento hago caso a Gonzalo García-Pelayo, que el otro día dijo sabiamente en una entrevista que si te dedicas a la música intentes dedicar la mitad de tu tiempo a una actividad más rentable… sabias palabras admirado maestro Gonzalo! De momento me conformo con que llegue una rica en edad de merecer y me mantenga.

¿Cómo llevaras el directo? ¿Con banda o tú solo contra los elementos?
Ahora somos dos, el Guille de Jellyfish Skies (mejor maqueta del año para el Mondosonoro) que toca guitarra y sintes, y yo que hago lo que puedo sobre las tablas, pero espero que en poco tiempo ya suenen bajo y batería y podamos salir por las plazas a defender estas canciones como se merecen. Eso sí, en conciertos pequeños en bares me encanta tocar solo, te da muchísima libertad y te quita muchas responsabilidades que hacen de ese rato que estás tocando puro exorcismo de demonios, además, es más fácil mirar a las chicas guapas a los ojos sin focos.

Habrá que hacer maravillas para encajar un nombre tan largo en los carteles promociónales o de conciertos…
Nada hombre, si la Biblia cabe en un libro mi nombre tiene que caber en un cartel, y si no que los hagan más grandes… lo bueno es que ocupamos más cacho en los carteles!

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