El club de los primeros discos: Debuts prometedores que han derivado en «otras cosas»

Está claro que, cuando uno da con la tecla por primera vez, no tiene por qué haberse dado cuenta de qué botón ha sido el que exactamente ha desencadenado el resultado. En el mundo de la música hay una verdad establecida que te saca de cualquier entuerto al que te puedas ver arrastrado en reuniones sociales de distinta índole: el primer disco era mejor. Siempre. Y no habrá nada que te haga bajar de ese burro. Ni siquiera que haga meses que no lo asean.

Este razonamiento vale para todas las épocas y géneros (si eres lo suficientemente inteligente como para no profundizar demasiado): desde Hendrix a The Clash, pasando por Iggy & The Stooges, Led Zeppelín o The Doors. Y, por supuesto, funciona también con la música más actual, lo que entroncaría con otra de esas verdades absolutas de nuestro mundo: lo viejo siempre mola más. Pero esto ya es otra cosa. He aquí una pequeña selección de bandas más o menos contemporáneas que acertaron en el centro de la diana a la primera, pero luego nadie supo qué botón habían apretado.

Coldplay

Hubo un momento en el que los más entusiastas y vendehúmos del lugar auguraban que Coldplay serían los nuevos Radiohead. Y eso que Radiohead todavía no estaban muy gastados. Era allá por el 2000 cuando Chris Martin y sus amigos se sacaban de la manga un disco fantástico, entre la melancolía y la perturbación más de andar por casa. Después de eso, y de un segundo disco digno heredero de aquel sonido, los nuevo Radiohead pasaron a llenar estadios y grabar canciones con Rihanna.

Kings of Leon

Es curiosa la evolución de Kings of Leon. Después de un primer disco con unas raíces rock fantásticas, de lanzarse a los brazos deLynyrd Skynyrd o Steppenwolf y de hasta llevar unas pintas marca registrada de Creedence Clearwater Revival, después de todo eso, decidieron cortarse el pelo, afeitarse y abrazar el indie rock más contemporáneo. Del rock de motos grandes de “Molly’s chamber” o “Happy alone” a la metrosexualidad de “Use somebody” o “Radioactive”. Podremos comprobar esa transformación en vivo y en directo en el BBK.

The Strokes

Posiblemente, lo de The Strokes sea uno de los ejemplos más paradigmáticos de esta tendencia conversora. Su Is This It entraría en cualquier lista sobre los mejores debuts de la historia con un poco de criterio. Su irrupción supuso el pistoletazo de salida de aquel revival de garage rock que inundó las estanterías de discos a principios de este siglo. Y con razón. Pero de la vanguardia a lo más profundo del abismo sólo hay cinco discos y un cantante a la deriva.

Franz Ferdinand

Franz Ferdinand, junto a Kings of Leon, son los representantes más dignos de esta tendencia. Al fin y al cabo, los escoceses sí han estado haciendo lo mismo desde el principio. ¿Con menos acierto? Sí. ¿Mucho menos inspirados? Sí. ¿Hasta el punto de agotar la propuesta? Pues seguramente. Pero desde los tiempos de aquel debut con “Jacqueline” y “Michael”, Kapranos y compañía no han dejado de intentar hacer danzar a su audiencia.

The Killers

De los más dignos a los más lamentables. The Killers no es que no supieran qué botón habían pulsado; lo más probable en su caso es que vendieran su alma al maligno por un disco correcto y un par de buenas canciones. El trato le ha salido peor a Brandon Flowers, perdido en un mundo que ya no tolera las hombreras y en el que el confeti lo pagan tramas mafiosas. De Hot Fuss (y “Somebody told me” y “Mr. Brightside”) a la vergüenza ajena solo hay un par de elogios mal dados.

BRMC

En su disco de debut, los californianos Black Rebel Motorcycle Club tenían una canción titulada “Whatever happened to my rock’n’roll”. Hoy en día es una pregunta con gran vigencia. A aquel sensacional primer álbum que recuperaba la psicodelia de mejores tiempos y la deslizaba sutilmente en la mezcla lúgubre de noise y garage, le ha seguido una carrera llena de volantazos (el del tercer disco, sin embargo, fue bonito mientras duró), con cambios en la formación, excentricidades como las de su inaceptable disco instrumental y cuestionables discos de poca inspiración. Pero ahí queda B.R.M.C.

Bloc Party

Tampoco es que Bloc Party partieran la pana con su primer disco. No reiventaron la sopa de ajo, pero aquel Silent Alarm tenía algo que sólo tuvieron en 2005: una energía lo suficientemente importante como para darle credibilidad a las trazas de post-punk que enseñaban orgullosos en su debut. Después, tres discos que dejaban claro que las pilas se agotaron rápido y un par de pausas vitales indefinidas, la última de ellas este mismo año.

Kings of Leon estarán actuando en el Bilbao BBK Live, el viernes 12 de julio a las 22:20h en el Bilbao Stage.

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