Entrevistamos a Betacam

Con mucha probabilidad y si os movéis por los círculos de música independiente, en numerosas bandas habréis visto a un teclista alto y con pelo largo a lo Jarvis Cocker. No es una moda, es Javier Carrasco poniendo su particular huella en cada uno de los grupos que deciden contar con él. La buena noticia llega con el anuncio de un nuevo trabajo de Javier con su proyecto en solitario, Betacam. Titulado “Mítico”, este álbum entrega diez canciones de pop electrónico altamente adictivas y con desarrollos que nos harían pensar en grupos como Cut Copy. Hemos podido hablar largo y tendido con Javier sobre este álbum, su trayectoria y sus proyectos musicales en una entrevista llena de detalles.

Me ha sorprendido que me pidieras que atrasásemos una hora la entrevista porque estabas trabajando. ¿Cómo tienes tiempo para hacer otras cosas que no estén relacionadas con Templeton, Betacam, Rusos Blancos, Tulsa…?

Así llego reventado a casa (Risas). El 90% de los músicos trabajamos de otra cosa. La agenda la cuadro de milagro. Normalmente no tengo más de dos grupos a pleno rendimiento y casi nunca me he organizado a medio-largo plazo, las cosas van surgiendo. Ahora estoy más a tope con lo mío y Tulsa. Hay cosas puntuales del resto. Lo de Tulsa se irá apagando y vendremos los Rusos en otoño.

Ha habido días de no poder tocar porque estoy con uno en un sitio y el bolo es en la otra punta. Ahí se organiza uno o se pospone o se tira una moneda al aire (Risas).

Recuerdo que hubo un festival que hiciste doble sesión: tocabas con Rusos o Templeton y luego como Betacam. Algo que has hecho recientemente en el BIS de Barcelona.

Eso es guay, la mejor de las situaciones. Lo malo es lo que me pasó una vez, que actuaba en Madrid a las 20:00 y a las 22:00 con los Rusos en Salamanca. Llegué porque me llevó un colega a toda leche, una escena que parecía de videoclip.

Quería preguntarte algo relacionado con todos tus proyectos. Entiendo que Betacam es proyecto personal, ¿pero cómo te sientes en relación a Rusos Blancos o Templeton? ¿Sientes que es algo tuyo también?

Claro, claro. Templeton somos más esporádicos a la hora de hacernos ver, pero cuando sale la oportunidad de tocar o hacer un disco es una cosa en la que me vuelco. Y Rusos Blancos puede tener la misma prioridad también que Templeton o mi propio proyecto.

Ya para empezar a hablar propiamente de Betacam, quería empezar por preguntarte sobre el arte y origen del título.

La imagen es un dibujo de Álvaro Martínez, cantante de Templeton, mi mejor amigo, que siempre le lío para hacerme estas cosas. Al principio iba a usar como portada la del single de “Otras Chavalas” pero al final me quedé con la que está, que en un principio iba a ser la contraportada. Como iconografía puede resultar algo extraña, pero tiene sentido. De toda la vida he tenido asma y he cargado con pañuelos de tela, que es muy fuera de este tiempo. Me paso la vida con un pañuelo a cuestas y ya no hay nada más mítico que mis pañuelos.

Me llama la atención que cabría esperar de “mítico” alguna flipada, sin embargo es todo desde la humildad.

Y así todo el disco. No hablo de conceptos muy abstractos ni futuristas ni vacíos. No hablo de vaguedades, sino de cosas personales y de mi vida.

Vamos a empezar a hablar de eso. Uno escucha las letras de “Mítico” y encuentra relaciones sentimentales o, como en “Canoe”, hablas de ir al bingo, un marco muy costumbrista y cañí.

(Risas). Bueno, lo del costumbrismo me parece que es una palabra que se ha prostituido mucho. Si hay una cosa que me molesta muchísimo de una canción es ver que usan palabras brillantes pero no te dicen nada. El costumbrismo lo entendemos como algo que nos pasa a todos todos los días: mi novia está cabreada, mi novia me ha dejado, me siento solo… Al final es eso. Pero parece que inmediatamente cuando alguien habla de cosas normales lo tildamos de costumbrista.

«No hablo de vaguedades, sino de cosas personales y de mi vida»

Me haces pensar a nivel lírico en algo que me dijo Javi, de Cosmen Adelaida, que la preocupación que él tiene con las letras a veces no lo ve en el resto de gente del panorama. ¿Tienes esa misma sensación pues?

Un poco sí. Sinceramente, creo que cada vez se habla menos de música y con eso me refiero a las letras. Hay una palabra que parece es el topic de la década: el relato. Parece que la música, las letras y todo lo que rodea a un artista es para formar un relato. Que está muy bien porque es verdad, una capa de significado que hemos empezado a destapar, pero no escucho hablar de lo buen letrista que es alguien y me da mucha rabia. Hoy los grupos que están triunfando… no encuentro ni un solo letrista que pueda decir que es muy bueno.

Ahora que me doy cuenta puede ser también parte de medios y demás, porque yo mismo tengo más preguntas preparadas sobre las melodías que sobre letras. Pero algún compañero me ha dicho que no le gusta preguntar sobre las letras porque tiene la sensación de que el artista puede sentirse incómodo a la hora de explicarlas.

Si no quiere hablar de las letras puede ser porque ni siquiera sabe lo que dice (Risas).

Recuerdo que cuando salió “Mítico” se convirtió en uno de los discos que más hemos disfrutado en mi círculo. También ha habido muchas personas que se han alegrado por este paso que has dado en tu carrera. ¿Cómo se ha ido cociendo este trabajo teniendo en cuenta que has estado trabajando con otros grupos durante los últimos años?

Por eso mismo se ha demorado tanto. Creo que las primeras canciones tienen perfectamente 4-5 años, se podrían haber editado entonces. Diría que esas fueron “La Discusión” y “Otras Chavalas”. El disco lo grabé en tres tandas, de cuatro canciones, cuatro y dos, hasta hacer las diez. Fue una semana hace 3-4 años en el estudio de Hans en Subiza, otra en Getxo y las otras las grabé en Pamplona aprovechando que fui con Tulsa a tocar. Como el disco entonces ya estaba tomando forma y tenía claro que iba a tener diez canciones, cogí el coche, fui a Pamplona a grabar y me volví a las cinco de la mañana (Risas). También no ha salido antes porque, aunque parece que hago mil cosas, no te puedes imaginar lo dejado que soy. Funciono por arrebatos.

¿Cómo no grabas en tu casa? Me da la sensación de que eres una persona que podrías tener un estudio en casa. Es más, ¿cómo que grabas con Hans que ha producido a grupos como FAVX y no tienen nada que ver contigo? 

Eso es lo guay. Las maquetas las grabo en casa, pero el paso adelante y el salto de calidad es salir fuera y grabar con Hans. Lo conozco desde hace muchos años de grabar las primeras maquetas de Templeton y tuve ahí mi primer contacto un sintetizador. Hans es todo lo concienzudo que yo no soy. También dice que todo lo que suena tiene que ser hardware.

Yo pensaba que habría mucho MIDI de por medio.

Sí sí, hay MIDI, pero lo que escuchas de batería son 808. O a lo mejor samples que él ha grabado de cajas de ritmos. Sólo hay un sinte de software que suene increíble, un Arturia, eso se quedó. Pero el resto son Prophet, Juno…

Voy a aprovechar esto para hablar de “La Discusión”. Probablemente sea una de mis canciones favoritas de este año con ese toque M83. Te quería preguntar por el sinte que lleva la melodía principal. 

Ese es un Roland SH 101, una cosa muy simple pero le da muy buen toque.

No me quiero ni imaginar tu colección de sintes.

Tenía muchos, pero vendí un montón, ahora sólo tengo lo que uso. Ahora tengo algunos para casa, los analógicos, un Prophet 6, una máquina de cuerdas, un vocoder… Diferente es el equipo de directo, el Prophet no lo saco de casa ni loco, así que llevo un par de sintes digitales, un Roland System 1 boutique que me parece genial.

Al final si buscas algo fácil de manejar siempre puedes llevar controlador MIDI y portátil.

Ordenador no me gusta llevar. Ahora que he ampliado la banda y llevo de vez en cuando un batería con secuenciador, él si lleva ordenador pero porque está dedicado enteramente a eso. Yo cuando empecé con Betacam quería hacerlo todo: me llevaba sintes, controladores, launchpads… Quedaba guay cuando salía bien, pero nunca miraba al público, estaba preocupado en darle al botón que era… No me lo pasaba bien y no había conexión con el público por toda la barrera tecnológica.

Ahora vas con banda, cierto, pero en ocasiones sí das conciertos en pequeño formato a lo mejor sólo a piano (como en ese mini-concierto previo al Popfest de este año con Dorama). ¿Puedes interpretar todas estas canciones en versión desnuda?

Que más que menos nacieron así. Se reducen a lo básico de tocar los acordes y un par de arreglos. Es un poco Cine de Barrio, mi formato de piano bar (Risas).

Quería saber cómo nacieron “Otras Chavalas”, “Chacal” y “La Discusión”, si acaso los mayores pelotazos de todo el trabajo. Me sorprende que temas así nacieran en este formato piano bar. 

Pero te digo una cosa, esa es una de las claves de que una canción funciona o no. Esto no es un axioma, pero si una canción funciona con lo mínimo significa que la estructura está bien diseñada y los acordes hacen magia entre sí. Si tengo que hacer una canción y le tengo que dar mil vueltas en cuanto a instrumentación o a llenarla… eso es que a lo mejor algo falla. Creo que “La Discusión” nació de la melodía de la estrofa y tiré por allí. Es una canción muy sencilla, con dos variaciones y ya.

De hecho, de estas cosas técnicas me estoy dando cuenta ahora, que al formar una banda les he tenido que explicar las canciones a los músicos. Me tocó hacer un ejercicio de análisis de canciones y plantearme en qué estaba pensando cuando hice ciertas cosas. “La Discusión” es todo el rato la misma rueda de acordes menos dos veces que cambia, una de ellas siendo totalmente absurdo el cambio, pero me parece de las cosas más mágicas de la canción. Son esas pequeñas tonterías que hacen la canción increíble.

Me resulta llamativo este insight de las canciones, porque en muchas ocasiones la gente o no lo da o no es capaz de darlo.

A lo mejor porque yo también soy el primero que analiza otras canciones y se plantea por qué cierto tema es increíble. Me da mucha rabia que no se hable de la música como me gustaría, por eso me gusta tanto podcasts como Song Exploder, donde los artistas analizan sus temas.

Volviendo a “Mítico”, quería saber las influencias detrás del trabajo, porque hay desde la electrónica hipnótica de gente como Cut Copy a algún toque Eurodance con el uso de algún lead. ¿De qué bebes? 

No te sabría decir, no sé cómo explicarlo pero tengo los suficientes años como para ya no fusionar todos los sonidos que se me ocurran o hacer un tema que me recuerde a alguien. Me sale, sin más. A lo mejor una etapa estuve muy enganchado con Pet Shop Boys, los primeros de Cut Copy… un disco que se me ocurre ahora es el “Melodrama” de Lorde, que en términos de producción me parece una pasada, se ha hecho con nada, apenas cuatro elementos. Lo que me sorprende es que en todas las críticas que he visto, uno que nadie ha nombrado y me parece influencia más clara del disco es Junior Boys

Y luego, por mucho que mi disco se vea muy sintético y todo, de siempre me flipa el pop clásico. Esto es muy de cuñado, pero si me pides que me quede con un grupo, me quedo con los Beatles, está todo ahí.

Otra cosa que me llama la atención es que recuerdo que comentaste una vez en Twitter cómo estaba pensado el tracklist del álbum. En la primera mitad podríamos decir que encontramos los momentos más pop, mientras que en la segunda parte hay más preocupación por el conjunto, creo que da fe de ello la forma en la que ligan “Canoe” y “Extraterrestre”. ¿Cómo se confeccionó el tracklist? 

Tenía muy claro cómo quería empezar el disco y la cara B. Mola secuenciarlo con un poco de orden de cara al vinilo, que es el único formato con el que lo hemos sacado quitando el digital. Casi como un rollo de fetichista (Risas). Quería que abriera “Reliquias”. Hubo mucha gente que me dijo que era un bajón, pero me pareció imprescindible que fuera esa. Luego “Ave Rapaz” con su comienzo y al ser un poco largo creo que pegaba como inicio de cara B.

Si ves la curva de escuchas de un disco te fijas que las tres primeras canciones son las más escuchadas mientras que la última apenas nadie la oye. Hablando con la discográfica acordamos que los hits más o menos aparecieran pronto en el disco.

Me da pena eso de la curva que comentas porque “Cospedal” es otro auténtico pelotazo.

Esa me dio un poco de rabia dejarla para la última pero entendí que ocupara esa posición también porque era larga. Todas las canciones son largas, pero esta en concreto es un poco más. Pero para cerrar creo que pega, también porque las últimas frases te dejan flotando y resumen algo del disco.

Quería saber alguno de tus momentos favoritos del álbum.

Te voy a decir tres momentos flipantes. Por ejemplo, en “Reliquias”, cuando está a punto de acabar y antes de entrar el subidón instrumental. Es una cosa que hizo Hans con un procesador de señal, un Eventide H3000, que es un armonizador con el que casi puedes hacer lo que quieras. No sé qué coño hizo, pero es como un delay descompuesto en miles de cristalitos.

Creo que hay bastante magia en “Ave Rapaz”. No cambia mucho la versión final con la maqueta, y me gusta que durante el primer minuto y medio la canción no cambia de tono. El bajo se mantiene ahí. También me obligó a tocar el Solina sin trasponerlo y es algo complicado. Tuve que inventarme otra vez los acordes y suena algo más bruto, pero creo que es más recio o marcial.

El último momento te diría que es en “Cospedal”. Es una canción que me quedó muy larga porque no supe cortarla, pero el sonido que consiguió Hans ahí me gustó mucho.

Te quería preguntar también por los conciertos que se avecinan. Has tocado en el Sound Isidro y este fin de semana tocas en el BIS, tanto con tu banda en Betacam como con Templeton. 

Lo mío del BIS salió porque ya iba con Templeton y la organización me propuso hacer algo ya que estaba. Además, con la gente que lleva el BIS tengo un trato maravilloso. A lo mejor toco algo piano bar, pero luego algo más electrónico para dar jolgorio.

¿Tus directos ahora se fundamentan en canciones de “Mítico” o recuperas temas antiguos?

Tengo el defecto de que le tengo mucho apego a las canciones viejas, me cuesta mucho dejar de tocar canciones que, además, tienen mucho calado con el público. A menos que sea un pelotazo, siempre va a tener más vínculo un tema viejo.

Hace poco compartiste un tweet de Los Lagos de Hinault que decía algo así como “Un saludo a los eternos emergentes”. Algo que nos hemos preguntado mucho en redes es cómo es posible que haciendo una música pop accesible y pegadiza no se te dé mayor visibilidad. ¿Cómo es eso de seguir siendo un eterno emergente y por qué crees que no terminas de dar el salto?

No lo sé sinceramente. Tengo 37 años y llevo viviendo lo de la cosa de emergentes toda la vida. Algo así le pasa a Tulsa, que tiene 40 años y 5 discos y que le traten como artista emergente le revienta. Es una actitud un poco de relato, volviendo a lo que te contaba. Ha habido una generación, la de Sidonie, Deluxe, Love of Lesbian y demás, que dieron el boom y se quedó ahí, no ha habido renovación. Hay muchos grupos que se merecen subir el escalón pero se topan con un techo de cristal.

Tú haces grande a un grupo cuando lo pones en un festival en un horario increíble en un día increíble, dándole la oportunidad. Pero a mí no me van a poner a las diez de la noche un sábado, prefieren apostar seguro y es normal. Los grupos pequeños que no hemos pegado el salto tenemos aún que construirnos ese relato de subir escalones.

Por ejemplo, Rusos Blancos vamos subiendo peldañitos, pero es que ya el festival de cualquier ciudad van a llamar a Dorian o Love of Lesbian, que están muy bien y les va a llenar el festival. Pero hace falta alguien valiente que dé oportunidades a la gente nueva.

Estoy pensando que con Templeton tuvisteis cierta oportunidad cuando taloneasteis a Los Planetas el año pasado.

Eso fue una flipada, pero es más una anécdota. Fue un premio personal más bien. Pero eso no nace de alguien que quiso apostar, sino que fueron los propios Planetas los que nos llamaron para eso.

Hablando de anécdotas con Templeton, ya aprovecho que te tengo aquí. Recordemos que hubo cierta polémica y se escribieron artículos diciendo que había cierta similitud entre un tema vuestro y el “Everything Now” de Arcade Fire. ¿Os ha supuesto algo?

La verdad que no, pensábamos que a lo mejor algo caía. Es un tema editorial, si hubiera sido un plagio, nuestras editoriales se habrían pegado, pero si ni los gigantes se pelean, nosotros ya… Fue un descojono verlo. Pero un día me puse a analizarlo y a hacer un mashup y no se parece tanto. Recuerda la melodía, pero luego no coincide el fondo de acordes o el tempo. Una cosa que no se ve tan a primera vista es que el resto de nuestras canciones sí que encajan perfectamente. Pero me resulta imposible pensar que Arcade Fire nos copiaran, no tienen esa necesidad.

Pensaba que a lo mejor os sirvió de algo de promo ya que casi que coincidió con el lanzamiento de “Una Mar Enorme”.

La verdad es que nos vino de perlas. Estábamos sin sello y fue una promo que no nos podríamos haber pagado en la vida. Además en verano que apenas hay noticia, fue como el Gibraltar de los informativos (Risas). Fue guay ver cómo llegamos a gente a la que en un principio no habríamos llegado.

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