Espaldamaceta

Una vez que sales del rollo cantautor y te pones a tocar con una banda las influencias del resto de músicos también son importantes

Tras labrarse un bonito currículum como cantautor underground (que en su caso viene a ser sinónimo de peculiar y líricamente poco accesible), a José Juan González le ha entrado el gusanillo de tener una banda, de enchufar su guitarra y ver qué pasa cuando tus canciones invitan a dar cuatro botes. Y ha dejado atrás su sonido característico para llevar las canciones al terreno del rock y grabar su primer disco acompañado por otros músicos.

De ahí ha salido Baile Masái (2013), producido por Arnau Vallvé (Manel), y esto es lo que nos ha contado.

La primera pregunta es inevitable, ¿por qué has decidido abandonar tu formato acústico, enchufar la guitarra y pasarte al rock?

Lo necesitaba. Empezando por los mismos conciertos, que iban muy bien pero había una parte del repertorio en que el cuerpo me pedía rock and roll. Y ya está. Es así de simple. La primera idea era reciclar mi repertorio anterior y hacerlo cañero. Lo probamos (con Lluís Chabuch y Dani Forcada como músicos), y de hecho el tema que probamos se ha quedado en el disco, pero empezar a meterle caña me estimuló mucho para empezar a crear cosas nuevas. Resulta que hacer canciones nuevas partiendo de cero era más fácil. Y cuando ya tuve unas cuantas las grabamos.

En un determinado momento incluso me planteé «tíos, podríamos cambiar el nombre a este proyecto» porque realmente lo que hacíamos era muy diferente de lo que hacía yo antes. Pero me dijeron que no. Este ha sido un disco en el que me he rodeado de mucha gente en la cual he delegado y me he dejado asesorar, y está bien porque preguntas, pides opinión… tanto a los músicos como a Arnau, el productor. Y cuando hablamos del tema del nombre me dijeron, «no, pero si aún tiene esa cosa de Espaldamaceta». Y por eso hemos conservado el nombre.

De hecho las letras siguen conservando las características de tus trabajos anteriores.

Sí, también me lo dicen. Pues yo pensaba que no, fíjate. Yo intenté hacer letras que fueran diferentes. De hecho quería que el disco fuera alegre. Cañero y alegre. Pero parece que no me sale. De hecho hay algunas que son incluso más bestias que lo que hacía antes. Más duras. Pero de eso me di cuenta al final del proceso. Aunque como en concierto todo será un poco más rápido y más enérgico, será un poco más… distendido. Espero. Y deseo (risas).

¿Cómo ha sido el cambio de grabar solo a pasar a grabar con… una banda? ¿Por qué ahora sois una banda, no?

Uf… pues te puedo decir que los músicos no son mercenarios, porque se implicaron y aportaron sus ideas, pero tampoco es que seamos una banda en sí, tal como lo conoce la gente, con tantos por cientos repartidos y eso. Yo aportaba las ideas que ya había estado ensayando, y ya tenía por ejemplo una idea de batería en mi cabeza.

Pero el batería probaba como veinte ritmos diferentes de batería, y tenía su propuesta tal como él imaginaba el tema y a veces sobre esos sonidos yo hacía mis sugerencias con lo que yo tenía en la cabeza. De hecho, eso es una banda, porque hay una implicación muy grande por parte de los músicos. Aunque la cosa no empezó con la idea de ser «una banda» y tuvimos un tiempo de adaptación mutua y de que ellos se hicieran una idea de mi sonoridad nueva, que no tenía nada que ver con lo que había hecho antes.

Este disco es una amalgama de muchas influencias, desde el (¿post?)rock más distorsionado hasta los ritmos latinos sabrosones, con una clara base de rock del de toda la vida. ¿Fue esta tu idea inicial o es así como se ha ido desarrollando el disco?

Bueno, esto de los ritmos latinos es curioso… (se lo piensa)… supongo que será por el idioma porque no eres la primera que me lo dices. O por el ritmo, no sé. Pero mi idea es que fuera fresco. Sí que es verdad que cuando en los ensayos una canción tiraba hacia un sitio, la hemos dejado allí, no hemos querido disimularlo. El rock y la distorsión sí que es verdad que está, claro. Nirvana ha sido un grupo muy importante, pero lo de la cosa latina… no sé, supongo que también (risas). Pero sí que hemos tenido ganas de que el disco no fuera todo igual y hemos explorado.

Además, una vez que sales del rollo cantautor y te pones a tocar con una banda las influencias del resto de músicos también son importantes. Ellos proponen cosas y cada uno tiene sus propias influencias, sumadas a las del propio productor, que tiene las suyas y que se reflejan en el disco, seguro.

¿Dirías que El Baile Masai es tu disco más ambicioso?

Musicalmente sí. Han sido dos años de mucho curro. De hecho, creo que nunca me había currado tanto ninguna otra cosa. Supongo que te refieres a eso, porque si no ¿ambicionar el qué? (risas). Pero sí, mucho curro en las letras, en la música. Supongo que parte de la culpa de eso es el productor, Arnau, que es un tío que curra mucho, y los dos músicos, que son muy buenos. Y yo quería estar a la altura, así que también tuve que currar mucho, meterle muchas horas.

¿Y tus expectativas del disco son igualmente ambiciosas?

Bueno, siempre hay que esperar que esto va a ser la leche. ¡Por supuesto! (risas). Pero bueno, a nivel de repercusión económica y de éxito y eso… en realidad, me la suda (risas). Ahora en serio… después de todo este proceso de trabajo yo estoy muy tranquilo porque estoy muy satisfecho con el resultado. Y si el disco funciona o no, no será porque no esté contento con él: desde las canciones, a los músicos, la producción, incluso el orden de los temas, el diseño… Todo. Pero sí, es un disco más ambicioso, ha habido también un cambio de sello, y espero que funcione bien y que a la gente le guste.

En este disco has trabajado con Arnau Vallvé, batería de Manel, que junto a Mishima o Antònia Font han protagonizado un auge del pop catalán, tanto dentro como fuera de Cataluña. ¿Te ha afectado de alguna forma este reconocimiento del pop hecho en Cataluña? ¿Crees que existe una escena de la que formas partes?

El éxito de estas bandas, y de otras, me parece una cosa buenísima. Para empezar porque son bandas que me gustan mucho y que tienen muchísima calidad. Pero además es una cosa que beneficia al resto de bandas. Lo mío es más rarito y menos accesible y este éxito no creo que me afecte, aunque ojalá me sirviera a mí para hacer más conciertos y vender más discos. ¡Ojalá! Pero no soy nada envidioso con el éxito de otras bandas, más bien lo contrario.

Ahora en directo también tocas con banda. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptar tus canciones anteriores en las que tocas tú solo?

En directo solamente tocamos canciones de este disco y una de las anteriores, que la hemos pasado por el túrmix del nuevo trío. Así que serán energéticos y con mucho ritmo. Queremos bailar encima del escenario y que la gente baile con nosotros.

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