Festival Cultura Quente – Caldas de Reis (Pontevedra)

Primera jornada (día 22)
Un año más, y ya van 14, la pequeña localidad pontevedresa de Caldas de Rei daba su bienvenida a la horda de amantes de la buena música listos para disfrutar de dos días de un cartel pequeño pero  completado con buen gusto. Se temía una fuerte caída de público (primer año que es  de pago) pero finalmente la sangre no llegó al rio. Es una sensación curiosa oír música y que el grupo de al lado este alzando la voz por encima de la del cantante para comentar los últimos fichajes de su equipo de futbol o lo rica que está la que vende los tickets. Y por qué no decirlo, “crisis is on the air”

Sale el primer toro de la tarde, y en vez de aparecer por la puerta de chiqueros un joven novillo, inexperto y de una ganadería desconocida, nos topamos a puerta gayola con un Miura traído de Pamplona. Eran las 8 de la tarde y salen a la plaza El Columpio Asesino. Eficazmente y sin despeinarse fueron desgranaron con la parsimonia propia de abrir un festival a plena luz del día un show basado en su mayoría en el material de su último disco, Diamantes (2011). Algo de arrojo y mala ostia se les hecho en falta a estas primeras espadas del indie español para igualar las sensaciones que transmite este gran álbum. Pero el concierto se fue calentando poco a poco para encarar un final que dejó gran sabor de boca entre el público gallego, ya que encadenó uno tras otro los principales hits de su último disco, momento en el que la banda de los hermanos Arizaletase se encontró más a gusto: «Corazón Anguloso», «Dime que Nunca lo has Pensado», «Diamantes», «Perlas» cayeron sin piedad en el albero pontevedrés para acabar con su trallazo “Toro”, una de las canciones españolas del año.

Después de hacer un pequeño parón, enfilamos la medianoche con los catalanes Standstill, grupo de esos que o te embaucan para su legión o pasas olímpicamente. Yo soy del club de los primeros y creo que está noche, con su directo “a pecho descubierto” sumaron nuevos adeptos. Como siempre empezando con «Todos en Pie (prefacio)»  y  enganchando de seguido con “El Resplandor”, pronto  van a captar la atención de los espectadores a través de temas del  Viva La Guerra (2007), ya clásicos para los fans como  «La mirada de los mil metros»,  «1,2,3 sombra» o su himno «¿Por qué me llamas a esta horas?”. Una vez hechizado al público toca el momento de ir insertando con su habitual delicadeza sonora  temas del Adelante Bonaparte, triple disco ya más que rodado. Han tocado 45 minutos y tengo la sensación de que han sido 5. Sí, la magia de Standstill me ha vuelto a envolver.

El Cultura Quente siempre se ha significado por ser amigo del homenaje y recuperar a conjuntos clásicos que parecen traídos de entre los muertos. Si el año pasado les tocó a los padres del garaje, The Sonics, hoy es el turno para los padres del punk – pop, The Undertones. Soy devoto de ellos, los tengo en un pedestal, sin ellos grupos como Siniestro Total ni habrían existido. Pero las expectativas no eran halagüeñas. Sin la histriónica voz de su mítico cantante Feagarl Sharkey, con un par de discos en la década del 00 que pasaron sin pena ni gloria, pasado la cincuentena ampliamente, todo apunta a desastre del bueno. Empieza el show y me callo la boca como te la ha podida callar alguna vez el peor de tus profesores. Un Paul McLoone como nueva director de orquesta empieza a soltar sin misericordia una tras otro y por el orden original todos los temas de su homónimo Undertones (1979). “Family Entertainment”, “Girls Don´t Like It”, “Male Model” o “Wrong Way” disparados cual metralleta. No hay respiro, una detrás de otra, como debe ser el punk de verdad. Una apisonadora de rock con mayúscula. Y claro, se desata la locura en las gradas.  Cae “Here Comes The Summer” y al poco “Teenage Kicks”. Con esto ya se podía finiquitar el concierto. Aunque el público no se sabe las letras el grupo de Derry disfruta con su entrega. Pero la gasolina después de 15 temas comienza a menguar, y es hora de dejar descansar al público. Con gran acierto se guardan un último as en la manga, “Get Over You”, bailable a más no poder. Da igual que sean canciones de chavales de 21 años cantadas por hombres de 51. En mi cabeza ya se ha acabado el primer día de festival.

Intento reponerme del shock de los irlandeses y disfrutar de los cabezas de cartel, Klaxons. Arrancan con su petardazo rompepistas “Atlantis to Interzone” atrayendo la mirada de los más modernos del recinto, atacando acto seguido con “Flashover”. Buen y bailable comienzo. Pronto empiezan a sacar a la palestra los temas por los que alcanzaron ¿el éxito?, todo ellos contenidos en su primer álbum Myths of the Near Future (2006). “Gravity Rainbow” “As Above So Below” y “Golden Skans” el tema que les llevó a la fama, suenan con gusto, pero ni así hacen mover de sus posiciones a un público excesivamente estático. Parece que han hundido todas las naves a las primeras de cambio (al poco suena en Caldas “Two Receivers”) pero la gente sigue sin moverse. Unicamente cuando suena “Echoes” el primer single de su segundo álbum Surfing The Void levanta alguna que otra pasión. Cierran con “It´s Not Over you”, como no canción de su primer disco, que parece que son las únicas que funcionan en directo. Corto concierto aunque tampoco se requirió más por la audiencia.

Parecía que con los Klaxons la música se había acabado pero estaba muy equivocado. El dúo francés de electrónica pop Jamica fueron el perfecto puente entre los grupos y los clásicos DJs de fin de fiesta que no tuvimos el placer de “catar”. Guitarras duftpunkianas con ritmos bailables propios de sus con sus compatriotas Phoenix sirvieron de colofón para este variado y bien traído primer día del “Cultura Caliente”, como diría un forastero a estos lares.

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