Germán Salto

Creo que el disco es muy variado aunque con varios puntos en común: las armonías vocales, la presencia casi abusiva de guitarras y de arreglos en general

Un debut como el de Salto, seguramente, no lo habíamos tenido nunca en este país. Poco más que añadir.

Hablamos largo y tendido con Germán Salto, músico madrileño, sobre su obra y pasión.

Preséntate, por favor. ¿Quién está detrás de Salto?

Me llamo Germán Salto y llevo unos 10 años tocando la guitarra en bandas que he ido formando con amigos, en las que hacíamos temas propios, algunos de ellos mis primeras composiciones. En mi casa siempre se escuchaba mucha música y ya de pequeño me empapaba de lo que escuchaba mi padre en casa (generalmente clásica o también discos de Elvis Costello, Simon & Garfunkel…) o mi madre en el coche (Nacha Pop, Los Secretos…). Con 13 años mi tío me regaló el Sticky Fingers de los Rolling Stones y ese día cambió mi vida por completo. Ahora acabo de grabar mi primer disco en solitario, Salto, bajo la dirección de dos buenos amigos: Ramiro Nieto y Martí Perarnau.
Imagino que eres un melómano… 

Efectivamente. Todos estos años he gastado la mayor parte de mi tiempo y mi dinero en música. Especialmente de adolescente. Cuando descubrí a Bob Dylan fue tal mi obsesión que recuerdo ir a Madrid Rock a comprarme sus discos de 5 en 5, hasta que -bootlegs incluídos- llegué a tener más de 90 discos suyos. Era como una enfermedad: si el Freewheelin´ me gustaba tanto, ¿cómo podía ser que no tuviera el The Times They Are A-Changin´ o el Another Side of Bob Dylan? Y si luego no tenía dinero para el autobús, pues me volvía haciendo auto-stop. Por otro lado mis amigos -que más tarde serían compañeros de banda- eran todos mayores que yo y melómanos salvajes, por lo que aprendía mucho con ellos y no nos cansábamos de descubrir bandas nuevas y profundizar todo lo que podíamos. Y con el tiempo esta enfermedad sólo va a peor…

No sé si eres consciente de haber firmado un debut «superior», muy difícil de igualar y ya no digo de superar. ¿Qué sensaciones te deja a ti este trabajo? Conozco a grandes valedores tuyos y creo que a todos nos faltan adjetivos para calificar justamente este álbum (casi diría que «suena demasiado bien»). Enhorabuena, por descontado.

Pues muchas gracias. La verdad es que estoy más que satisfecho, aunque me hubiera gustado poder escuchar el disco desde fuera para darme cuenta realmente de lo que pienso de él como aficionado a la música, pues cuando me senté a escuchar el resultado final por primera vez me sabía las canciones de memoria, conocía de antemano cada detalle, me fijaba más en las cosas que creo podían haber quedado mejor, etc… Pero en general estoy muy contento con el resultado y con la recepción que ha tenido el disco entre público amigo y desconocido.

Optaste por el crowdfunding para grabarlo y editarlo. ¿Lo intentaste antes con alguna discográfica?

No, la verdad es que ni me lo planteé ni hubiera sabido cómo hacerlo. Tengo fama entre mis amigos de ser un poco desastre en este sentido y nunca pensé que pudiera haber nadie interesado en el disco. Ahorré dinero para poder pagarlo, pedí una parte de lo que me iba a costar en el crowdfunding y todavía estoy recuperando la inversión.

Parecen claras tus influencias clásicas, querrías destacar alguna en concreto? ¿Cómo te sientes componiendo canciones que poseen tanta magia como las de los artistas que te influyen? 

Si, es cierto que las composiciones y los arreglos tienen un aroma clásico, pero no sabría hablarte de bandas concretas. Creo que de forma natural, las canciones se han visto salpicadas de los estilos de los que he ido mamando durante los años. Es verdad que antes de tener letra, una del disco era «La Bigstariana» y otra «La Neilyoungiana», por ponerte dos ejemplos. Aunque en ninguno de esos dos casos lo pensé hasta que la tuve terminada. Luego además muchas han ido alejándose de la idea inicial. Ernie The Falconer me parecía muy Velvet Underground cuando la hice y la tocaba con acústica, pero entre que mi voz no tiene ni la mitad de «rollazo» y chulería que la de Lou Reed y que además la arreglamos con un sonido muy distinto al de la Velvet, ahora esa influencia parece perdida. Y gracias por lo de la magia, aunque no es comparable a la de mis discos favoritos.

Habrá personas que escuchen el disco y digan: Salto es un sobresaliente ejercicio de estilo. Variado, eso sí. ¿Qué opinas al respecto? 

Pues que puede ser verdad, aunque no ha sido algo buscado. Son canciones de varias épocas distintas de mi vida, algunas de ellas incluso pensadas para que encajaran en el repertorio de algún grupo en el que yo tocara, pensando en la voz del cantante. Para mi, que he visto esas canciones nacer de la nada, me parece un disco muy personal, naturalmente. Pero al fin y al cabo es un disco de rock clasicorro, sin ninguna otra pretensión. Y si, creo que es muy variado aunque con varios puntos en común que no varían en todo el disco y que creo que le dan un toque de unidad, como son las armonías vocales, o la presencia casi abusiva de guitarras y de arreglos en general. Nada de eso es casualidad.

Algún músico al que le hablé del disco, me dijo que le parece que está muy bien, pero que le falta personalidad propia. 

Lo he oído alguna vez más así que puede ser cierto. Igual mi asignatura pendiente es empezar a sonar más personal, aunque a mi me cuesta verlo, claro, pues cuando me siento a hacer una canción no pienso «voy a hacer una canción a lo Aerosmith» o «a lo Neil Young». A mi me suenan muy «a mi mismo» aunque reconozco cosas que me suenan a artistas que me gustan. Sí he pensado en cambio alguna vez «coño, ese giro de la voz me suena muy Lennon, y eso me pone bastante». De hecho, mis amigos cercanos que me llevan escuchando años reconocen mi estilo enseguida. Igual cuando saque un tercer o cuarto disco a la gente ya le sueno más personal, no lo se… Pero si, es algo en lo que tengo que pensar.

Sobre la producción del disco.

En un principio el disco lo iba a producir Tim Easton pero al final entre la dificultad de traerle y que estuve en unas grabaciones con Ramiro y Martí y me enamoré de su forma de trabajar, cambié de idea. Hasta entonces todos mis conciertos habían sido con Sangui de guitarrista de apoyo y corista. Asi que la banda del disco somos los 4. Martí grabó todos los bajos excepto en SOS que lo graba Sangui. Las guitarras entre nosotros 3 y los teclados Martí. Rams baterías y percus. Coros entre los 4. Ahora de memoria te digo colaboraciones:?Lindy Wormwood, era mi mujer entonces, ahora estamos separados, es coautora de varias letras y hace coros en alguna y toca el serrucho en Ernie.?Ele, acaba de sacar un disco flipante (con ese nombre artístico) y graba varios coros preciosos.?Marina Blanot (The Clams), coros también. Los del final de Hold On son increíbles.?Victor Pescador, guitarrista de Sonograma o de Angel Stanich, se pasó por la grabación y se le ocurrió la guitarra flipante del final de Girl. Es decir, Victor sólo está en unos 8 segundos del disco, jaja.?Tim Easton grabó las eléctricas de Lonesome Bird.?Guillermo Berlanga el pedal steel. Tiene un nivel digno de Nasville el cabrón.?Santos Berrocal mezcló el disco en sus estudios, Blind Records. Es un genio, qué maravilla verle trabajar. También grabó percusiones en Between The Lines.?Creo que no me dejo a nadie.?Se grabó todo en Estudios Reno de Madrid y en Tough Sound Studio.?La banda que llevo ahora en directo y para la próxima grabación es otra, pero volverán a producir Rams y Martí.
Está claro que has tenido unos colaboradores magníficos. Apostar por Easton de inicio y en el transcurso de la grabación, comprobar que Ramiro y Martí son grandes. No todo debutante se encuentra con estos apoyos en su primer trabajo. 

Es verdad. Tuve la suerte de que tanto a uno como a los otros les gustaban las canciones y que son gente que me conoce bien y con la que he hablado mucho de música así que sabían muy bien a dónde quería ir con ellas. Inicialmente, al oír las maquetas grabadas con el teléfono, Tim Easton me dijo que podíamos hacer algo más acústico, tirando un poco hacia el sonido del Fakebook de Yo La Tengo, lo cual también me atraía mucho. Rams y Martí lo vieron de otra manera. Creo que formamos un gran equipo y hoy mismo entro al estudio con ellos a grabar dos canciones nuevas, esta vez con la banda fija que me acompaña y que ya son tan «Salto» como yo.
¿Tienes idea de presentar el disco en directo? Imagino que no será fácil conseguir unas buenas condiciones para tocar fuera de Madrid. Soy promotor y sé cómo está el asunto para los pequeños. ¿En qué evento te gustaría actuar? 

En Madrid ya lo presentamos en Moby Dick y pronto empezaremos a anunciar fechas fuera, que estamos con muchas ganas. En cuanto a evento o festival que me apetezca, en realidad soy bastante «cholista» en esto y me gusta ir partido a partido. De momento lo que más me ilusiona es el siguiente concierto que tenemos, que es en el Xiriapop y me hace mucha ilusión que hayan contado con nosotros en un festival hecho con tanto gusto y amor. Además han apostado por nosotros nada más salir el disco y siendo bastante desconocidos, así que tenemos muchas ganas de superar sus expectativas.
 
Tu colección de discos seguro que es considerable, cuántos tienes? ¿Qué te ha gustado de los que has escuchado últimamente, además de Ele? 

Antes llevaba la cuenta y todo en un excel, pero soy un poco desordenado y lo dejé. La última vez que conté superaban los 3.000 y fue hace unos años, pero ya no compro de manera tan compulsiva como antes. De los últimos años, que me vengan ahora a la cabeza, me han encantado los de Jonathan Wilson, Lucinda Williams, Father John Misty, Chuck Prophet (especialmente el Temple Beautiful), Augie March, Reigning Sound, Dawes, Jacco Gardner, Cate LeBon…?Y de los nacionales, además de la maravilla de Ele o el que acaban de grabar Morgan, me han gustado mucho Santos, Pigmy, Xarim Aresté, Joe Traveler, Mucho o Samu Del Río.
Imagino que eres de los que valora el formato físico frente al digital. Otro asunto es lo mucho que ayudan las redes sociales y las nuevas tecnologías en la promoción de tu música. Qué opinas sobre ello? 

Si, hasta me he sorprendido a mi mismo hace poco con el caso de WIlco. Soy muy fan, acaban de sacar disco nuevo y al haber salido sólo en digital (de momento, pues he escuchado que más adelante saldrá físico), me ha dado pereza y aún no lo he escuchado. Es un poco absurdo porque las canciones me gustarán, y si hubiera salido en vinilo, hubiera ido el primer día a primera hora a por él. Pero reconozco que en ningún momento me ha apetecido, es como si no existiera al no poder cogerlo con las manos. Además soy un poco torpe con las tecnologías y sólo soy usuario de Spotify, y la calidad del sonido no es nada buena. ?Además disfruto mucho de la parte física del disco, del artwork, los libretos, leer los créditos… Haciendo el mío, cuando Jose Fragoso me mandaba los bocetos o las ideas finales del diseño, hubiera pensado «qué mas da.. total, va a ser en cd o digital…» pero al ser en vinilo me motivaba mucho más y nos curramos muchísimo la presentación. La diferencia es la misma que hay entre hacerte con un buen libro de tapas duras y presentación trabajada o una cutre edición de bolsillo. ?Resumiendo, soy usuario de plataformas digitales y me han venido bien muchas veces para descubrir grupos o darme a conocer, o para recuperar algún disco cuando estoy a cientos de kms de casa. Pero a la hora de la verdad, me quedo con el formato físico.

 

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