Joe Crepusculo

Tal vez buscaba llamar la atención de la juventud, pasar del indie treinteañero al joven de polideportivos

Vuelven los 90. Vuelve en Blanco y Negro Mix y la ruta del bacalao. Pero sobre todo vuelve la pista de baile con el nuevo disco de Joe Crepúsculo. La rápida continuación de El Caldero (2012) vuelve a dar un giro en la de por sí ya amplia gama de sonidos que el efervescente Jöel Iriarte nos suele presentar. Ponte tus zapatillas de bailar. Está sonando Baile de Magos.
 
Baile de Magos se mueve por dos grandes derroteros: la música de baile y la juventud (algo perdida). ¿Cómo te vinieron estos dos elementos que habitualmente van unidos?
 
Tal vez buscaba llamar la atención de la juventud, pasar del indie treinteañero al joven de polideportivos, pero no es una tarea realmente fácil.
 
La portada del disco nos deja entrever sobre que va a girar la temática: tres chavales absortos en sus teléfonos móviles (como gran parte de la actual sociedad). ¿Cómo ves a nuestra juventud?
 
Pues veo el panorama bastante complicado y la juventud con la consciencia de que cada vez tiene más opciones y menos que decir. Cuando se terminen las gominolas del fútbol y de los famosos al agua, me imagino que todo va a pegar una buena petada, porque hay mucha rabia acumulada.
 
El disco empieza con un auténtico rompepistas, «Nuevo Amanecer», donde dices «yo no quiero avanzar» o «no todo es avanzar cuando hay un nuevo amanecer». ¿Te refieres al paso a la madurez?
 
No, me refiero a evolucionar paulativamente. Nuevo amanecer podría ser el gusano que se convierte en mariposa o la misma Revolución Francesa. O dicho de otra manera, llegar a un cambio de una manera brusca. O de cambios en uno mismo a través de hachazos.
 
Tu primer single, «Mi Fabrica de Baile» es otra canción directa para las pistas que más de una diva del pop quisiera para sí. ¿Quién o quiénes quieren parar esa máquina de bailar?
 
Pues no sé, me imagino que a los que no les guste mi música, que seguro que hay muchos.
 
Tus videoclips son de lo más fresco dentro del ámbito musical ¿Estás ya con la grabación del él? ¿Alguna pista sobre sus detalles?
 
Sí, de hecho ya salió, obra de Malditos Produce, ha quedado muy guapo con mucho tueneo y tal.
 
«Jade», quinta canción del disco, rezuma electrónica espiritual. ¿De dónde viene esa relación con esta piedra preciosa?
 
Me gusta mucho la piedrología y colecciono en casa, también me gusta estudiar las propiedades que se les suelen atribuir a las piedras y siempre llevo una encima, que va cambiando dependiendo de lo que tenga que hacer o donde vaya.
 

 
Resulta fascinante como consigues que el Eurodance, género del que no soy un gran amante, lo reconviertas en algo tan disfrutable en «Leyenda». ¿Te pones pruebas tipo «lo más difícil todavía» a la hora de componer»?
 
No me propongo hacer cosas de antemano que tengan ningún grado de nada, simplemente intento plasmar lo que creo que me apetece hacer. Aunque ahora dándole vueltas seguro que hay un extraño feedback entre lo que me apetece hacer y lo que realmente sale, que se va retroalimentando y hace que todo crezca.
 
¿Hacia qué referentes de la música dance española has puesto tu mirada a la hora de influenciarte si es que lo has hecho?
 
Pues no he pensado en nada determinado, pero seguro que han salido cosas de Los Diablos, de la Rumba y Alaska instintivamente, no sé por decir algo.
 
Parece que no existe ningún sonido con el que te encuentres incómodo, ¿o sí?
 
El nuevo flamenco pop de las radios masivas me da un poco de repelús, pero creo que en el fondo me gusta.
 
Ahora que está tan de moda eso de los supergrupos entre grandes figuras, si estuviera en tu mano formar uno de ellos ¿a quién montarías en tu barco y con qué instrumento?
 
Me molaría montar algo con Diplo a los ritmos programados y samples, Phil Collins a la batería, McCartney el bajo, Steve Vai a la guitarra, David Bowie al saxo y yo la voz principal.
 
Cuando lees comentarios a reseñas de tus discos, conciertos o entrevistas parece que estemos ante un Madrid-Barça, con dos públicos totalmente polarizados, los que aman a Joe («es un genio») y los que no («es una tomadura de pelo»). ¿Has sentido alguna vez esa dicotomía?
 
Si a alguien no le gusto no me lo suele decir en la cara, pero me imagino que habrá mucha gente. A mí tampoco me gustan muchísimas cosas, es lo normal en esto de los gustos, que cada uno tienda hacia algo. Y cuando todo el mundo piensa lo mismo de una cosa tal vez haya gato encerrado.
 
Con Joe Crepúsculo no sabes muy bien que puedes esperarte de su nuevo disco. Aunque es muy pronto decirlo, ¿puede que sea el disco guitarrero de Jöel Iriarte?
En éste no hay ninguna guitarra, pero igual en el futuro sale algo así, o igual más rumbita.
 
Por último, tu voz y tus fraseos vocales me recuerdan a Daniel Johnston, ¿alguna vez alguien te lo ha dicho?
Creo que no.
 
 

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