John Fogerty (Festival Músicos en la Naturaleza) – Hoyos del Espino (Ávila)


Unas 12.000 personas acudieron a la llamada de la única parada estatal de la gira europea de John Fogerty, obligando a un gran despliegue organizativo para atender semejante marabunta humana en un pequeño pueblo de la Sierra de Gredos.
Fue Rebeca Jiménez la encargada de abrir este festival ante la indiferencia de gran parte de los aficionados que ya habían conseguido terminar la larga cola de acceso al recinto cuasi bucólico del Mesegosillo y que seguramente será más disfrutable en recintos más íntimos. Honor y compromiso para la cantante segoviana del que consiguió salir airosa con Valiente, su último disco.
A continuación saltó a escena uno de los clásicos de la noche, ¿qué es Rosendo si no un clásico? Con una solvencia a prueba de bombas, y natural como el entorno del festival enfila sus 30 años en un excelente estado de forma.
Encaró el concierto con muchos temas de su Vergüenza Torera para poner a los asistentes a sus pies con temas como «Agradecido», los recuerdos a Leño en «Sorprendente» y el colofón final con el eterno «Maneras de Vivir» envuelto en un espectacular sonido para su trío. Incombustible.
Tras el parón reglamentario y a los sones de «Travelin´ Band» hace su aparición, una parte viva  de la historia musical norteamericana, embutido en una camisa a cuadros de leñador, inmejorable atuendo para el pinar que le recibe, con buen aspecto para acariciar ya los 70 años, Mr John Fogerty.
El comienzo con «Green River», «Who´ll Stop The Rain» o «Born On The Bayou» nos indica por dónde caminará la noche, una catarata de canciones, hits conocidos mundialmente y que muy pocos artistas pueden presentar hoy en día sobre un escenario.
El sonido no es bueno al inicio del concierto y los graves se apoderan de la magia de los primeros temas, curiosamente, mejor disfrutados cuanto más esquinado se estaba del escenario.
Pero paulatinamente toda la paleta de la música popular norteamericana se fue presentando ante nosotros blues, folk, soul, r&roll, hasta algún devaneo psicodélico, que para algo es oriundo de San Francisco, o algún guiño hard/heavy.
Activo en el escenario, su voz ya no rasguea como antes pero se mantiene digna, solvente, menos negra, más blanca aterciopelada, pero sin necesidad de hacer cantar más al público como otros artistas de su edad. Eso sí, viejo zorro, hace que un par de músicos de su banda se luzcan brevemente para tomar un respiro. Banda a la que faltó algo de chispa, de nervio y quizás sobró algo de profesionalidad que hizo que algún tema sonara más revolucionado de lo habitual.
Pero poco a poco, y pese a todos los inconvenientes el incontestable poderío de su cancionero iba ganando la batalla. «Have You Ever Seen The Rain» sonó emocionante, «Midnight Special» imperecedera, «Ramble Tamble» espectacular, mientras el frío de la sierra también pedía paso.
«Mistyc Highway» nos los mostraba, en un vídeo recorriendo en moto carreteras de montaña muy parecidas a las de Gredos y, según nos contaron, la mañana del festival recorrió las mismas en una moto alquilada.
 
Otro de los vídeos nos mostraba imágenes de Woodstock y no podíamos sino comparar con lo que teníamos alrededor, más móviles y tabletas que abrazos de confraternidad y compartición de humedades, barros, chubasqueros o emociones, … en fin.
Con un inusual «Cotton Fields» encaró el final del concierto para terminar con un reponer del calibre de «Fortunate Son», «Bad Moon Rising», «Up Around The Bend», o «Rockin´ All Over The World», «Proud Mary», ¡casi nada! y eso que dejó en el tintero «I put a Spell On You» y hubo alguno que no se lo perdonó, a pesar de las casi 2 horas de hits continuos.
 

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