Klaxons – Surfin The Void (Polydor Records)

No me vienen a la mente muchas bandas que tras cosechar un éxito tan grande como el que obtuvieron los británicos Klaxons con su primer disco Myths of the Near Future (Polydor Records, 2007), hayan sido capaces de mantener la calma y dejar en vilo a fans y crítica, hasta casi cuatro años, para sacar al mercado su segundo y más que esperado trabajo.

Tres años y medio, de los cuales tres han sido dedicados casi en exclusiva en un inacabable trasiego por estudios y productores, grabando y regrabando versiones mejoradas de las mismas canciones, hasta quedarse con los aparentemente escasos diez temas que forman su segunda entrega titulada Surfing the void (Polydor Records, 2010). Y es que parece que la juventud no fue en esta ocasión acompañada de la inmadurez y las prisas y ha sido mayor la autoexigencia del grupo, que la presión ejercida por algunos medios en gran parte movidos por las irrefrenables ansias de ver un estruendoso batacazo después de semejante debut.

Surfeando el vacío, parece sin duda un excelente resumen de lo que se puede escuchar a lo largo de los casi cuarenta minutos que dura esta nueva investigación, este nuevo viaje por las oscuridades y los terrenos aún inexplorados que a mucha gente le gusta definir como new rave, a otros más atrevidos como sci-fi punk, que ellos engloban en su myspace como Psicodélico/Progresivo/Pop, y que yo sinceramente me siento incapaz de clasificar. Pues si hay algo que me gusta de la banda es precisamente esa capacidad de sorprender y de crear contrastes tan agresivos como placenteros entre canción y canción, o incluso dentro de un mismo tema, manteniendo la misma filosofía que en su primer álbum y demostrando que las etiquetas en su caso, son única y exclusivamente eso, etiquetas.

El viaje espacial, goza con un despegue excepcionalmente prometedor, sugerente, e inquietante titulado “Echoes”, y que a través de un estribillo digno de sintonía de X Files, te atrapa y te transporta en cuatro minutos directamente al universo Klaxons, que sin tiempo para la reflexión, ya te está invadiendo con la primera de las escasas “baladas” con las que cuenta el álbum.

Puede que tras estas dos increíbles canciones, a muchos fans les pueda entrar el temor de que la banda haya caído en una falsa búsqueda de melodías más tranquilas o de singles más populares, pues bien, nada más lejano de la realidad. El nuevo disco de los británicos ahonda si cabe mucho más que en el primer disco en melodías potentes, cargadas de sonidos duros guitarras retorciéndose, trasfondos metálicos y bases atronadoras que en ocasiones recuerdan a los mejores Depeche Mode. Y así queda reflejado a partir del tercer tema (homónimo al título del álbum), y que sirve de punto sin retorno hacia una atmósfera cada vez más oscura y cargada de sonidos del espacio, que si bien en pocas ocasiones se refleja en temas completos, sí que está presente en cada una de las canciones. Así que es una vez ya pasado ese punto, y con el escuchante totalmente identificado con el naranja del traje espacial y el casco de astronauta enfundado, cuando la banda se explaya intercalando temas con multitud de contrastes luminosos y oscuros entre los que resulta extremadamente complicado conseguir destacar canciones, pues todas ellas, debida a su originalidad, diferencia, y gran calidad, van sorprendiendo en cada corte, convirtiendo al disco en un viaje desconocido por terrenos gratamente sorprendentes, que transcurre en un santiamén.

Posiblemente mucha gente hará una crítica anticipada del disco, basándose únicamente en el alto listón de su primer álbum y centrándose en la absurda idea de si éste lo supera o no. Yo, sinceramente, agradecería al lector que no cayese en estas vanidades, pues pese a estar sin duda ambos álbumes dentro del mismo universo, creo que este viaje poco tiene que ver con el de su debut. Así que me limitaré a decir, que creo que éste, es sin duda el mejor, más valiente, y reflexionada paso, que podía dar la banda.

Señores “bocinas”, tómense el tiempo que necesiten para explorar, pero síganos regalando viajes tan increíbles como este.

ESCUCHA en Spotify: Klaxons – Surfin The Void

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