Manta Ray nos conceden la única entrevista de su puntual regreso

“Comprobar que en directo todavía somos capaces de provocar impacto frontal sin hacer concesiones me hace sentir un músico acertado”

El pasado 9 de diciembre de 2017, uno de los grupos más personales e inquietantes surgidos en la escena indie nacional de los 90 volvía a reunirse sobre los escenarios, para ofrecer un único concierto en el Teatro Albéniz de Gijón. Manta Ray actuaban así en su ciudad, celebrando el 25 aniversario del mítico Bar Plaza y en lo que a la postre fue actuación arrasadora y absolutamente excepcional que dejó visos de histórica. Tras tal demostración de poder y vigencia después de diez años sin existir realmente como grupo, nos vimos obligados a contactar con la formación y materializar una entrevista absolutamente exclusiva, que contestan el vocalista y guitarrista Josele García y el batería Xabel Vegas.

El pasado 9 de diciembre volvisteis de manera exclusiva para un único concierto, con motivo del 25 aniversario del Bar Plaza (propiedad del bajista del grupo Nacho Álvarez) ¿Cuánto tiempo habéis estado ensayando para la ocasión? ¿Dónde tuvieron lugar esos ensayos y qué sensaciones tuvisteis a lo largo de ese proceso?

Josele García: Ensayamos seis días seguidos en sesiones de mañana y tarde… en un espacio llamado La Monster, uno de esos sitios hechos de la nada gracias al tesón, ingenio y trabajo de las personas que están al frente. La Monster nos permitió aislarnos por completo y trabajar en el repertorio sin más preocupaciones que las propias de sacar adelante las canciones, convirtiéndose así en un aliado perfecto.

Xabel Vegas: Hemos preparado el concierto durante una semana de forma intensiva, con unas ocho horas de ensayo diarias. Yo llevaba cinco años sin coger unas baquetas, así que era necesario dedicarle tiempo para que todos los engranajes funcionasen correctamente. Los ensayos tuvieron lugar en La Mustadiella, el proyecto cultural más apasionante de cuantos ha habido en Xixón en las últimas décadas.

¿Fue difícil retomar las viejas canciones? A la hora de volver a afrontar vuestros viejos temas… ¿Ha sido más complicado afrontar el tema técnico/ejecutivo o el sentimental?

Josele García: Esta es la segunda reunión en diez años y las sensaciones, en mi caso, se han repetido en ambas ocasiones. El primer contacto con las canciones tiene lugar de manera individual, sacando los acordes y refrescando las estructuras en mi casa. En ese momento creí que sería complicado llevarlo adelante en tan poco tiempo, pero cuando abordas el primer ensayo conjunto, a pesar de los errores y dudas iniciales, enseguida te das cuenta de que las tienes metidas dentro y que afloran con naturalidad, como si no hubiesen pasado cinco años desde la última vez que las tocamos juntos.

Xabel Vegas: Teníamos poco tiempo para preparar el concierto, pero muchas ganas y las ideas bastante claras acerca del repertorio. Desde el punto de vista técnico el tiempo fue un hándicap, pero creo que lo salvamos bien con mucho trabajo. Desde el punto de vista sentimental ha sido muy intenso. Volver a tocar con Frank, con Josele y con Nacho es emocionalmente muy importante para mí, porque con ellos he pasado algunos los mejores años de mi vida. Además, la presión por hacer las cosas bien ante un público que en muchos casos venía de muy lejos fue enorme. Eso nos obligó a dar lo mejor de nosotros mismos.

De entre un repertorio tan amplio y jugoso como el vuestro… ¿Cómo seleccionasteis los temas que queríais que sonasen en ese concierto? ¿Qué cualidades buscabais en las canciones que iban a sonar?

Josele García: Primero hicimos una lista con las canciones que a cada uno más le gustaría tocar y, posteriormente, seleccionamos aquellas en las que coincidimos todos. Disfrutar rememorando experiencias pasadas siempre ha sido, de inicio, nuestro objetivo. Por otro lado, también teníamos claro que en el repertorio debían estar presentes todos nuestros discos, así que, cuando finalmente obtuvimos una buena preselección de temas, procedimos del mismo modo que hacíamos antaño, y analizamos cuáles funcionaban bien juntas para confeccionar un repertorio dinámico.

Xabel Vegas: El repertorio estaba bastante claro desde el comienzo. Hace cinco años hicimos un repertorio casi idéntico y funcionó, pero esta vez queríamos ir incluso un paso más allá. Entre nosotros hay bastante consenso acerca de qué canciones es indispensable revisitar. Y tan importante como las propias canciones es el orden en el que se tocan, para poder dar un concierto coherente, intenso y en el que no haya altibajos.

Era obvio que la sala se iba a llenar, pero en el local había mucha gente de otras bandas y del mundo de la música en general, además de público llegado desde diferentes ciudades ¿Os dais cuenta con estas cosas de lo respetados e influyentes que sois dentro de la escena estatal?

Josele García: Soy consciente de que la música, a lo largo de los años, ha sido y es imprescindible en mi vida. Momentos como el concierto del pasado 9 de diciembre son muy importantes, y los mido y valoro por su carga emocional, pero nunca me he parado a pensar si fui, soy o seré influyente para los demás. Cuando intercambio impresiones con personas del público o músicos, siempre lo hago desde la perspectiva personal de cómo ha de ser mi comportamiento dentro de un escenario y la forma de relacionarme con las personas que hacen posible el concierto. Comparto más la visión realista y sencilla sobre la música que tienen artistas como Paco Ibáñez o bandas como Fugazi que aquella que atiende al exceso que, en ocasiones, se le presupone a un artista.

Xabel Vegas: Rotundamente sí. El mejor recuerdo que me llevo del concierto fue el cariño que recibimos tanto del público como de otros músicos. Es fantástico ver que, después de una década desde que nos separamos, la gente no se ha olvidado de Manta Ray. Y que los miembros de otros grupos a los que admiramos, como León Benavente, Lisabö o Schwarz hayan recorrido cientos de kilómetros sólo para estar en el concierto, ha sido verdaderamente emocionante.

En realidad no es la primera vez que volvéis al escenario para celebrar el aniversario del local ¿Cómo fue el anterior reencuentro de hace cinco años y aquella actuación en el 20 aniversario del Plaza? ¿Fue más complicado ese reencuentro que éste? ¿Qué diferencias hubo entre ese concierto y éste?

Josele García: En cuanto a emociones y sensaciones, para mí, ambos conciertos han sido muy parecidos. Como dije anteriormente, se trataba de disfrutar cada momento del repertorio, pero por encima de esto siempre tuve presente (y el resto de Manta también) que se trataba de un concierto más y por tanto trabajaríamos en él con la misma seriedad y rigurosidad con que lo hacíamos cuando estábamos en activo. Así todo, creo que este último concierto ha sido mejor, estábamos más centrados en el escenario, con mayor control sobre lo que ocurría allí encima.

Xabel Vegas: El concierto en sí fue muy parecido. El repertorio era prácticamente idéntico y también dedicamos un esfuerzo enorme a prepararlo. Pero por algún motivo que desconozco, en esta ocasión todo era mucho más importante. Había más presión, más emociones y mayor responsabilidad.

Hace cinco años Nacho Vegas se unió a vosotros en el escenario  y parece que la gente también barajaba esa opción en este último concierto ¿Existió la posibilidad de que Nacho participase en algún momento de la velada?

Josele García: Hablamos con Nacho y no pudo unirse porque presentaba un libro en A Coruña. Todos lo hemos sentido, porque en el 2012 disfrutamos mucho rememorando cómo cinco chavales jóvenes habían afrontado temas como “Sol” o “Wide-O-Blues”, que en su momento ya ponían de manifiesto la madurez musical que habían logrado desarrollar.

Xabel Vegas: Por supuesto. Nacho fue muy importante en una parte de la historia de Manta Ray y queríamos contar con él sobre el escenario para tocar un par de temas. Finalmente no pudo ser porque Nacho tenía compromisos previos. Pero tanto a él como a nosotros nos hubiera encantado tocar juntos.

“Teníamos claro que no queríamos que Manta Ray muriese de inanición o como una banda decadente”

Personalmente recuerdo los conciertos (de la época) de Manta Ray como algo parecido a estar en el medio un campo magnético cargado de intensidad, electricidad y rabia (pero también elegancia) ¿Cuál era la premisa indispensable de Manta Ray cuando subíais a un escenario y qué aspecto queríais que tuviesen vuestras actuaciones?

Josele García: Nosotros siempre nos hemos querido rodear de personas que compartieran y entendieran nuestro enfoque, en cuanto a lo musical y a la hora de trabajar. Y por ello, desde casi el principio, la parte visual de nuestros conciertos, las portadas, etc… han sido responsabilidad de Ramón Isidoro, él ha sido el encargado de vestir de luz nuestras canciones en directo y somos conscientes de la importancia que siempre ha tenido. Nunca me he subido al escenario con ninguna intención predeterminada. Tan solo pienso en hacer un buen concierto. Todo lo que surgía o lo que el público podía presenciar era consecuencia de las sensaciones que estuviera experimentando en el momento. Había días en los que Manta Ray era una máquina perfectamente engrasada y otros, no lo era tanto. Pero no cabe duda de que siempre nos esforzábamos por ofrecer lo mejor de nosotros en cada nota.

Xabel Vegas: Depende de la época. En la gira del “Pequeñas Puertas…” o de “Esperanza” le dábamos mucha importancia a la elegancia. Pero en los dos últimos discos (para mí los mejores) el leitmotiv empezó a ser la intensidad, sin dejar a un lado esa elegancia. Siempre hemos pensado que éramos un grupo de directo. Y teníamos un trabajo muy preciso sobre la intensidad, que no tiene por qué ser necesariamente intensidad sonora sino también emocional. Lo que sí puedo decir es que seguramente habremos tenido conciertos más afortunados y otros menos afortunados, pero jamás hemos dejado de dar todo lo que teníamos. Algunos conciertos gustarían más y otros menos pero, aun a riesgo de sonar presuntuoso, creo que jamás hemos dado un mal concierto.

En cualquier caso da igual cuantos conciertos de Manta Ray se hubiesen visto antes… creo que nadie estaba preparado para esa descarga eléctrica, tan perfecta en ejecución e intensa precisamente en emociones y sentimientos, como la que ofrecisteis durante hora y media el pasado día 9 de diciembre ¿Cómo ha evolucionado el grupo en directo desde los 90 hasta vuestra última aparición? ¿Qué ha cambiado en la versión en directo de Manta Ray a lo largo de todos estos años?

Josele García: En primer lugar, la evolución que indicas no ha existido como tal, porque el grupo se disolvió hace diez años. Sí que cada uno hemos tenido nuestra evolución individualmente en cuanto a lo musical con los proyectos que han surgido desde entonces. Lo que ha permanecido inmutable a lo largo de todos estos años es nuestro comportamiento como músicos a la hora de compartir escenario. Tenemos una forma de pensar y actuar como una unidad, por este motivo no se me ocurriría hacer un proyecto musical en las mismas coordenadas que Manta con otras personas que no fuesen Frank, Xabel o Nacho. Otra de las cuestiones que no podemos perder de vista es el hecho de que el paso del tiempo no ha hecho mella en composiciones como “Sol”, “Mi dios mentira”, “Qué niño soy”, etc… Son canciones que siguen vigentes a día de hoy.

Xabel Vegas: Hay una clara evolución que se puede ver en los discos. Y creo que “Estratexa” supone el punto de inflexión definitivo, en el que encontramos nuestro lenguaje propio y hacemos lo que mejor sabemos hacer. Esa ha sido tal vez la principal evolución de Manta Ray.

¿Os habéis planteado en algún momento volver de manera definitiva? O quizás para una gira nacional. Lo digo porque la nostalgia está cada vez más presente, y hay muchos grupos más o menos coetáneos vuestros que han regresado recientemente (Chucho, Australian Blonde, Sexy Sadie, Surfin’ Bichos)…

Josele García: No, no me lo he planteado, pero sí me he dado cuenta en estas dos reuniones, que he apreciado mucho la reacción de aquella parte del público que nunca había visto anteriormente un concierto de Manta Ray. El hecho de comprobar que todavía somos capaces de provocar una especie de impacto frontal, sin hacer ningún tipo de concesiones, me hace sentir un músico acertado.

Xabel Vegas: Uno nunca puede decir taxativamente que no, pero desde luego ese no es nuestro planteamiento. Creo que nos separamos justo en el momento en el que teníamos que hacerlo. Y tocar cada cinco años es maravilloso porque a los cuatro nos provoca unas emociones difíciles de describir. Es un momento especial del que nos gusta disfrutar. Pero hacer una gira requiere de mucho esfuerzo. Un esfuerzo que no sé si estamos preparados para hacer. Tenemos que ser honestos con nosotros y con el público. Manta Ray ya no existe como tal. No podemos predecir el futuro y tal vez algún día nos apetezca volver a hacer una pequeña gira, no lo sé, pero ahora esa no es nuestra perspectiva.

¿Cuál fue, en vuestra opinión, la cumbre creativa de Manta Ray y por qué? ¿Qué sentís ahora cuando escucháis aquellos discos de Manta Ray y obras clave dentro de la independencia patria como “Pequeñas Puertas que se Abren y Pequeñas Puertas que se Cierran” (98) o “Estratexa” (03)?

Josele García: Creo que hay dos etapas en la discografía de Manta. Una primera, en la que la parte armónica adquiría más importancia a la hora de hacer las canciones. El mejor momento de esta etapa llegó con “Esperanza”, que además coincide que es el disco que la concluyó, para dar paso a una segunda etapa en la que la parte rítmica tomó más protagonismo. Aunque “Torres de Electricidad” es un buen disco, para mí “Estratexa” sería el más destacable y, probablemente, el disco con el que más identificado me siento de toda nuestra discografía. El mensaje en “Estratexa” se volvió más concreto e incisivo, nos despojamos de adornos y mostramos la parte más cruda de nuestra música. Digamos que, en cierta manera, musicalmente, nuestra parte más primitiva dio un paso al frente.

Xabel Vegas: Cada disco tiene algo especial. Pero si tuviese que quedarme con uno, sería sin duda “Estratexa”. Hacía muchísimos años que no lo escuchaba, casi desde que salió. No tengo costumbre de escuchar los discos que grabo. Pero ahora, para preparar el concierto, he vuelto a escuchar toda nuestra discografía. Y “Estratexa”, tanto en lo musical como en las emociones que me provoca, sigue siendo un disco importantísimo para mí.

Siempre quise saber cómo era el proceso compositivo en Manta Ray, dada la complejidad y los numerosos recovecos que albergan las propias canciones ¿Cuál era la línea habitual a la hora de crear música en el seno del grupo?

Josele García: Siempre nos interesó muchísimo la dinámica de las canciones. Técnicamente no son ejercicios de virtuosismo, incluso hay temas que no pasan de tres acordes. Pero las posibilidades que nos ofrecía trabajar desde esta perspectiva dinámica eran muy amplias. Subíamos o bajábamos la intensidad a nuestra conveniencia, los patrones de ritmo que seguíamos cada uno de nosotros no tenían por qué compartir una misma métrica, estudiar el sonido de nuestros instrumentos con una función creativa era fundamental, y de esta manera nos gustaba construir las canciones.

Xabel Vegas: No creo que haya fórmulas. En ocasiones las canciones comienzan con un riff de guitarra, con un ritmo de batería o con una línea de bajo. Otras veces surgen de la improvisación. Pero no teníamos una guía ni nada parecido. Incluso unas pocas canciones surgieron en el estudio, como pequeñas obras de orfebrería musical, a partir de samplers.

¿Cuál fue, en su momento, el principal motivo de la separación de Manta Ray? ¿Fue el momento oportuno para dejarlo u os habéis arrepentido de ello?

Josele García: Manta se disolvió cuando fuimos conscientes de que nuestra continuidad podría convertirnos en un grupo incapaz de comprometerse consigo mismo al cien por cien, y no estábamos dispuestos a que eso sucediese. En mi opinión el grupo se disolvió en el momento justo, porque hasta entonces nunca habíamos perdido el sentimiento de unidad.

Xabel Vegas: Fue exactamente el momento oportuno. Creo que fue una de las decisiones más inteligentes de nuestra carrera. Y también la más difícil de tomar. Teníamos claro que no queríamos que Manta Ray muriese de inanición o como una banda decadente. Queríamos dejarlo en el mejor momento y hasta el último concierto dimos lo mejor de nosotros mismos.

Enlazando un poco con una pregunta anterior, no hay duda de que habéis quedado como una de las bandas más indudablemente peculiares de los 90 en nuestro país, incluso diría que planea sobre vosotros una aureola de ‘grupo de culto’ cada vez más generalizada ¿Lo percibís así? ¿Qué tal sienta eso?

Josele García: La etiqueta de banda de culto suele implicar penurias económicas, giras duras y grandes dosis de fe. Es cierto que mucho de lo mencionado no nos es ajeno, pero siempre he visto a Manta como una banda que obtuvo un gran reconocimiento a pesar de lo incómoda que podría resultar su propuesta musical, y por ello me siento satisfecho. Nada más lejos del malditismo impostado que con frecuencia va ligado a los grupos de culto y que tanto rechazo me provoca.

Xabel Vegas: Soy consciente de que hay quien nos considera un grupo de culto. Pero sólo lo recuerdo en momentos como el del concierto del pasado 9 de Diciembre. Ahí te das cuenta de lo importante que ha sido Manta Ray para alguna gente y, por supuesto, para nosotros mismos. Y es una responsabilidad enorme. Supongo, además, que la perspectiva que proporciona el tiempo te hace ver esas cosas de manera mucho más presente que cuando estábamos en activo.

¿Cómo recordáis aquella escena independiente de los 90 en nuestro país? Por ejemplo, siempre se ha criticado un poco que se diese cancha a grupos mediocres que ni siquiera manejaban bien el inglés a pesar de cantar en ese idioma…

Josele García: Sin aquella escena compuesta no solo por músicos, sino también por sellos discográficos, medios de comunicación, promotores, etc… la escena actual no existiría como tal, y sería distinta. Ni mejor ni peor, simplemente distinta. Se iniciaron muchos caminos y para ello era necesario cometer errores y que la crítica del momento actuase con buenas dosis de tolerancia. Pero, ciertamente, las bandas no empezaban a tocar planteándose metas u objetivos tan absurdos como tocar en grandes festivales, cosa que sucede hoy en día. En aquella época si esto sucedía se trataba de una consecuencia, y nunca constituía un objetivo.

Xabel Vegas: Hubo bandas muy buenas y otras que no eran tan buenas. Me imagino que como en cualquier escena musical. En todo caso me quedo con lo mejor: aquella escena independiente supuso un momento de maduración cultural de este país. Y la aparición de una juventud que se desprendió definitivamente de los lastres de los años ochenta. La inquietud musical, y en general cultural, era enorme, aunque eso no siempre produjera buenos frutos desde el punto de vista de la calidad de las bandas. Pero fue una época importantísima, con sus luces y sus sombras. En todo caso nosotros siempre nos sentimos con un pie dentro y otro fuera de esa escena independiente.

¿Echáis de menos alguna banda de aquella época?

Josele García: Echo de menos la magia de El Niño Gusano y la contundencia de Lisabö.

Xabel Vegas: Por supuesto que hay bandas de los 90 que merecen ser reivindicadas. En lo que respecta a Xixón, creo que no se ha reconocido suficientemente el papel de Penelope Trip,

Y ya para terminar tengo que preguntar obligatoriamente por el Xixon Sound, movimiento del que fuisteis (uno de sus) máximos representantes ¿Qué fue en realidad todo aquello y cómo se vivió en la ciudad? ¿Cómo era vivir en Gijón en aquellos años 90?

Josele García: Creo que lo que más identificó la escena de mi ciudad no fue un sonido compartido, sino el apoyo desinteresado que nos ofrecimos entre nosotros. Siempre existió una intención de ayudar, en la medida de tus posibilidades, al resto de grupos. Es un motivo por el que guardo un gran recuerdo de aquella escena. Gijón es una ciudad que tiene la necesidad de reinventarse tras perder su identidad industrial. Se está convirtiendo en una ciudad conformista y poco reflexiva, y espero que con el tiempo volvamos a recuperar el pulso inquieto que tiempo atrás nos identificaba.

Xabel Vegas: Fue una época apasionante en todos los aspectos. Creo que fue una explosión cultural interesantísima, no sólo por la música sino también por otros fenómenos como el Festival Internacional de Cine de Xixón, el movimiento de las artes plásticas, la literatura, los movimientos sociales y políticos… Por supuesto toda época tiene sus claroscuros. Pero creo que el saldo fue muy positivo y puso a Xixón en el mapa, a la cabeza de las ciudades más vanguardistas del país. Yo me siento muy afortunado, e incluso orgulloso, de haber formado parte de aquella escena cultural de Xixón en los 90.

Muchas gracias de nuevo y nos vemos nuevo dentro de otros cinco años, sobre el escenario…

Xabel Vegas: Un millón de gracias a ti y un saludo.

Josele García: Un abrazo enorme y espero reencontrarnos dentro de cinco años. Gracias por tu apoyo.

 

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