Mujeres compositoras: Repasamos la carrera de Rachel Portman y Anne Dudley

La composición de la música del cine ha sido tradicionalmente un mundo masculino, pero desde hace años, dos británicas geniales deslumbran en la elaboración de bandas sonoras, dos señoras que se han convertido en las representantes más significativas del género femenino que compone música para el cine internacional, situándose por méritos propios en un lugar destacado en este apartado artístico.

Son los casos de Rachel Portman y Anne Dudley. Quizás Portman sea más conocida por los films en los que ha trabajado, tanto en Europa como en Estados Unidas, pero la filmografía de Dudley es asimismo muy interesante. Además, ambas ya disponen de un premio Oscar cada una, entre los numerosos reconocimientos que han recibido.

Rachel Portman nació en 1960 y fue la primera mujer de la historia del cine en recibir un Oscar a la mejor banda sonora para drama (en aquellos años se diferenciaban los premios entre música para drama, por un lado, y música para comedia o musical, por otro; dicen las malas lenguas para que Disney no ganara todos los Oscar), por la película Emma, en 1996. Además, estuvo nominada dos veces más, en 1999 por Las normas de la casa de la sidra y en 2000 por Chocolat, ambos films de Lasse Hallström, uno de los realizadores que más ha trabajado con Portman. De temprana educación musical, pronto comenzó a realizar sus primeras composiciones, sobre todo para piano. Sus estudios en la Universidad de Oxford completaron su formación, consolidando su estilo y abriéndole camino al mundo de la composición para el séptimo arte, primero en Gran Bretaña y después en Estados Unidos. Su estilo tiene influencia de la escuela clásica, como consecuencia del contexto musical de su formación de juventud, aunque su búsqueda de temas nuevos y renovación constante dotan a su música de gran versatilidad.

Ha trabajado mucho para la televisión, donde ha adquirido gran prestigio y reputación, aunque su filmografía es extensa y sólida. Su primera banda sonora es para el film Privileged, de Michael Hoffman, en el año 1982 y a partir de ahí no ha parado de componer.

Algunas otras películas suyas son: Sin pelos en la lengua (1987), La vida es dulce (1990), Antonia y Jane (1991), Donde los ángeles no se aventuran (1991), Romance otoñal (1992), Benny and Joon (1993), El club de la buena estrella (1993), El balneario de Battle Creek (1994), Sirenas (1994), Solo tú (1994), A Wong Foo, gracias por todo Julie Newmar (1995), Smoke (1995), La habitación de Marvin (1996), Pinocho, la leyenda (1996), La bella y la bestia 2 (1997), Beloved (1998), Aprendiendo a vivir (1999), De profesión, solteros (2000), La leyenda de Bagger Vance (2000), Mi Napoleón (2001), La guerra de Hart (2002), La leyenda de Nicholas Nickleby (2002), La verdad sobre Charlie (2002), La mancha humana (2003), La sonrisa de Mona Lisa (2003), El mensajero del miedo (2004), Oliver Twist (2005), Historia de un crimen (2006), La casa del lago (2006), La duquesa (2008), Nunca me abandones (2010), Bel Ami (2011), Siempre el mismo día (2011) y Tentación en Manhattan (2011).

Muchos asocian a Portman con películas de época, pero el listado anterior desmiente esa apreciación, ya que ha compuesto para multitud de temáticas. Es indudable que las historias románticas copan gran cantidad de sus bandas sonoras, pero el drama, la comedia y el thriller intenso también destacan entre sus obras.

Aunque consiguió el Oscar por Emma, una historia del mundo literario de Jane Austen sobre la alta clase inglesa, sus mayores elogios le llegaron con la música de Chocolat, llena de sensibilidad, sencilla, dulce y nostálgica. Portman continúa en activo y trabaja en sus proyectos para 2012.

Anne Dudley, también británica, nació en 1956 y aunque dispone de una filmografía más corta que Portman, tiene en su haber dos de las más influyentes bandas sonoras de los 90, que son Juego de lágrimas (1992), de Neil Jordan y Full Monty (1997), de Peter Cattaneo.

Juego de lágrimas es un película perturbadora, con intérpretes que están inmensos (gran Stephen Rea), en el marco de una historia diferente y emotiva, en la cual, la música de Dudley se integra perfectamente con las acciones de esos perdedores que solo buscan vivir una vida normal, aunque su pasado les persigue. Algunas veces triste, otras veces frenética, la música de Dudley nos acompaña en este viaje que nos propone Neil Jordan, con seres humanos al límite con oscuros secretos a sus espaldas.

En el año 1997, consiguió el Oscar a la mejor banda sonora para película comedia o musical por Full Monty, premio que llevó consigo un gran revuelo, ya que Dudley se impuso por una película que tenía poca composición original, ya que como todo el mundo sabe, Full Monty se nutre principalmente de canciones de otros autores. El caso es que mucha gente se sorprendió por el galardón, máxime cuando competía contra pesos pesados como David Newman, Danny Elfman, Hans Zimmer y James Newton Howard, creadores de composiciones más extensas y elaboradas. Pero no hay que olvidar que, más allá de la comedia, Full Monty contiene importantes elementos dramáticos, que son los que potencia la música de Dudley, motivo por el que seguramente consiguió el premio. El caso es que Dudley se llevó un Oscar para casa y esto le abrió las puertas de un importante mercado.

Dudley fue la segunda mujer en la historia del cine en llevarse un Oscar por una banda sonora, aunque su filmografía, hasta la fecha, no es muy fecunda. Además de las ya mencionadas, destacan las siguientes películas: Buster (1988), Un gran amor (1989), Amor a una extraña (1991), Jaque al asesino (1992), Camino a la gloria (1996), Tras el silencio (1996), American History X (1998), Fuera de control (1999), El hombre que hacía milagros (2000), Lucky Break (2001), Monkey Bone (2001), Tabloid (2001), Diablo (2003), Escándalo con clase (2003), El libro negro (2006), La criatura perfecta (2006), Tristán e Isolda (2006) y The Walker (2007).

Tuvo una instrucción musical de tipo clásico, aunque profesionalmente ha encaminado sus pasos hacia composiciones más comerciales y directas. Siempre se le ha considerado una compositora de talento polivalente, ya que ha trabajado para la televisión, ha puesto música para una ópera, ha dado clases de composición musical, ha participado en giras musicales, etc.

Además de sus composiciones para el séptimo arte, Dudley es conocida por su faceta en la industria musical realizando trabajos para el pop, sobre todo por sus colaboraciones con el productor Trevor Horn, en lo relacionado con la escritura de las canciones y los arreglos musicales de las mismas. Ha trabajado con artistas de la importancia de Pet Shop Boys, Seal, Rod Stewart, Phil Collins, Frankie goes to Hollywood y Marc Almond, entre otros. También es miembro fundador del conjunto musical inglés Art Of Noise.

Al igual que Rachel Portman, Anne Dudley sigue en activo preparando proyectos para los años venideros.

Para finalizar este artículo, y a modo de repaso no exhaustivo, me gustaría hacer un breve recordatorio de una muestra de otros casos (hay más) de mujeres compositoras para el séptimo arte, como la británica Debbie Wiseman (nacida en 1963, cuya filmografía es corta pero incluye films como Wilde, La verdad sobre el amor y Tom & Viv, entre otras), la compositora griega Eleni Karaindrou (famosa por poner música en muchas películas del realizador Theo Angelopoulos), la japonesa Yuki Kajiura (que destaca por sus bandas sonoras para películas niponas y música para animes y videojuegos) y la compositora inglesa ya fallecida Angela Morley (nacida como Wally Stott, en 1972 tuvo una operación de cambio de sexo y trabajó principalmente entre los años 50 y 80).

Esperamos y deseamos que el número de mujeres vinculadas a la música para el cine sea más numeroso y siga creciendo.

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