Recordamos a Gary Moore

«Con gran pena y pesar, nosotros tenemos que anunciar que Gary Moore murió mientras estaba de vacaciones en España la noche anterior. Nuestros pensamientos están con sus hijos, familia y amigos en este tiempo triste», se podía leer este domingo en la página web oficial del músico.

Sin pensármelo comienzo a escribir estas líneas, sin poder aún creerme la repentina noticia. Me viene a la memoria la primera vez que escuché a Gary Moore. Creo que fueron el increíble directo Blues Alive (1993) o los álbumes de estudio Still got the blues (1990) y After Hours (1992). Me quedé impresionado de cómo era capaz de gritar, recitar y cantar con su guitarra eléctrica. Todo lo que era podía transmitir atacando esas cuerdas era algo nuevo para mí y fue uno de los primeros músicos que me llegó más hondo en una época en la que aún no sabía por donde me daba el viento musical.

Busco mi viejo álbum  Still got the blues en el fondo de la estantería, le saco el polvo de su portada y lo pongo bien alto en la cadena de música. «Walking be myself», «Texas Strut», «Too tired» o «All your love». Qué buenos recuerdos y cuántas sensaciones intactas al paso del tiempo. Historia imperecedera de la música de la mano de un auténtico virtuoso de la guitarra eléctrica. «Story of the Blues», del álbum After hours, se convirtió en una época en uno de mis temas más reproducidos durante un largo período de tiempo. Una lenta canción con base de blues que ofrece el mejor resguardo para todos aquellos amantes de la buena música.

Acarició el heavy metal y paso del rock duro al blues más descarnado, Moore nos ha dejado sorprendentemente y sin previo aviso a sus 58 años. Tras de si quedan los potentes ritmos y los lamentos de su guitarra, que hoy deben revivirse con más fuerza si cabe para recordarlo. El músico, que tuvo su época dorada a finales de los 80 y comienzos de los 90, estuvo en los 70 con bandas tan influyentes como Thin Lizzy y dejó unos 30 álbumes en solitario contando sus directos y se convirtió en un auténtico referente por sus solos de guitarra tan genuinos.

Solos de guitarra que no se traducían en la rapidez sinsentido, sino que tenían una clara dirección melódica. Moore incluso se atrevió a resucitar a los antiguos Cream, sin Eric Clapton, cuando formó BBM con Jack Bruce y Ginger Baker. El experimento dio vida al espléndido álbum Around the Next Dream (1994), que dejó alucinantes temas como «Waiting in the wings» o «Where in the world». Tema que ahora escucho para recordar a Moore y lamentándome de no poder verlo en directo.

La música y no sólo los seguidores del blues y del rock duro estamos de luto con la muerte del cantante nacido en Belfast. Descanse en paz junto a todos los dioses de la música que nos dejaron (y ya son demasiados) y que estoy seguro que en algún lugar estarán ofreciendo un concierto de rock increíble.

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