Remate

Más que conceptual, Superluv es un disco genital. Di con estas chicas en Wikipedia, actrices porno apellidadas LUV, y me pareció una historia increíble

Coincidiendo con la entrada del nuevo año, el madrileño Remate publica su séptimo trabajo, estrenado discográfica y bajo el peculiar título de Superluv (por lo que tiene de romántico) (Everlasting, 2011).

En realidad a estas alturas está claro que el músico no es precisamente un tipo corriente, por lo que tampoco debería sorprender demasiado que el hilo argumental del álbum resulte diseñado en base a un grupo de actrices porno que comparten Luv como apellido común. Una obra ambiciosa, personal e incómoda que conjuga sin preocupación castellano e inglés, ha sido grabada en Nueva York y producida por LD Behgtol -habitual en el clan Magnetic Fileds-, contando con colaboraciones como la del propio Stephin Merritt entre muchos otros.

Y de paso un disco que, atendiendo a las respuestas aportadas por el artista en la presente entrevista, no he interpretado exactamente en la misma manera que su autor. Aunque en realidad en esa duplicidad de pareceres reside la gracia del asunto ¿O no?

¿En qué consiste exactamente la trama argumental de “Superluv (por lo que tiene de romántico)” (2011) y cómo surge la iniciativa de hacer un disco conceptual?

Di con estas chicas en Wikipedia, actrices porno apellidadas LUV, y me pareció una historia increíble, un cuento de hadas. Amor con erratas en medio de una cópula en escorzo. Shakespeare tocando la lira con tortícolis mientras intenta descifrar cuántas tetas hay en la escena. Más que conceptual es un disco genital.

El disco desprende un ambiente cinematográfico, en parte romántico pero también vicioso, dramático e inquietantemente decadente ¿Era esa la mezcla de sensaciones esperada y pretendida al componer el álbum?

Es que me temo que la cosa no va así: uno no piensa adjetivos ni si el disco va a ser conceptual o no, ni nada por el estilo, a priori. Te vas encontrando con canciones, con historias, con sonidos en la cabeza que concuerdan con el clima que imaginas para cada canción, cada cuento, cada ‘fundido a negro’… Y entonces quizá consigas dar con lo que imaginas, o no. Salvo por lo de cinematográfico, que sí que siempre fue así en mi cabeza desde el origen. Más o menos siempre he pensado muy en formato cine pero en Superluv mucho más.

¿Por qué optaste por ese aire casero y de baja fidelidad que acompaña a buena parte del disco?

Sin tener nada en absoluto en contra de lo casero (he hecho álbumes en mi casa y quién sabe si haré más en el futuro, y soy fan absoluto de, entre otros, East River Pipe, que graba en su casa…) es imposible considerar Superluv… de ‘sonido casero’, es simplemente una reducción en el mejor de los casos. La idea del sonido, no en mi música sino en el pop, es algo que daría para una tesis, pero no tanto porque sea necesario explayarse necesariamente sino porque la gente se confunde con demasiada facilidad.

Baja fidelidad frente a la ausencia de ruido de fondo, digamos, en la música, desde luego. Los instrumentos resuenan más allá de las notas que interpretas, del violín siempre nos quedará el arco pasando por el mástil además de las notas, en la guitarra igual, en la voz se cuela la respiración (salvo que la palmes mientras cantas, que tiene seguramente su aura), de los sintetizadores toda la onda magnética de los cables y pedales y posibles cortocircuitos, de la percusión el viento con el que mueves las mazas o las baquetas, el eco… Si quitas todo eso tienes un disco de Lady Gaga. Si lo dejas tienes algo que quizá al menos explique algún misterio de la humanidad. Otra cosa sería, en mi opinión (mi opinión al hablar de mi disco es seguramente la menos indicada) hablar de que, aunque hay muchas pistas en muchas canciones y menos en otras, el disco lejos de estar muy saturado como mucho es barroco en lo microscópico. Está algo desnudo, pero hablando de porno es lo lógico, ¿no?

La mezcla de idiomas contribuye a generar una adictiva anarquía sonora en el álbum ¿Por qué incluir varios idiomas en las canciones?

Empecé componiendo en inglés como un hábito natural adquirido a lo largo de mis otros discos, y luego supongo que ante todo por la historia, que era más y por primera vez ajena a mi vida (aunque realmente nunca haya compuesto canciones domésticas en sentido estricto; pero esta historia es obviamente más universal que mis pajas mentales) empecé a escribir en castellano pero por primera vez eran canciones y no anotaciones o apuntes, sino canciones. Entonces me apeteció mucho y eso suponía no sólo un idioma más sino un timbre más porque cada idioma tiene su timbre (hay gente que sublima esto y dice que cada idioma tiene su alma; yo de momento me conformo con el timbre). Y además el, en cierto modo, spanglish del disco me resultaba divertido, y a LD y compañía igual o más que a mí.

Precisamente LD Behgtol ha sido el encargado de la producción ¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar con él y qué tal funcionó la contribución?

Nos conocimos online en principio, hace años, porque él reseñó unos discos míos en el Village Voice de NY y le gustaron mucho. Yo no sin cierto rubor me lo creía pero no me lo terminaba de creer, digamos. Pero así era, y por mail ya entonces me ofreció que fuera allí a grabar un disco con ellos, “ellos” significaba él como productor y su entorno (“entorno” al que había enseñado mis discos) como apoyo y banda. Entonces pasó un tiempo considerable y cuando tuve estas canciones se las mandé, él se las reenvío a Stephin Merritt con el que también entonces empecé a mantener correspondencia virtual, a quien también le gustó mucho todo (volví a creérmelo-no creérmelo no sin cierto rubor pero resultó también verdad de la buena). Luego ya con el proyecto claro, LD pasó en mi casa de Madrid una semana de pre-producción hablando de lo divino y de lo humano, y luego nos fuimos a NY… y todo eso. La experiencia me ha resultado simplemente genial, en lo que a mi vida se refiere.

¿Qué otras colaboraciones encontramos en el disco y cómo se llevó a cabo la grabación con esos músicos?

La banda la denominamos Los Adult Film Actresses de Bushwick, por el rollo spanglish, porque responde al barrio de Brooklyn donde lo grabamos, y porque homenajea a las actrices del disco. Y son todos gente del entorno de Flare, New Criticism, Magnetic Fields…, convocados por LD y el propio Stephin Merritt; más Carlos Toronado (vocalista de PAL) por lo que a mí respecta, con quien además grabé las maquetas. Con todos fue un placer trabajar, afortunadamente además nos hicimos amigos y son esenciales en el disco. Además de ellos mismos están Jon DeRosa (guitarra eléctrica -Alan Sparhawk, Palace Brothers, Stephin Merritt…), Pinky Weitzman (violín -Belle and Sebastian, The Magnetic Fields, The Hold Steady…), Julia Kent (chelo -Antony and the Johnsons, Angels of Light, Devendra Banhart…), Sam Lazzara (vibráfono, percusión – Carol Channing, Patti Smith…), Carlos Toronado (loops…)…

¿Crees que “Superluv (por lo que tiene de romántico)” (2011) es el disco más ambicioso publicado por Remate y quizá de primeras el menos accesible?

Ni la más remota idea de ambas preguntas. Lo siento.

En cualquier caso, estamos ya ante el séptimo disco de tu carrera ¿Cómo ha cambiado y evolucionado la música de Remate desde sus inicios hasta el momento actual? ¿Qué encontrará de novedoso el oyente en el nuevo disco de Remate?

Espero no ser el mismo de hace unos años porque me resultaría un coñazo. Pero ante todo me refiero a que si uno no cambia y sigue siendo el mismo, sería como la película El Día de la Marmota, pero sin resultar divertido. Evidentemente mis discos han cambiado la propuesta de uno y en uno y quizá a veces de dos en dos. En cualquier caso al menos yo veo tres bloques sencillos: dos discos grabados en casa, cuatro con Paco Loco, y Superluv sería lo primero de la tercera etapa. Más allá de eso no puedo analizar(me) porque si me psicoanalizo más de lo que te digo sería patético.

¿Qué tal han funcionado las primeras presentaciones del disco en directo? ¿Hay gira prevista?

Pues creo que los conciertos han sido emocionantes y espero tocar mucho y durante bastante tiempo.

A lo largo de toda tu carrera has publicado discos en un buen número de sellos discográficos ¿A qué se deben los habituales cambios de compañía de Remate?

A cuestiones nada misteriosas pero también aburridas, en mi opinión, como para ser parte de una entrevista. Eso es como la parte oficinista de mi trabajo como músico, no considero que deba ser público salvo excepciones. Pero sí te digo que no hay grandes dramas ni wikileaks.

¿Cómo ves la actual industria discográfica? ¿Está el artista estatal condenado a terminar auto-publicando sus propios discos?

A la industria la veo como siempre, de reojo. Si le prestara demasiada atención me iría a pescar paellas a cualquier playa. Perdona que no hable más de esto, la crisis, la auto-publicación… pero sería largo y ante todo no creo que aportara nada nuevo al debate. Por eso, por ser parte de la industria como músico, sin ser neutral ni nada por el estilo (La ley Sinde es una chapuza, vamos, eso te lo digo claro), prefiero centrarme en lo mío para no dar la murga.

Gracias y suerte con este nuevo álbum.

Muchas gracias a vosotros.

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