Richard James – We Went Riding (Gwimon)

La separación de Gorky’s Zygotic Minci se encuadra en la categoría de grandes tragedias de la primera década del siglo XXI. Quizás no es comparable al tsunami del 2004 o la Guerra de Irak pero para cualquier amante de la perfección pop – un género elusivo y un tanto misterioso – la ausencia de estos galeses sigue siendo un doloroso recordatorio de que no vivimos en el mejor de los mundos posibles.

Richard James fue el bajista y cofundador junto a Euros Childs de una de las bandas más brillantes que han salido de las islas británicas en los últimos años. Ahora en solitario publica su segundo disco, tras el también muy remarcable The Seven Sleepers Den, que nos permite volver a revivir la magia de ir disfrutando del descubrimiento de un puñado de canciones que sorprenden una y otra vez y resultan malsanamente adictivas. De primeras, recordará mucho a cualquier disco de Gorky’s Zygotic Minci, como por ejemplo que el estribillo de “When You See Me” es calcado a la de “Spanish Dance Troup” del disco homónimo, pero nos podría la nostalgia y seríamos injustos si no reconociéramos que este disco y a este autor tienen un estilo diferente de lo que distinguió a los Gorky’s. El pop sigue siendo la piedra de toque pero también aparecen buenas dosis de rock progresivo, mucho folk, algo de psicodélia rural y hasta momentos donde quien manda es la música tradicional galesa, en muchos aspectos casi calcada a la irlandesa. Estamos ante un disco dulce, cálido, de magdalenas de la abuela. Con una sobria pero perfecta instrumentalización, experiencia se le llama a eso, y que James canta con las tripas en la mano. Es también remarcable que Euros Childs colabora en los coros en algunas canciones por lo que podemos seguir soñando una reunión de Gorky’s en algún momento del futuro.

De momento, de Richard James ya podríamos decir que entra en ese maravilloso club, tan británico él, de veteranos cantautores que siguen en vanguardia, siguen sacando discos arriesgados y tienen una intolerancia grave a la nostalgia. Robyn Hithcock, Paul Weller, Richard Hawley por nombrar algunos. Ahora solo hace falta que James consiga hacerse conocer en el continente, tan cegato y lento para muchas cosas, para ser uno más de pleno derecho. Es simple cuestión de tiempo, con discazos como éste, y los que vendrán, canciones como “Aveline” o “Said I’d Leave” serán pequeños clásicos modernos. O al menos eso sería así en el mejor de los mundos posibles.

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