Shellac + Decibelles (Playa Club) A Coruña 06/06/18

Shellac es una banda de culto y Steve Albini y Bob Weston leyendas vivas en el mundo del rock y del hardcore independiente de Estados Unidos. Vale, bien. Pero, ¿qué significa eso exactamente?

Los que les vieron por primera vez este miércoles en el concierto que dieron en el Playa Club de A Coruña (era su segunda vez en Galicia y la entrada fue bastante buena) pudieron entender un poco de qué va esto de ser un grupo que se ha ganado la etiqueta de culto.

Sin necesidad de recurrir al In Utero de Nirvana ni al Surfer Rosa de los Pixies, que, si bien sobrevolaban la sala al comienzo del recital, se esfumaron tras la hora y 10 minutos de estruendo.

Y es que culto al ruido fue el que demostraron ellos sobre el escenario, adonde se subieron a eso de las 22,45 horas. Derrochando profesionalidad con la técnica de sonido (que para eso son reconocidos ingenieros), empezaron a atronar las primeras canciones, con su último disco, el Dude Incredible (2014), muy presente.

Antes de tocar «You Came in Me», Albini confesó que le encanta venir a España. No en vano, es la banda internacional que más veces ha tocado en el Primavera Sound, y ya van doce.

Están de vuelta de todo (se formaron en 1992 y procedían ya de otros grupos) y se les nota. Sobrados de experiencia, no escatiman en espectáculo, como cuando guitarrista y bajista se colocaron cada uno en un extremo de la estancia, para después juntarse con el singular Todd Trainer, aporreando la batería muy fuerte. Hubo riesgo de desnucarse entre gran parte del público.

Los de Shellac son unos tíos carismáticos y su música y sus letras, una bomba de destrucción masiva. Llegada «Prayer to god», del álbum 1000 Hurts (de 2000), ya un gran puñado de fieles no dudaban en salir a matar. Enfilaron la noche con «Riding Bikes» y comentaron si había alguna pregunta, la consideración que no falte.

Abrir los brazos en horizontal a modo de avión se ha convertido hace tiempo, dicen, en una seña de identidad de la banda, metáfora de su rollo existencial. Después, Albini gritó lo más potente que pudo el ‘can you hear me now’ de «End of Radio», del Excellent Italian Greyhound (2007). Y con sus gafas de señor, sus pintas de señor, se secó el sudor con su pañuelo rojo de vaquero. Hay que ser leyenda para sujetarse con tanta clase la guitarra a modo de riñonera.

Las teloneras de Shellac (como los días anteriores en Euskadi y Madrid) fueron las francesas Decibelles, que sonaron muy alto, como su nombre indica. Ritmos cambiantes y desenfreno de estas riot grrrl, dos chicas y un chico, que no se quedaron cortas de ruido, punk y pop en su paso por A Coruña.

Foto: WOS

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