The Sonics – Sala Heineken (Madrid)

Entradas agotadas y muchas ganas entre los asistentes de ver a la mítica banda del noroeste de los Estados Unidos. Y es que era la primera vez que la formación se pasaba por Madrid. Desde que se reunieran hace ahora  unos tres años, en principio sólo para un par de conciertos, habían tocado en Bilbao, Barcelona y en Vitoria, pero no por estos lares.

Seguro que decir que con ellos empezó todo es una exageración, pero no son pocos los que lo piensan así. De ellos se ha llegado a decir que fueron realmente la primera banda “Punk”, mucho antes de que existiera la ahora tan manida etiqueta. No en vano, su disco BOOM, está considerado como uno de los discos más influyentes en la historia del Rock.

Los de Tacoma salieron al escenario con media hora de retraso, a eso de las diez de la noche (el concierto estaba anunciado a las nueve y media) cuando ya se comenzaban a oír las primeras quejas, pitidos y gritos de cierto sector del público impacientado. La formación estaba compuesta para esta gira por Gerry Roslie a los teclados con una extraña camiseta prendida al atril, que le tapaba prácticamente la cara (¿No le gustaran las fotos?) un Rob Lind al saxo y con cara de buenos amigos y un siempre “dandi” Larry Paripa a la guitarra, como componentes de la formación original. Acompañados de Ricky Jhonson a la batería y Fredy Dennis al bajo, estos dos últimos son nuevos músicos en la banda formando una sección rítmica que funciona como un reloj.

Sin decir ni hola, y como si de una banda de jovenzuelos se tratara, comenzaron a tocar una canción tras otra. Prácticamente sin paradas y con muchas ganas, una actitud que deberíamos recordar a muchas bandas cuarenta años mas jóvenes que ellos, llegaron a una versión de su clásico “Cinderella”, momento en el cual, la sala parecía venirse abajo. El clásico de Richard Berry, “Have a Love Will travel” fue el elegido en este “Tracklist” para continuar con la fiesta, para enlazar con una magnífica versión del no menos clásico “Keep a Knocking” de Little Richards.

Llegando casi al final de concierto, se guardaron otra de sus canciones incontestables, “Strychnine”, otra de las más celebradas entre la comunidad “garajera”. Ya en la recta final del set, otro clásico como “Lucille” hacía presagiar que lo bueno estaba acabando, aunque había algunos miembros de la banda que hubieran tocado una hora más, muy a pesar de su edad.

Los obligados “bises” nos trajeron la obligatoria revisión de “Louie Louie” y uno de sus hits “The Witch”. Un concierto de lo más intenso viniendo de unos señores cuya media de edad se acercara a los setenta. Aunque la voz de Gerry Roslie en algunas ocasiones no llega, a pesar del esfuerzo que hace, ahí está el bajista Fredy Dennis para suplirle muy bien con un chorro de voz envidiable y ejerciendo las veces de frontman. También mención especial para el guitarrista Larry Paripa, con ese sonido tan característico de The Sonics, parece mentira que cuarenta años después fuera capaz de reproducirlo prácticamente igual.

Este tipo de reuniones no son siempre un acierto, a tenor por lo visto con otras bandas de la época. No es este el caso, The Sonics han vuelto y no sabemos si será para quedarse, pero una cosa es segura, los que los vieron el otro día en Madrid, tardaran mucho tiempo en olvidar ese concierto.
Como decían por ahí o eres de los del «Louie Louie» o eres de los otros.

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