Tindersticks – Joy Eslava (Madrid)

Hacía apenas un año que les habíamos tenido de gira en nuestro país presentando el estupendo The Something Rain, pero ahora la razón era otra.
La carrera de Tindersticks cumple 21 años este 2013 y lo han celebrado con una serie de conciertos conmemorativos y con la edición  de Across six leap years, que incluye diez nuevas versiones de las canciones más representativas de su historia.
Pasaban pocos minutos de las 20.30 cuando los británicos saltaban al escenario. Es curioso el horario de los conciertos en la capital, cada vez más estrangulada por obra y gracia de unos gobernantes más preocupados por los macrocasinos y por recaudar, que por la cultura y el ocio nocturnos. Terminaremos haciendo crónicas de matinés y si no, al tiempo.
La primera parte del show, de menos de media hora nos mostró a una banda intimista que, haciendo de teloneros de sí mismos y de manera casi acústica, recuperaban algunas pequeñas joyas menos habituales en su repertorio. Los ecos vocales de «Tricklin´» inauguraron la noche para dar paso al metrónomo que David Butler activó para interpretar «Marseilles Sunshine» y poco a poco sus hieráticos compañeros fueron uniéndose para desgranar momentos tanto recientes («A Night So Still») como pretéritos («She´s Gone»). Cuando empezamos a deleitarnos, terminó el aperitivo y tuvimos que esperar otros 20 minutos para que el show «convencional» comenzara.

A las 21.30 la banda regresó para hacer un viaje por los momentos más significativos de su discografía. Hasta 9 músicos sobre el escenario y un sonido soberbio que ganó muchos enteros al verse acompañado de un respeto y silencio como pocas veces he visto en una sala en los últimos años.

A partir de ahí, un derroche de clase, virtuosismo instrumental y vocal para goce de los que allí nos encontrábamos, que lo mismo nos acordábamos de Lee Hazlewood con la magia de «Sometimes it Hurts», que movíamos las caderas al ritmo de «If You Looking For a Way Out» o nos quedábamos sin respiración con «Another Night In».  Tampoco faltaron temas de su pasado más reciente («Show Me Everything», «This Fire is An Autumn», Medicine…), ni esas piezas que siempre soñamos con escuchar en un concierto de los de Stuart Staples. Desde la brumosa «Say Goodbye To The City» a la celebradísima «City Sickness», para finalmente, culminar de la mejora manera posible con la sobrecogedora «My Oblivion».

El único bis de la noche dejó todas nuestras necesidades saciadas, enlazando las gloriosas «Travelling Light» y «Can We Start Again?» con toda la sala ya dando palmas. «What are you Fighting For?» fue la encargada de cerrar una noche memorable.
Una emocionante sucesión de melancólicos pasajes marca de la casa, que han hecho al grupo de Nottingham una de las referencias más reivindicables, en una escena no muy dada a este tipo de propuestas.
 

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