Tote King – T.O.T.E. (BOA)

Seguramente, este no haya sido el mejor año que ha tenido la escena del hip-hop estatal. Quizá, deberíamos dejar de hablar de «escena» del hip-hop, ya que, aunque cada día aparece una nueva formación, muy pocas son las que relamente tienen algo que aportar, y menos todavía son las que consiguen hacerse con seguidores y los mantienen. Casi todo se resume en esos diez o doce grupos más o menos veteranos, que todos conocemos; Doble V, Falsalarma, SFDK, VKR, Sólo los Solo, Hablando en Plata

Tote King siempre ha ido por libre. Su nuevo trabajo T.O.T.E. (2008), reafirma esta idea, y ya de paso, airea el panorama. Dejando a un lado la sobada competi, las demostraciones de ego, el ver quien la tiene más larga o es más hardcore, Tote King entrega un disco que se desmarca completamente de los clichés que marcaban el devenir del rap español, emparentándolo con Homogeddon (2006) de Elphomega.

Es difícil encontrar otro rapero con más frases brillantes por minuto. Parece que el éxito no ha cambiado su manera de entender el hiphop y todas sus señas de identidad siguen estando perfectamente reconocibles en este trabajo; los guiños cinéfilos, el baloncesto y la crítica social, aunque esta última esté un poco más diluida. No es para menos, en los dos últimos años las cosas le han ido muy bien, como él se encarga de recordarnos en «Ahora Vivo De Esto». Ese reconocimiento le ha servido para tirar por la calle de en medio, arriesgar con los productores (en este caso norteamericanos como Auditory Beats o nacionales como es el caso de Equisman) y sobre todo, arriesgar con las bases. A destacar la del tema «Ven» con el hermano Shotta, con un genial (por imprevisible) sample de Los Finders y ritmo a lo Muchachada Nui. El otro tema-experimento del disco es «El Tendero» con Chico Ocaña líder de Mártires del Compás, envite del que sale airoso pese al riesgo de odiosas comparaciones con su paisano Haze. Nada que ver, por cierto.

Con la vista puesta en gente como Kanye West o The Neptunes, el resto del trabajo desprende un aroma a soul y a funk que lo convierte en algo prácticamente inédito en nuestro país, sobre todo por la ambición y el riesgo de la propuesta. En «No Sonrío Pero Todo Está Bien» Lírico vuelve a demostrar su solvencia frente a un micro y conforman un dúo de muchos quilates. Por su parte las dos colaboraciones con Juaninacka, uno de los mejores MC’s del país y compañeros en el grupo pionero La Alta Escuela, son seguramente los mejores temas del disco, en especial «Rebelde por Defecto», toda una declaración de intenciones con una base antológica, aunque es en «La Reunión» donde Tote proclama  «Mis amigos dicen -Tote ¿tienes un problema?, yo contesto – Dos; Hip Hop».

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