Virginia Labuat – Night and day (Sony)

Tercer disco de Virginia Labuat, y gran paso adelante. Su pasado como ganadora del concurso Operación Triunfo parecía limitar sus posibilidades en círculos, digamos, alternativos, pero con este disco es muy posible que consiga silenciar prejuicios y derribar esas barreras que no deberían separar la música en función de su procedencia, sino de su calidad.

Y calidad la hay de sobra en este doble disco (CD + DVD) repleto de aromas americanos, de ecos de los 50 y primeros 60, de sonidos norteños (Motown) y sureños a partes iguales. A ello contribuye una acertada producción que separa el grano de la paja, haciendo un uso inteligente de los recursos, renunciando a todo lo innecesario y potenciando el protagonismo de todos y cada uno de los instrumentos utilizados así como de la voz de Virginia. También, claro, unas canciones (en inglés todas las del CD y la mayoría en el DVD) de una calidad realmente sorprendente.

Desde los primeros segundos de «Let me talk» ya queda claro que aquí se ha venido a trabajar, y no a amontonar capas de sonido. La percusión con la que se abre la canción exuda simplismo y tranquilidad (por momentos me recuerda a Peggy Lee interpretando «Fever»), una constante a lo largo de la canción y del álbum. Virginia se confiesa en esta canción (con referencias a su pasado) tanto como en la siguiente: «Main Street», una canción con mucho swing y con unos divertidos cambios de ritmo, es una queja sobre los prejuicios hacia el mainstream. El homenaje a los 50-60 sigue: «Get the check» cuenta con el clarinete de Mastretta para un medio tiempo jazzístico con un delicioso scat, al estilo Ella Fitzgerald, al final; el primer single, «Dream man», combina los contagiosos ritmos de Motown (todavía más marcados en «My Lord») con una estructura casi rockabilly;  «Out the blue» es claramente una balada country con lap steel incluida; los bajos y mandolinas campan a sus anchas en «For once», y «Lotus Isle» es tan soul que no es difícil imaginarla cantada por Amy Winehouse y explotando cabezas.

Algunas baladas de estilo más moderno, como «I’ll find the way», «Immature», o el medio tiempo «I wonder» están más ancladas en el presente, aunque también con ese puntito «retro» sobre todo en la instrumentación. En general puede parecer, al final, que hay un exceso de canciones en el disco: tal vez con 10 bien escogidas hubiera quedado redondo del todo.

El CD («Day») viene acompañado de un DVD («Night») con diversas actuaciones en formato acústico, grabadas en directo en el estudio como parece verse en los vídeos, y un «making of» que ilustra algunos detalles de la grabación pero, sobre todo, lo bien que se lo pasaron sus protagonistas. Tan bien como nos lo podemos pasar nosotros escuchando las canciones con oídos bien abiertos y mente despejada. Si eres fan de Eilen Jewell o Jolie Holland, por citar dos nombres de chicas más o menos jóvenes y  renovadoras de eso llamado «americana», no deberías dejar pasar de largo este disco.

 

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