Arctic Monkeys + Miles Kane – Palacio de los Deportes (Madrid)

Hace tiempo que venimos pregonando que Arctic Monkeys son sin duda, el mejor grupo de su generación. Vista la expectación que despertó y sobre todo el resultado de su concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid ante casi 15.000 almas, no hacemos sino refrendar nuestras palabras.

Abría la noche Miles Kane, antiguo miembro de The Rascals, compañero de aventuras de Alex Turner en los imprescindibles The Last Shadow Puppets y desde la pasada temporada, popular solista. Su actuación no fue la de un telonero al uso, ya que había gran expectación en una audiencia que hacia las 21.00 cuando salió al escenario, ya comenzaba a poblar las gradas del recinto.

Kane se crece encima del escenario y el pop con reminiscencias mod de Colour Of The Trap parece hecho para el directo. Buena muestra de ello fue el comienzo arrollador con “Better Left Invisible” y la elegante “Counting Down The Days”, que pronto enlazó con la gran “Rearrange” para meterse a la audiencia en el bolsillo.

Cuarenta minutos en los que prácticamente tocó todas sus canciones, incluyendo además “The Responsible”, versión de Jacques Dutronc publicada como cara B. El final con “Come Closer” y una acelerada “Inhaler”, dejó el ambiente propicio para la descarga de adrenalina que estaba por venir.

Pasaba un cuarto de hora de las diez cuando los cuatro de Sheffield aparecían en escena comandados por un Alex Turner con nuevo look de aspecto rockabilly. Sin que pudiéramos pestañear hilvanaron “Don´t Sit Down ´Cause I´ve Moved Your Chair”, “Teddy Picker” y “Crying Lightning”, un torrente de energía revitalizadora con reminiscencias punk que despertaba a los muertos.

Una pequeña concesión pop con las dos gemas “The Hellcat Spangled Shalalala” y “Black Treacle”, para entrar de lleno en el momento más explosivo de la noche, en el que atacaron la incendiaria y gloriosa “Brianstorm”, las chisporroteantes “The View From The Afternoon” y “I Bet You Look Good On The Dancefloor” y la reciente “Library Pictures”. Demoledor.

La mitad del concierto ya valía el precio de la entrada, pero aún había tiempo para disfrutar de piezas como “Evil Twin”, cara B del single “Suck It And See” la contundente “Brick by Brick” con las voces de esa bestia parda llamada Matt Helders, (descomunal en la batería), el toque Morrissey de “She´s Thunderstorms” o la vitaminada “This House Is A Circus”. Con “When The Sun Goes Down” terminó el concierto.

Para el bis nos tenían reservado ese tema con ecos a Echo & The Bunnymen que es “Suck It and See”, además de la tremenda “Fluorescent Adolescent”. Para cerrar, con la compañía de Miles Kane a la guitarra, una “505” que quizá desentonó con la inmediatez de toda la velada, de la que salimos con un regusto de bríos adolescentes, de experiencia única y de rock and roll en estado puro.

Muy grandes.

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