Entrevistamos a Andrés Calamaro

Andrés Calamaro se encuentra en un gran momento. De hecho, lleva varios años seguidos viviendo un gran momento. Era de prever que Cargar la Suerte (2019) fuera a ser un el gran disco que ha sido, su mejor trabajo desde El Palacio de las Flores o quizá desde El Salmón. Ahí es nada. Por eso, había que acercarse a charlar con él, para desgranar su nueva obra y entrar en calor para su nueva gira española, que arranca en breve y va a traer un repertorio que es armamento pesado. No es broma, tenemos entre manos uno de los mejores discos de Calamaro y el próximo tour por salas y festivales como Pirineos Sur, que hoy mismo anunciábamos, va a dejar al respetable boquiabierto.

«Soy alguien conversador y reflexivo, todos los días pienso en las mismas cosas y las escribo: El desarrollo de la actualidad, La Biblia, los toros, el escenario electoral, la geografía política, la segunda guerra mundial»  

Antes de este nuevo disco, tus últimos movimientos públicos fueron la gira Licencia para cantar y el álbum Volumen 11. Me gustaría comentarlos brevemente contigo. Primero, la gira Licencia para cantar fue un momento álgido de tu carrera, ibas acompañado de percusión, contrabajo y piano, nada más, y las canciones se sostenían y emocionaban. Me sorprendió mucho que no editaras disco en vivo porque el tour lo merecía.

Verdad, tenemos grabada aquella gira y ha habíamos elegido directos de la parte española. Estábamos progresando con las mezclas en directo, cuando nos encontramos con una serie de eventos. Entramos a grabar informalmente con el trío, y terminamos en una producción importante con Carlos Narea. Hace dos años de esto. Esperábamos publicar primero los duetos y después el directo, pero escribimos las canciones de Cargar la Suerte y lo grabamos. En seis meses. La gira está bien grabada y con momentos francamente buenas.

Entonces hay dos discos inéditos. Uno de duetos producido por Carlos Narea y otro en vivo del tour Licencia para cantar. ¿Saldrán en algún momento?

Sí, exacto. El disco de duetos ya está grabado, es muy interesante. Abrimos una caja de Pandora. Grabaciones en directo tengo cientos. Quince años de giras. Licencia para cantar esta avanzado.

Respecto a Volumen 11, ahí hay canciones importantes. Entiendo que era un combinado de temas de distinta procedencia, pero fue una alegría que salieran juntas canciones que tenían que estar en disco y no perdidas, como “Apocalipsis en Malasaña”, “La noche” y, muy especialmente, “Rock y juventud”, que es un clásico mayúsculo.

“La noche” es un descarte de Bohemio, “Rock y Juventud” (la original dura diez minutos) es un fragmento de CADUD – Canción de amor de un día (Proyecto de Javier Corcobado), “Apocalipsis” la grabamos para Alex de la Iglesia. Sabes que tengo querencia por mis grabaciones domésticas, me gusta compartir esas cosas. Y además la improvisación libre instrumental que tiene mucha importancia para mí, porque responde a la música que escucho como aficionado.

¿Qué te hizo descartar “La noche” de Bohemio?

No recuerdo, casi siempre descarto canciones por algún detalle en la letra. ¡Debería descartar más!

Como creador de Volumen 11, ¿cuál opinas que era el motivo principal que amarraba todas las canciones?

No son canciones amarradas, es más bien un gabinete de curiosidades. No es un largometraje ni una obra de teatro, son grabaciones. Pero tampoco las elegimos y las editamos juntas, las escuchamos en los estudios, elegimos originales y versiones. Sabes que tengo cientos de grabaciones, algunas se pierden en los formatos o en viejas máquinas. De la cinta magnética a la grabación digital fueron muchos formatos y se oxidan.

Bien, ahora entrando en materia. Justo cuando estabas planeando la grabación de Cargar la suerte me dijiste que lo que querías era garantizar un buen sonido. Lo conseguiste, desde luego. ¿Pero qué tipo de buen sonido buscabas? ¿Por qué te preocupaba ese aspecto especialmente cuando tus discos siempre suenan muy bien?

Pensaba en Southern Blood, el póstumo de Gregg Allman, una grabación exquisita en Nashville. Ese tipo de buen sonido. La música suena pero el rock es género amplificado. Si estuviera dirigiendo una película querría tener muy buen audio. La música se siente, el audio se escucha. Este tampoco es el audio de Nashville, grabamos con la crema de los músicos de Los Angeles en un plan ambicioso.

Una vez finalizada la grabación, me contaste que el hermanamiento con los músicos fue fuerte.

Fuimos compañeros cuatro días, pero buenos compañeros. Un compañero no es un amigo, está más involucrado. Estos muchachos grabaron el disco conmigo, me dejaron mucho. Tampoco quise que fueran sesiones frías y grabé con ellos mis partes. Conversamos y me di a conocer, compre L.Ps para todos, bien elegidos, y comíamos juntos. Fueron muy generosos en términos musicales. No puedo no quererlos.

¿Cómo se organizó la grabación? Me imagino que todo estaría perfectamente organizado para aprovechar esos cuatro días.

Gustavo (Borner, Productor) eligió un casting ideal. El casting es todo. Músicos con un credo musical elegidos para estas canciones, con especialidades en el multi género americano americana. No habían escuchado las canciones, nos juntamos, las escuchábamos dos veces y las grabábamos. El sonido para los músicos estaba muy bien dispuesto, es fundamental para grabar varios músicos al mismo tiempo. Alquilamos un estudio con espacio y maquinaria para grabar así. También llevamos los arreglos escritos para cuerdas y bronces. Después terminamos voces y letras, otros cinco días más. Lo que no hicimos fue doblar, duplicar guitarras o coros. Suena bien y ahorramos tiempo, tiempo pero no música.

El dolor que contiene “Verdades afiladas” es enorme, bestial. Se habla mucho de lo dolor que contiene un disco como Honestidad brutal pero, guau, “Cargar la suerte” lo empezaste fuerte también. “Verdades afiladas” duele mucho.

Soy más frío con las canciones, una vez que son canciones ya no me duelen. A mí no. Honestidad brutal fue una gran fiesta terrible, a los dolores hay que olvidarlos como sea… Estas canciones heterosexuales son demasiado frecuentes en mi repertorio, intento cambiar el eje, y en Cargar la suerte, que tiene textos escritos hace un año, estaba cambiando de piel.¿Cúal es tu piel ahora?

 

El mismo pellejo de siempre, ¡que a pesar de todo aguanta! Lo que mejoramos es en conceptos y pensamiento, tratamos de escribir mejor y de cantar bien. La piel es la misma, maduramos los interiores.

En “Tránsito lento” hay una búsqueda y hallazgo del arreglo elegante.

Es verdad. Quería sonar como Al Green y Gustavo Cerati. Estábamos grabando con Brandon Fields y le pedimos un solo. Brandon tiene un sonido único, esos sobre agudos, el bending… Técnica grande de boquilla y grasa de motores. El solo es pintura al óleo.

 

No sé si es a adrede, pero entre las canciones hay un juego, palabras que pasan de una a otra.

Todo mi texto va así. Las palabras y las ideas se transportan. Dentro de una canción, entre canciones…  Soy alguien conversador y reflexivo, todos los días pienso en las mismas cosas y las escribo: El desarrollo de la actualidad, La Biblia, los toros, el escenario electoral, la geografía política, la segunda guerra mundial. Ahora mismo estoy centrado en la métrica de los versos de arte. Una persona y sus contenidos.

“Cuarteles de invierno” es solitaria. ¿Es difícil vivir entre dos patrias?

Más complicado es vivir en Argentina solamente.

¿Es muy distinta la vida que llevas en España que la que llevas en Argentina?

Mi vida es distinta si estoy grabando o de gira… No importa dónde. Mientras no estoy tocando, tengo una vida parecida siempre. Una rutina bastante sencilla. Mis verdaderos cuarteles de invierno. No necesito demasiado para vivir, una rutina alimentaria, respetar mis horarios y mis hábitos. En mis dominios me encuentro muy bien, rodeado de mis máquinas y dejando pasar los días, en España como en Argentina. Son dos escenarios diferentes para en lo social y político, pero mi vida es similar: Buenas tertulias, conversaciones, cocinando para mí…

“Diego Armando canciones” es un tipo de medio tiempo muy abierto, de acordes mayores, que llevas trabajando especialmente desde Bohemio. No sé si estarás de acuerdo, pero creo que este tipo de canción nace de ese disco.

Son acordes de Germán (Wiedemer, teclista y director musical e la banda de Andrés) que me sorprendieron un poco. Los versos los escribí pensando en métrica criolla para cantar en tonos menores con quinta mayor. A Bohemio llegué con muchas canciones terminadas, mas de las que grabamos. Bohemio es un disco de Cachorro López (nde: Productor) y tiene la firma de productor. López quería que yo grabara la mayoría de los instrumentos, como en las maquetas. Habíamos escuchado el repertorio varios meses antes de grabar. Cuando grabamos el disco mi vida había cambiado un poco, estábamos ensayando con el grupo y grabamos con la banda. Un disco es como una película, cuando toca grabar se graba.

Germán es una persona muy importante para ti. Me atrevería a decir que, aunque siempre has tenido buenos socios, nunca habías tenido una mano derecha hasta que llegó él.

Sí que tuve muchas manos derechas y también izquierdas. Y mentores. Yo solo no podría haber hecho tanto, ni en discos ni en las giras. Soy mis compañeros y yo. Tuve manos, cabezas y corazones. Siempre compañeros. Los que están son los compañeros, en circunstancias adversas o comprometidas.

En “Las rimas” pienso que prima más la espontaneidad que el fraseo súper medido o la poesía demasiado pensada. ¿Es este un acercamiento correcto por mi parte a esta canción?

Es espontánea sí …  No quería grabar beat genérico en un disco con instrumentos de rock, entonces probé cantar sobre estos acordes. La letra ya estaba escrita, eran más versos, quizás demasiados. Espero poder cantar eso en directo. Saber cuándo terminar de corregir un texto es un arte en sí mismo. A “Las rimas” no le metí demasiada mano, otros textos los seguía corriendo hasta catarlos, otros los debería haber mejorado mas.

«Mi forma de vivir la tengo clara, no es negociable. Trabajo para mantener los privilegios y la impunidad de mi estatus, lo que haría cualquiera»

¿Te influyó Residente en el fraseo?

Qué va. Para presumir de influencias de Residente tengo que escribir mil palabras más. El flow de René es de Puerto Rico. Es una escuela, la de T. Calderón mejorada. Residente es extraordinario, es el que manda en la música latina hoy en día. A Residente nadie se le arrima. No tiene competencia.

“Las rimas” tiene unos cuantos versos bastante fuertes. ¿Todo empieza con un beso y lo demás son cadenas familiares? Tú eres un hombre bastante cariñoso, ¿hasta qué punto piensas que esos versos te definen?

El asunto de las cadenas familiares es el pensamiento alemán de Schopenhauer. Y posteriores reflexiones. Del amor como definición de ego prosaica, la de Sigmund Freud. Reconstruir el pensamiento y el orden social es nuestro servicio.

Y una forma de vivir también, ¿no crees?

Mi forma de vivir la tengo clara, no es negociable. Trabajo para mantener los privilegios y la impunidad de mi estatus, lo que haría cualquiera. Es un buen pivote para desarrollarme en otras áreas como el cine y los libros. “Las rimas” baja línea en diversas direcciones. Es un buen corte transversal, tiene contenido existencial, pesimismo… lo que tiene que tener. Alegría principalmente.

“Siete vidas” me recordó a ese tipo de rock duro que empleaste en “All you need is pop” y “Los chicos”. Guitarras palm muting, épica y corazón abierto. 

“Siete vidas” es un personaje que Daniel Melingo y Rodolfo Palacios escribieron para mi, parte de la próxima épica linyera de Daniel. Una obra grande y fascinante, un personaje desarrollado. Terminé de grabar con Daniel y seguí escribiendo mas desarrollo de “Siete vidas”. Las guitarras son especiales, Marc (Goldenberg) es un músico de sesión contrastado pero Rich (Hinman) grabó guitarras insólitas de buenas, doce veces. Creo que el solo es de Marc.

“Mi ranchera” es otra de las que contienen versos fuertes. El balazo.

Los textos rancheros, que son dos, ya los tenía escritos. Es el eje heterosexual. No entiendo como pude escribir ochocientas canciones así. Letras tristes con música alegre es parte del legado de The Beatles. En estas cuestiones sensibles la que manda es la música. Es la que templa con alegría.

En “Falso” te preocupa la falta de sustancia sobre el contenido. No sé si esto es un mal de nuestro tiempo o si siempre ha existido. Ni siquiera sé si es un mal. Allá cada uno.

Esta letra era más reaccionaria y críptica. Carlos Solari me aconsejó que no redunde en la comedia, que sea escéptico y amargo, Gustavo me pidió algo parecido. Digamos que, a último momento, la adapté a un discurso que entiendan públicos de todas las edades. Son ideas que ahora tengo mucho más desarrolladas. El discurso virtual no es real, está fragmentado según ejes morales, eso es un atraso de siglos, hay que ser reaccionario y defenderse.

¿Defenderse de quién?

Querido amigo, hace cuarenta años mi escenario era la dictadura militar, toda una ciudadanía indefensa y vulnerable frente al gobierno usurpador, la policía, los jueces, la moral, la religión, la familia y cualquiera. Sé de qué lado estoy. Conmigo los libres del mundo.

“Falso” es funk, un género que has empleado en multitud de ocasiones pero no sé si alguna vez te han preguntado por tu relación con ese estilo de música. Siempre se te ajusta, se nota que la entiendes.

El groove, es el compás negro en el rock. ACDC tiene mucho funk. Entender el funk es primordial. Pero el compás aparece en los géneros específicos, es otra clave en Puerto Rico y en Andalucía, el adelantado que supo reunir las dos claves fue Jerry Gonzalez. El swing en estados unidos viene de las claves negras del sur.

«Hace cuarenta años mi escenario era la dictadura militar, toda una ciudadanía indefensa y vulnerable frente al gobierno usurpador, la policía, los jueces, la moral, la religión, la familia y cualquiera. Sé de qué lado estoy. Conmigo los libres del mundo»

El fallecimiento de Jerry fue una tragedia. Tu tuviste muy buenos momentos con él que quedaron registrados. Nunca le conocí, pero siempre pensé en él como en un hombre valiente.

Éramos mejores amigos, una persona enorme. Probablemente el músico más grande que haya conocido. Y conozco a grandes artistas, músicos, toreros e intelectuales. Pero Jerry era mucho Jerry. Tenía la clave, la isla, el jazz, los subsuelos, el Caribe, la ciudad, los tambores, el flamenco… Un milagro que ocurrió en Madrid.

“Adán rechaza” mantiene esas guitarras eléctricas grumosas que aparecen en distintos momentos del disco. ¿Cómo conseguisteis esas texturas?

Los guitarristas grabaros con sus equipos y no doblamos guitarras. Supongo que Gustavo metió mano en los sonidos para las mezclas. La guitarra de Marc es más limpia, en la mezcla están empatados los sonidos. Me parece que el grumo lo trabajó Gustavo en el estudio satánico.

Supongo que era importante que “My Mafia” fuera tan dulce, ¿verdad?

Le debía una canción así a mis amigos, hace muchos años. Los de la agencia de coches usados. Mi riñón. “My Mafia”, como “Mi ranchera”, son primeras tomas vocales, las dos empiezan sin batería… “My Mafia” es una canción de amor entre varones, es importante sacar del eje a la materia sentimental, el amor tradicional es una verga. El que aguanta es el de los compañeros.

¿De verdad te da igual ahora mismo el amor tradicional? ¡No te hagas el duro!

El amor tradicional es una estafa advertida por Sigmund Freud, pero no nos gusta leer libros con letra pequeña. No queda otro remedio que aprender con el tiempo o no aprenderlo nunca. Todo es una pérdida de tiempo, cuando antes aprendemos a estar solos, más cerca estamos de la paz interior y la felicidad. Esto es Schopenhauer textual.

El ritmo lento de “Voy al volver”, colocado al final, me hace pensar en que el orden de las canciones del disco es estratégico y pensado. ¿Es algo a lo que le das muchas vueltas? Me da la sensación de que sí.

El orden de las canciones es la edición, es sagrado. Un momento muy importante en todos los discos. Fundamental. Este es un orden pensado para dos caras de un disco, una lista de doce canciones o dos lados de seis. Supongo que separamos las canciones por sectores de velocidad o tempo. La secuencia de canciones es uno de los momentos más importantes de los discos. Los Beatles dejaron fuera de un disco “Strawberry fields” por “Lovely Rita”. No hay quien lo entienda.

La gira española arranca ya, cuéntame qué tipo de formato y repertorio podemos esperar. Me dijiste que sales a la arena con cuarteto rockero.

Salir de gira no es una situación normal, cada gira es un compromiso distinto y un sacrificio mayor. No es la suma de conciertos y bolos en un año. Armamos las giras para tocar dos temporadas con el mismo equipo de compañeros, los mismos fierros (dentro de lo posible) y el mismo escenario. De momento no ensayamos y ayer pasé una lista de las canciones que prefiero cantar. Además estoy escribiendo versos y sonetos para cada una de las quince ciudades de esta primera mitad de año. Este año somos cuarteto mas cantante apto para tocar instrumentos, si no sumo una segunda guitarra, es un cuarteto (de una guitarra). Hicimos una gira entera con piano, contrabajo y percusión. Somos cinco, hay que pensar en un escenario diferente. Soy una persona que canta en circunstancias excepcionales.

Fotos: Thomas Canet

 

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