Escala 1:1: «Das Model»: Versiones que se ven bien

Maestros de la modernidad alemana y de la cara más sintética del krautrock, Kraftwerk llevarán consigo para siempre el honor de haber sido una de las formaciones que popularizaron la música electrónica en todo el mundo. Experimentales en sus inicios, pasaron en no mucho tiempo a ver la vida de una manera más pop. Paradigma de esa etapa y de la influencia del grupo en el posterior synthpop fue «Das Model», o «Das Modell» (dependiendo de la época), de 1978, una melodía pegadiza que contó con una lírica sobria gentileza del multifacético Emil Schult. En 1981, la reaparición de la versión inglesa (“The Model”) en el sencillo «Computer Love» le abriría todavía más camino al gozar de una enorme popularidad.

 

Big Black (1987). Aspereza en inglés.

Los contundentes Big Black, con Steve Albini al frente, quisieron dejar claro que, a pesar del óxido que destilaba el sonido de sus guitarras y esa abrasión tan característica, la influencia de los alemanes también fue partícipe del bendito atentado sonoro que perpetraron los de Chicago durante buena parte de los ochenta. En su versión en inglés, su «The Model» es una otorragia más que necesaria para dar un golpe en la mesa y acabar con tanta delicadeza a la hora de reinterpretarla.

 

Rammstein (1997). Se veía venir.

Siendo Rammstein y Kraftwerk dos de los grupos alemanes más internacionales, esta versión era inevitable y también fue de las primeras que incorporaron una segunda “l” al sustantivo Model. Los riffs de guitarra y la batería marcial e industrial marcas de la casa acompañan a la característica entonación de Till Lindemann en una propuesta que, cómo no, deja un espacio bastante majo para que se luzca Flake Lorenz a los teclados. La entrada en francés le da ese toque de distinción irónica, entre un pretendido glamour y la realidad prêt-à-porter.

 

The Cardigans (2003). Sicher ja!

Que una banda sueca que canta en inglés eligiese la opción en alemán para tan interesante versión es genial. Y lo es porque honra a la primigenia, pero también porque demuestra que la pretendida sonoridad del inglés no es más que una imposición mercantil. ¿No me crees? Escucha esta propuesta, donde la voz de Nina Persson irrumpe y doma una instrumentación llena de guitarras industrializadas, reminiscencias de clavicordios, campanas tubulares, melodión y percusión que enmarcan una interpretación envolvente y de evidente atracción hacia lo misterioso en un alemán más que perfecto y sonoro.

 

Die Toten Hosen (2012). Sintetizada y analógica.

Otro de los nombres alemanes por excelencia, los punkis más exitosos al otro lado del Rin (con permiso de Die Ärzte) se atribuyeron una de esas versiones inversas, en las que repasan el clásico electrónico sin más instrumentos que guitarras, bajo y voz. Con un Campino más comedido de lo habitual, el tema en cuestión conoce el terreno del rock más punk, o del punk más rock (con ellos casi nunca se sabe), incluyendo un berreo la-la-la-ra-la-la para acabar coreando a pleno pulmón festivo-futbolero.

 

Und wird von Millionen von Ohren gehört.

Aludiendo a una de sus estrofas, pero cambiando parte del sentido sensorial, «Das Model» fue escuchada por millones de oídos, algunos de ellos pertenecientes a bandas que no dudaron en incorporar una versión del tema a su catálogo y contribuir así a expandir una lista de reinterpretaciones de la que, como es habitual, rescato otras cuatro para la memoria.

Snakefinger (1979). La primera versión conocida fue sobre la composición inglesa y es una maravilla raruna de las buenas. Nos la trajo este personaje ligado a The Residents y a Chilli Willi and the Red Hot Peppers (sí, así se llamaba su grupo, no es un “es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que…”).

La Dolce Vita (1982). Primera propuesta que se conoce del tema alemán. A pesar del nombre italiano, este dúo era germano, y a pesar del ritmo jamaicano sintetizando y sincrético con synthpop, no les salió del todo mal.

Scala & Kolacny Brothers (2005). Curiosa versión belga de coros femeninos dirigidos por Stijn Kolacny y su hermano Steven al piano, una colaboración entre tipos dedicados, básicamente, a reinterpretar temazos de ayer y hoy. Por variar.

Das Moon (2011). Desde Polonia llegó esta versión bastante milimétrica con tintes electro dark, con una voz femenina tan mecánica que, a pesar de los temporales que caen por aquellos lares, sería imposible que se resfriase.

 

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