Especial Björk: 25 años de ‘Post’, su disco perfecto

Desde hace bastante tiempo, la genialidad de Björk trasciende etiquetas, estilos y cualquier tipo de encasillamiento. La islandesa lleva toda una vida dedicada a la música, desde que con tan solo 12 años editara su primer disco. Y así hasta nuestros días, que se encuentra preparando el que será sucesor de Utopia (2017), en el que exploraba “la búsqueda de la utopía y de estar enamorada.

Su salto a la escena internacional llegó con Sugarcubes y su fantástico disco de debut Life´s Too Good (1988) que incluía canciones como la recordada “Birthday”. Sus dos entregas posteriores, Here Today, Tomorrow Next Week! (1989) y  Stick Around for Joy (1992) fueron menos inspiradas y aunque dejaron alguna que otra perla (¿Quién no recuerda “Regina”, «Hit» o «Happy Nurse»?), después de su tercer disco se produjo la disolución de la banda.

Y entonces llegó Debut (1993), disco grabado en Londres con la inestimable ayuda de Nelle Hooper donde reorientó su carrera hacia los sintetizadores y los nuevos sonidos, consiguiendo una puesta de largo que conseguía acompañar a su personal e inconfundible voz con acertados arreglos electrónicos. Hits de la talla de “Human Behaviour”, “Big Time Sensuality” o “Venus As A Boy” y un carácter que a pesar de lo innovador resultaba totalmente atemporal, hicieron de ella uno de los nuevos iconos del momento.

 

La influencia de Björk es clave para entender la evolución de la música de los 90 y años posteriores, espejo en el que multitud de bandas han intentado reflejarse sin conseguir acercársele. No solo por su debut, sino por su siguiente lanzamiento, ese Post (1995) del que se cumplen 25 años. Hablamos de su pieza maestra, que iba varios pasos más allá que Debut (1993), siendo más ecléctico y completo, marcando el camino del pop electrónico de la época y configurando esa obra que trasciende con el paso de los años. Ahí estaban figuras trascendentales como Nellee Hooper, Tricky, Graham Massey (808 State) y Howie B para dotar a esas once nuevas composiciones, del envoltorio más adecuado.

La contundente apertura de “Army Of Me”, primer single de adelanto, dejó claras las intenciones de la artista, que presentaba su nuevo álbum con una inicio arrollador, que sonaba contemporáneo y a la vez, miraba al futuro, acompañado de una letra demoledora: «¡Y si te quejas una vez más, te encontrarás con uno de mis ejércitos!». Le seguía una canción hiperperfecta, esa «Hyperballad» que en cuanto a estructura, sentimiento, atmósfera y belleza, estaba a eones luz de lo que cualquier coetáneo de la Guðmundsdóttir pudiera soñar.

 

Las delicadas «Isobel» y «Possibily Maybe» volvían a conectar en intenciones con los planteamientos de su disco anterior y momentos como “Enjoy”, la acercaban al entonces en boga trip hop, aquí orquestado con maestría por la mano de un Tricky que se encontraba en su mejor momento.

 

Pero como decimos Post iba mucho más allá, Björk era capaz de entregar momentos inmortales como la maravillosa «It’s Oh So Quiet», guiño a los musicales de los años cuarenta, todo un clásico instantáneo cuyo vídeo dirigido por Spike Jonze, se convertiría igualmente en uno de los clips más influyentes de la época.

 

Y qué decir de las cuerdas de «You’ve Been Flirting Again» o el salto a la pista de baile con «I Miss You»… todo encaja en el que consideramos el más completo, inspirado y acertado trabajo de la compositora. Entre las virtudes de Post (1995) no solo está el ser uno de los álbumes más sólidos y geniales de la década de los 90, que supo aunar como pocos pop y electrónica, acompañándolos de una personal lírica y creatividad desbordantes. Después de él su carrera evolucionaría sin cesar y nos depararía grandes sorpresas, pero ya nada sería lo mismo. Homogenic (1997) quizá el LP que mejor defina la peculiar evolución de su carrera y Vespertine (2001), mantuvieron el hechizo en momentos y a partir de ahí, la experimentación tomó protagonismo, sin que la inspiración se resintiese, pero ya nada volvería a emocionarnos de la misma manera. La Björk más melódica daba paso a la más inquieta y en constante búsqueda, llegando hasta nuestros días con una sólida carrera de la que sentirse orgullosa.

5 comentarios en «Especial Björk: 25 años de ‘Post’, su disco perfecto»

  • el 6 julio, 2020 a las 10:32 am
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    ¿Volverá algún día Bjork hacer canciones tan especiales y bonitas o seguirá empeñada en ver cómo suena el eructo de una ballena después de comer placton?

    • el 6 julio, 2020 a las 5:05 pm
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      j, el «debacle´´ empezó con Medúlla. En 15 años sus mejores discos fueron Vulnicura (muy a la altura de Debut, inferior claro, pero muy poco) y Biophilia.
      Su mejor disco y redondo en su conjunto es Vespertine. Pero entiendo que la cima sea Homogenic. Aunque hay q ser realistas y por culpa de canciones como Immature y 5 years si no recuerdo mal, baja el nivel.

    • el 7 julio, 2020 a las 8:44 am
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      Muchas gracias David

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