Especial Once + Una: Víctor Coyote

Este otoño, Víctor Coyote publicará nueva obra después del adelanto que supuso «Cumbia de milagro» el pasado seis de junio. Una de las acepciones más claras de originalidad en nuestra música, lleva el nombre de Víctor Aparicio Abundancia, cuya presentación en sociedad fue junto a Los Coyotes en 1980, desde entonces no ha dejado de ser pionero y sorprender, empezando por si mismo. Si bien el rockabilly fue su primera manifestación, el rock latino encontró en él su primer punto de apoyo importante y continuado, atrayendo los aplausos del propio Santiago Auserón. Su esencia gallega y universal, le llevó ya en solitario a seguir explorando ritmos brasileños, a cruzarse con la electrónica más experimental, y a volver a la senda del rock y el folk, siempre con su marca surrealista y directa, inconformista y plagada de humor. Todo eso sin contar sus envoltorios estéticos tan maravillosos, dentro y fuera de la música, con excelsos trabajos para Alaska y Dinarama, Amparanoia o el propio Juan Perro, por citar un mínimo. Pasemos a la acción.

1. “Extraño corte de pelo” (single, 1982)

“Me dijo: ¿cómo lo hago? / le dije: algo especial”

Primer single y primera formación de Los Coyotes, Fernando Gilabert a la eléctrica, Nando del Valle a la batería, Ramón al contrabajo, y Víctor a la acústica y voz.

“Extraño corte de pelo” estará acompañada de “Líos en el cine” y “La estación fantasma”, cruzando a Gene Vicent con The Cramps, pasando por la Tuy (Pontevedra) natal de Víctor Coyote, y el Madrid de sus primeros años. Rockabilly, punkabilly y psychobilly, todo en uno, así serían sus primeras canciones.

2. “Cien guitarras” (Mujer y sentimiento, 1985)

“Cien guitarras suenan, en la montaña las panteras beben / cien guitarras cantan, sonido de lucha de mil mujeres / ay, ay, ay, ay… / cien guitarras suenan…”

Disco fundamental para disfrutar del mejor rock latino hecho a ambas orillas del Atlántico. Producido por Ramón Godes y el resto de ‘coyotes’, fue su primer LP, que vino a confirmar los buenos presagios de singles previos como “300 kilos” (1983) y “El mono” (1984).

3. “Las calientes noches del barrio” (Las calientes noches del barrio, 1987)

“Dámelo todo, mira mis dedos, / en cada estrella una bola de fuego / vuelve a tu planeta pero ven a mi lado / en las calientes noches del barrio”

Giro a sonidos más sintetizados y bailables en clave Prince, tal y como rezan todas las reseñas de la época. El caso es el paso adelante de Víctor para evitar ser encasillado, llevando su estética de torso desnudo a la portada, aguerrido y como cita una de sus canciones, “Muy macho, muy lanzado, muy caliente”. De paso, también puede apuntarse el tanto de iniciar el urban más descarado y mejor elaborado, y estamos hablando del año que estamos hablando, pueden abrir los ojos así, exacto, de esa manera. Ahora, Los Coyotes son Fernando Gilabert y el propio Víctor Coyote.

4. “De color de rosa” (1988)

“Mis amigos dicen que ya está bien, que ya basta, / que estoy llevando las cosas demasiado allá; / ¿pero qué saben ellos del lenguaje de las plantas / si no tienen oído para la felicidad?”

Vuelta al camino de Mujer y sentimiento pero con lo vívido de por medio, la mezcla llega a ser sublime en “Esta noche me voy a bailar” y la elegida “Color de rosa”, aunque hubiera preferido traerles la versión en directo del último disco de Los Coyotes, Tocando sus éxitos (1991), para entonces ya serían Los Coyotes de Víctor Abundancia. Aquí, de momento, vuelven a ser un grupo.

5. “El típico español” (Puro semental, 1990)

“A quién dices que le va bien, que a ese me lo cargo yo (…)

Pero cuidado que voy, y vengo lanzado, / y tengo coraje, y me sobra amor. / Pero cuidado que voy, y soy muy ruidoso, / pero generoso, soy el típico español.”

Último disco de estudio de Los Coyotes, con derroche de imaginación tanto en el diseño como en la música, Víctor se marca uno de los mejores clips del momento. Producido por Luis Carlos Esteban (Olé Olé) quien ya estuviera en Las calientes noches del barrio, y el propio Coyote; cuenta con las colaboraciones destacadas de Cristina Lliso (Esclarecidos), Luis Miguelez (McNamara, Alaska y Dinarama…), o Toñi Salazar (Azúcar Moreno).

6. “Otra bola” (Lo bueno, dentro, 1995)

“Necesito otra bola, / para mandarla fuera; / necesito un lobo para verle las orejas; / necesito un resorte / que me dispare la pena. O necesito tu amor”

Víctor Coyote inicia su camino en solitario con un discazo grabado entre Sao Paulo y Madrid, bajo la producción de Pedro Barceló. Su primer sencillo, “Jaguarundi”, logró ser la sintonía oficial de la Vuelta Ciclista a España en su año, todo un esfuerzo de marketing que supone su despedida de la compañía que siempre le acompañó, Tres Cipreses, Grabaciones Accidentales y DRO pasan definitivamente a la estructura de Warner. Víctor se centrará definitivamente en su carrera como diseñador, sin renunciar a la música.

7. “Renegar” (Lucha de migajas,1999)

“Yo me negué y renegué. Si me acordé ya lo olvidé”

Producido por Jaime Munárriz (Monaguillosh, Destroy Mercedes), y con invitados como Mastretta, nuestro Coyote continúa en la primera división de la creatividad y la vanguardia, esta vez desde las filas de la electrónica y el inventado sonido Cranggg.

8. “Yo, que creo en el Diablo” (¿A qué viene ahora silbar?, 2004)

“Y yo que creo en el Diablo, en el santo Job, en el mar de los Sargazos, en la gota que colma el vaso y en la sangre del Señor”

Regreso al origen, las guitarras toman el mando, el rock vuelve a asomar, y Víctor Coyote no deja de mejorar a la hora de sincronizar sus excelentes canciones con la narrativa visual, como en este caso.

9. “Joven de cuello vuelto” (Dos años luz y cuarto, 2011)

“Joven de cuello vuelto / que tiene la manía / de andar con mujeres / más maduras que yo. / Joven de pelo suelto / y ella de tetas blancas; / en su cuarenta cumpleaños / tráfico la sancionó”

Disco de transición sobre papel milimetrado, que nos llevará a un nuevo Coyote en De pueblo y de río. De hecho, aquí encontramos a Pablo Novoa, fundamental su destreza para el siguiente paso.

10. “Río de lágrimas”  (De pueblo y de río, 2014)

“Y me destrozaste una y un millón, / no puedo zafarme de tu maldición. / No olvidaré nunca tus promesas falsas / cómo podré parar este río de lágrimas”

¡Qué acertada la unión de Pablo Novoa y Víctor! Disco para el recuerdo, transformar mil influencias de todo tipo en esta pura energía de sentimiento y folk no está al alcance de cualquiera. Como en este caso, una mágica versión del clásico de Johnny Burnette, ‘Lonesome tears in my eyes’ (1956).

11. “Cumbia de milagro” (Cumbia de milagro, 2019)

“Pa’cavar mi tumba / ya me apaño solo, / ya me apaño solo / y me sobra ayuda. (…) Vivo de milagro / voy tachando fechas en mi calendario”

Expectante ante el nuevo paso.

+Una. “Osos en Patagonia” (Nuevo folk postindustrial, 2005)

“Dar toda esta vuelta para volver aquí: / soy un adoquín, soy una llorona. / Tendría que dar las gracias una vez a mi mujer / por abandonarme y llevarse el cactus”

Había alguna bola extra más, como la canción interpretada junto a Fangoria, “Amor apache”, original de Gloria Trevi, o aquel dúo con Alaska para dar nuevos aires a otro clásico latino, “Cara de gitana”. Pero “Osos en Patagonía” anda más escondida y resulta una pieza clave para seguir el rastro evolutivo de nuestro ‘Coyote’. Además, forma parte de una interesante recopilación de Julián Hernández (Siniestro Total, Transportes Hernández y Sanjurjo…), quien también produce junto a Víctor Coyote dicho tema.

Una sección de Cheri Vegas

Ilustración: Erika Seven

Texto y selección: Chema Domínguez

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