Green Day – Father of All Motherfuckers (Reprise)

Green Day están en franca regresión o, por lo menos, en el sentido cronológico de la palabra. Cuando uno pasa de ser referenciado como inspiración a estar inspirado por lo que dicta la tendencia es preocupante, pero si uno se fija en lo que ocurrió hace veinte, diez o sesenta años sin mucho criterio tiene un cacao muy serio, a no ser que quieras iniciar una revolución de revival, que no creo que sea el caso.

Father of All Motherfuckers es el epitafio de lo que venía siendo Green Day, aunque también puede ser una nueva involución o la profanación de la tumba en la que yacen sus inicios. Que quede claro que cambiar no es malo, todo lo contrario, pero solo si lo haces a mejor o a más interesante, y a los de Berkeley parece que les ha podido la presión de quedarse fuera de juego entre el retro millenial, el retro fifties, y el retro xennial.

Las dos primeras canciones de lo que nos atañe, que en realidad debe ser una con una pausa de tres segundos, es un despropósito de efecto palmas, coros tan evidentes que hasta cansan, voz hiperproducida -que podría ser la de Armstrong como la mía-, y mil detalles más que avanzan lo duro que va a ser esto. Sí, porque si lo que pretendes es parecerte remotamente a The Black Keys, tienes que ser The Black Keys; si no, pasa lo que pasa, que te puede llegar el “Lonely Boy” de baratillo.

Tanto si eres de los de Dookie como si eres de los de American Idiot, te va a dar igual.

“Oh Yeah” empieza con ese coro que ya a la tercera se te ha quedado grabado para la eternidad y que sirve para aterrizar una versión del grupo hasta ahora poco vista: la de adolescentes de los cincuenta, con sus chaquetas de equipo de fútbol americano, que van al dinner a pasar la tarde. “Meet on the roof” se adentra en esa ventana abierta, algo más acelerada, con irritantes coros (esto no va a parar) y con un poco más de gracejo (tampoco mucho más).

Para cuando llegas a la mitad del disco, te salta “I Was a Teenage Teenager”, que podría ser una declaración de intenciones, aunque lo que produce es que salten las alarmas: como dice el refranero, siempre sabio, “para calcar a Weezer no hace falta tanta alforja”. Es más, deberían regalársela para que, en la gira conjunta que han anunciado, la toquen ellos, que seguro que lo hacen mejor. “Stab You in the Heart” recupera la esencia del rock de los cincuenta, aunque, en realidad estés encerrado en esas escenas míticas de Regreso al futuro o de El pato Howard.

“Sugar Youth” es un alivio y parece ese salvavidas que uno espera poder agarrar cuando el barco se está hundiendo. Es decir, cuando uno compra un disco de Green Day espera algo así o, insisto, sin condenar la evolución, algo lógico sin entrar en despropósitos. Siguen un par por el mismo sendero: “Junkies on a High” es la lenta, la que siempre tiene que haber, pero rinde pleitesía también a la quintaesencia de los californianos; y “Take the Money and Crawl”, aunque demasiado limpia para tanta distorsión, es marca de la casa. “Graffitia” cierra un disco inesperado y prescindible (casi) de inicio hasta el final -precisamente gracias a ella- que ya ha dividido entre partidarios y detractores del cambio. Bueno, de todo tiene que haber en la viña del señor.

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2 comentarios en «Green Day – Father of All Motherfuckers (Reprise)»

  • el 13 febrero, 2020 a las 12:50 pm
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    siempre fueron una puta mierda, el dookie ese , lo comparas con discos de la misma epoca y solo sirve para usarlo de posavasos, aun asi, es preferible esta tonteria de banda punkchikle, que soportar a la zowie y don patricio

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