Hablamos con Víctor Coyote de sus ‘Días de alarma’

Nada viene siendo fácil desde la irrupción de la covid en nuestras vidas, pero hay que mantener la calma. Víctor Coyote y sus Días de alarma logran contrarrestar ansiedades, enfados, tristezas, estupideces y otros demonios interiores y exteriores que tanto han florecido desde marzo. A través de sus ilustraciones, aparece el buen humor, una mirada reflexiva y certera, recuerdos familiares, neuras puntuales, justas reivindicaciones, admiraciones, cercanías… Y ya van dos obras maestras en un solo año, Las Comarcales primero y Días de Alarma después. Por cierto, mañana estará presentando Días de Alarma en colaboración con la librería madrileña Panta Rhei, y a través de Instagram Live a las siete de la tarde.

«En la vida hay que ser valiente, lo cual no quiere decir ser un superhéroe. Partiendo de esa base, la única manera de ser valiente es la de tratar de controlar el miedo. Y el humor ayuda a dominarlo»

DÍA 2 DE ALARMA. LU, 16 DE MAR

Cierras con la frase: “Que el pánico no te estropee ningún chiste. Y que el cachondeo no anule una dosis racional de miedo”.

¿Puede ser esta la mejor herramienta anímica aprendida durante la primera ola de la pandemia?

Bueno. Eso ya estaba aprendido desde hace tiempo. En la vida hay que ser valiente, lo cual no quiere decir ser un superhéroe. Partiendo de esa base, la única manera de ser valiente es la de tratar de controlar el miedo. Y el humor ayuda a dominarlo.

Tu intuición, como tú mismo explicas, te lleva a iniciar un diario en forma de tiras a través de Instagram, ¿qué motivaciones te llevan a esa intuición?, ¿era también una terapia necesaria para ti mismo?, ¿cuándo decides que será un libro?

Pensé que sería interesante aprovechar el material (humano, estético y social) que facilitaba la situación. Yo nunca hago trabajos por terapia. No estoy especialmente enfermo, con lo cual no estoy especialmente necesitado de terapia, ni de relajación, ni de encontrarme a mí mismo ni ninguna de esas zarandajas. Es verdad que fue bueno trabajar en los dibujos de Días de Alarma desde el punto de vista de que, al estar trabajando, me olvidaba de algunos problemas que aparecían en el horizonte de los autónomos. Cuando llevaba ya tiempo dibujando, porque el estado de alarma se prolongaba, vi que daba para un libro y me plantee publicarlo.

DÍA 24 DE ALARMA. MA, 7 DE ABR

SANIDAD PÚBLICA / La mejor del mundo, la mejor pal mundo / Día mundial de la salud. SANIDAD PÚBLICA

En este y otros días de alarma, la sanidad, los sanitarios y su labor adquieren todo el protagonismo (merecido) de la tira. ¿Les hemos agradecido lo suficiente su labor? ¿Se les ha valorado lo suficiente?

Creo que la gente, el público, la ciudadanía o cómo se diga, si. Definitivamente sí. Hay descerebrados que no lo han hecho. Y muchos políticos del país se han comportado de modo muy guarro, anteponiendo sus intereses, manías y mierdecillas a los intereses del pueblo.  El personal sanitario siempre suele actúar con criterios científicos y humanidad. Eso es lo correcto y su gran valor.

DÍA 18 DE ALARMA. MI, 1 DE ABR

Claro enlace con “Soy un trabajador, soy un autónomo, soy un artista” de Las comarcales, tu último disco. En otra tira empiezas con “SOY EL TÍPICO ESPAÑOL”. ¿Cuánto hay de tu ideario musical en Días de alarma?¿Mantienes el paso abierto entre una y otra esfera artística?

Antes consideraba que eran disciplinas separadas. Ahora también, pero mi ideario -ideario cambiante, no monolítico, por cierto- impregna lo que hago, sea musical o plástico, o comiquero.

DÍA 28 DE ALARMA. SÁ, 11 DE ABR

La clave de humor se respira claramente aquí, aunque impregna el fondo de un buen número de tiras. Dinos que al rematar la historia con ese ¡EUREKA! HEMOS DESCUBIERTO LA PÓLVORA, la risa te ha impedido acabarla en ese momento.

La risa me la provoca no el dibujo, si no el origen de la tira. Que determinados políticos, humoristas, artistas, periodistas o youtubers digan obviedades, o sea, que “descubran la pólvora” siempre me da mucha risa.

TIEMPO DE POSTALARMA 2

Con esta serie cierras el libro, días que han resultado ser más inquietantes que los de alarma. Por ejemplo, en esta segunda tira reflejas nuestro Congreso en un día cualquiera, ¿se recuperará la dignidad en la política?

Hará falta más tiempo para eso que para cerrar las heridas de las guerras carlistas. De todos modos, el problema en la política es que se trabaja con “lo posible”, o sea lo que buenamente se puede hacer, que es limitado. Pero se vende, y mucha gente lo compra así, como la consecución de “la maravilla”. Yo soy realista y siempre voto al que me parece menos mastuerzo.

¿Qué técnica o técnicas has empleado, qué materiales, cómo visualizas primero cada tira y viñeta?. En los colores se repiten cálidos y fríos muy contrastados, ¿creaban el clima que buscabas, barajaste otras opciones?

He trabajado las viñetas a mano, a lápiz, después escaneaba y daba color digitalmente. Pretendí que el color tuviera un aire de tramas de tebeo antiguo y con colores primarios pasados por una especie de filtro de tebeo antiguo.

DÍA 13 DE ALARMA. VI, 27 DE MAR

En esta ocasión, realizas una llamada al arte. ¿Tal vez es la mejor opción para estos días, digamos, extraños?

No especialmente.

DÍA 64 DE ALARMA. DO, 17 DE MAY

EL MUNDO RURAL HA SIDO TRATADO INJUSTAMENTE EN ESTA CRISIS.

DESDE HACE TIEMPO, LAS NORMAS Y LOS USOS SOCIALES SON DICTADOS…

… POR GENTES DE CIUDAD, CON IDEOLOGÍA DE “VERANEANTES”.

Entre otras curas de humildad que ha traído el covid, tal vez la dada a las ciudades y su ritmo vital ha sido de las más importantes, y de las que tal vez más haya que reflexionar.

Las ciudades son ciudades y es absurdo, por ejemplo,  cultivar una lechuga en un entorno de polución. La ecología está fatalmente planteada, porque sobre todo consiste en gente de ciudad, que puede tener conocimientos teóricos interesantes, explicándole a los del campo cómo han de vivir. Eso es nefasto. Lo suyo sería compartir conocimientos teóricos de ecologistas de ciudad con la experiencia del que vive en el mundo rural. Lo mismo sucede con los animalistas, que adoptan un “buenismo” de tienda de mascotas. Y los animales en su entorno, ni son “buenistas” (no tienen moral) ni el entorno es una tienda de mascotas.

DÍA 68 DE ALARMA. JU, 21 DE MAY

“OK, UN INDIVIDUO NECESITA AMOR, PERO LO QUE NECESITA UN PUEBLO NO ES AMOR, SE LLAMA “JUSTICIA”.

¿Por qué llegas a esta conclusión, qué causa esta reflexión?

Si nos preguntaran, citaríamos esta tira y frase como una de las esenciales de Días de Alarma, ¿cuál es la que tú consideras más decisiva, la qué sigue pellizcándote con más intensidad?

Esa reflexión no es muy original. Es un clásico. El amor funciona mejor a título individual, en la cercanía. Un colectivo, un país, un pueblo necesita unas normas de juego, o sea de convivencia, basadas en la justicia.

A las grandes empresas tecnológicas de ahora se les llena la boca de “cariño”, de “amor”: “formas parte de un equipo”, “estamos orgullosos de que pertenezcas al modelo tecnológico que representamos”. Pero las condiciones de trabajo son de semi-esclavitud. Es el mismo discurso de la caridad de los antiguos patrones-señoritos: “mira qué buena soy que le regalo mis vestidos viejos a la sirvienta”.

La caridad cristiana no es mala, pero la justicia es otra cosa. Y es lo fundamental.

Sigue el Instagram de Víctor Coyote aquí.

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