Tangerine Dream (Sala But) Madrid 8/11/2019

Quiero ser claro desde el principio: asistí al concierto de Tangerine Dream en Madrid centrándome demasiado en el hecho de que aquello eran los restos de lo que en algún momento fue uno de los grupos pioneros de la música electrónica. Era un poco como cuando vas a quedar con tus amigos de la infancia y, cuando llegas a la cita, no queda nadie de los que recuerdas y, en su lugar, tienes al último que se sumó al grupo y a dos colegas suyos. Dicho de otra manera, Tangerine Dream habría dejado de existir tras la muerte de Edgar Froese. Sin obviar que hay mucha parte de verdad en esto, lo cierto es que Thorsten Quaeschning y los suyos ofrecieron un concierto casi impecable, donde reinó el sonido tan característico de la formación por encima de todas las cosas, independientemente de quién estuviera físicamente en ese momento sobre el escenario.

“Monolight” abrió la velada y, de paso, abrió las mentes lo justo y necesario para afrontar lo que venía por delante. Su vigencia como himno ambient sigue intacta y, por ello, es un acierto usarlo como abrelatas. “Sorcerer” metió de lleno a la audiencia en una espiral de nostalgia y dejó claro que mucha, si no toda, la retrowave bebe de aquellas propuestas de bandas sonoras que, como esta, construyeron una estética visual y sonora conjunta válida en los setenta y ochenta. La responsabilidad de la programación en directo a cargo de Ulrich Schnauss fue haciéndose más relevante, si eso era posible, a partir de “Mothers of Rain” o la imprescindible “Tangram”. Pero si hubo una figura que parte del público ya había elegido sobre las demás fue la de Hoshiko Yamane. La interpretación de la violinista japonesa, que alternaba con partes de programación, fue definitiva para perfilar con elegancia los sonidos que emanaban de sintetizadores y teclados, otorgándoles elegancia y fuerza física y orgánica, haciendo subir el directo un pequeño escalón más en la ejecución y en el resultado.

El paseo de Tangerine Dream prosiguió por las atmósferas de “Power Of The Rainbow Serpent” y “Madagasmala” hasta desembocar en la hipnótica “Love On A Real Train”. Fue con los primeros acordes de “Dolphin Dance” cuando casi se podría hablar de una primera ruptura. Entiendo la inclusión de diversos ritmos, si no la monotonía mal entendida en algo tan detallado como el ambient podría pasar factura, pero quizá no fuese el momento más idóneo. Quedaban casi hora y cuarto por delante donde aparecieron los sonidos más espaciales de “Darkness Veiling The Night”, la magistral lección de Yamane en “Identity Proven Matrix” o “Mirage Of Reality” como principal exponente de la nueva etapa “Quantum Years”, todas ellas con una coordinación muy acertada de los tres músicos. “Stratosfear” cerró tras dos horas y cuarto el concierto, pero todavía quedaba un último asalto con el delicioso bis de “Session – Am -109bpm”. Entonces sí, se había llegado a los dieciséis temas que han formado el repertorio de este “16 Steps – Random & Revision Tour” y que conforman una especie de retrospectiva bastante complicada de curar.

Nota a pie de crónica. Y todo esto con el increíble mérito de tener que concentrarse con varios grupúsculos cuyas conversaciones y tono estaban, por momentos, fuera de todo lugar y que recibieron el reproche de la mayoría del público, que tuvo que chistar en más de cinco ocasiones. Una cosa está clara: el contenedor en un concierto de ambient es fundamental, o por lo menos el respeto, ya que a nadie se le hubiera ocurrido hacerse notar o corear algún “oe, oeoeoeee” en un auditorio, a pesar de que el contenido sea exactamente el mismo.

 

2 comentarios en «Tangerine Dream (Sala But) Madrid 8/11/2019»

Deja una respuesta

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien