Tercera jornada del Wintercase en Barcelona

El hecho que fuera domingo y que la cita fuera bastante inusual (las 6.30 de la tarde) no fue problema para que a primera hora, la sala Razzmatazz presentara una entrada mayor que el día anterior. Y es que la ocasión lo merecía: volver a ver a The Delgados tras su rotundísimo éxito en el Primavera Sound era todo un lujo. Pero no sólo los escoceses, también La Buena Vida, Starsailor, Volován y David Kitt valía la pena. Aunque para muchos, la noche acabó justo después de la actuación del grupo donostiarra, ya que hubo una desbandada general. Pero vayamos por partes.

Volován han sido considerados una de las tantas revelaciones de este año gracias a una canción muy pegadiza, “Ella Es Azul”, con un estribillo que todo el mundo conoce gracias a la televisión. En apenas media hora, repasaron los temas más destacados de su primer disco, como “Flor Primaveral” o “No Quieres Venir” e incluso presentaron uno nuevo, “Está En Tus Ojos”, que forma parte de la banda sonora de la película La Hija Del Caníbal, un tema con guitarras mucho más rockeras que las que ya conocíamos.

Demasiado pronto llegó el momentazo de la noche. The Delgados eran uno de los grupos más esperados de este festival. La delicadeza que desprenden sus melodías, la armonía vocal, la sublimidad y la grandeza que consiguen con sus composiciones se puede considerar mágica. Hate es uno de los grandes discos del año, y su directo, uno de los mejores también. Abrieron con la preciosa “The Light Before We Land”, que también abre el disco, dejando muy claro que iba a ser una actuación por todo lo alto. Con sección de cuerda incluída, temas como “Coming In From The Cold Nuhs” o “The Drowning Years” ganaron en intensidad y emotividad.

Su actitud distendida y algo gamberra encima del escenario contrasta con su música: se dedicaron a bromear con uno de los músicos de la sección de cuerda, y no dejaron de reir entre sorbo y sorbo de una botella de vino. Se les veía muy cómodos tocando. Sonaron fabulosamente bien y demostraron, nuevamente, que son uno de los mejores grupos del momento.

Tuvimos que sacrificar la parte de la actuación de David Kitt para bajar a hablar con Emma de The Delgados. Y volvimos a la sala cuando este particular cantautor empezaba a metamorfosearse. Empezaba a abandonar sus lado más melancólico para empezar con la caña electrónica. Distorsiones, samplers, teclados… en definitiva, una descarga de decibelios que fue in crescendo, y que entusiasmó al público. La transformación de Kitt sobre el escenario fue total, acabó la actuación en el suelo, tocando la guitarra con la boca. Un final espectacular que contrastó con lo que venía después, la dulzura de La Buena Vida.

¿Qué se puede decir de ellos que no se haya dicho ya? Que son uno de nuestros mejores grupos. Que sus melodías son preciosas. Que la dulzura de las voces de Irantzu y Mikel es única. Que con su música, es agradable estar triste. Y ayer hicieron lo que mejor saben hacer: deleitarnos a todos con sus preciosos temas, de ayer, de hoy y de mañana. De ayer, la preciosa “Pacífico”, más musicada que la versión original. De hoy, éxitos de sus dos últimos trabajos, Hallelujah y Harmónica. “Desenfocada”, que a diferencia que en el disco, contó con la voz de Irantzu, “Mirando Atrás”, y doblete de lujo para acabar, “Trigo Limpio” y “Qué Nos Va A Pasar”. Y de mañana, porque presentaron bastantes temas nuevos, como “La Calle Del Carmen”, “Un actor mexicano” y “Los Planetas”. ”Nos apetecía presentarlos en el Wintercase”, dijo Míkel. Así ya nos van dando algunas pistas sobre su próximo trabajo. Destacar sobre todo “Los Planetas”, para el cuál utlizaron bases pregrabadas, y crearon una atmósfera mucho más eléctrica que en cualquiera de sus otros temas.

Y tras este segundo momentazo de la noche, sólo comparable a la inmensidad de The Delgados, la sala se quedó a la mitad para recibir a Starsailor. Considerados como el “hype” del año pasado, hay una cosa que no se puede negar: y es que consiguen crear una sensación de universalidad con su música tremenda. La potencia de voz de James Walsh penetra hasta lo más profundo, por lo que tiene de desgarrador.

Presentaron algunos temas nuevos, pero como no podía ser de otra manera, centraron su repertorio en los temas que componen su debut, Love Is Here. La fuerza, en algunas ocasiones transformada en rabia, que desprenden estos chicos es apabullante. Canciones como “Alcoholic”, “Poos Misguised Fool” y la que cerró la actuación, “Good Souls” hicieron estremecer a más de uno. Quizás algunas de sus melodías pequen de repetitivas, pero su contundencia es innegable. Esperaremos a ver cómo les va en el difícil trámite del segundo trabajo. Lo que presentaron ayer estuvo muy bien.

Pero no fue su mejor noche. El ritmo del concierto se rompió en diversos momentos, a causa de errores a la hora de tocar o de escoger guitarra, incluyendo una caída de Walsh que subsanó con gran profesionalidad. La lástima es lo vacía que estaba la sala. Veremos qué pasa esta noche con el señor sin miedo.

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