Buzzcocks (Sala Shoko) Madrid 02/12/2023

Una fría mañana de enero de 1977 unos chavales de Manchester se presentaron en las oficinas de Virgin para tratar de que el sello distribuyera su música. Habían logrado reunir varios cientos de libras, antes de que existirá eso del crowdfunding, para autoeditarse su primer single, en concreto unas quinientas copias. Lo habían hecho bajo el nombre de un sello que ellos mismos habían creado; New Hormones. Esos chavales se hacían llamar Buzzcocks y no lo sabían, pero habían demostrado que un grupo podía autoeditarse, nada nuevo hoy, pero algo impensable en aquellos tiempos.

Lo demás es historia del rock and roll y más en particular del punk, Buzzcocks estuvieron en la mítica y accidentada gira titulada “Anarchy Tour” y fueron cosechando éxitos y convirtiéndose en pieza clave del punk y la new wave, representado siempre el lado más pop del punk. Canciones cortas, melodías arrebatadoras y energía desbordante sobre el escenario.

El cofundador de la formación Pete Shelley, falleció precisamente hace ahora cinco años en estas fechas. Steve Diggle decidió continuar su legado al frente de la banda, asumiendo la voz principal y el papel definitivo de frontman.

Allí estábamos de nuevo en la puerta de la madrileña sala Shoko para volver a ver a esa leyenda, en esta gira propiciada por Eclipse Group. Un grupo de jóvenes, alguno incluso menor de edad, con aspecto de punks se agolpaban en una de las puertas laterales al enterarse de que Steve Diggle salía de la sala, después de la prueba de sonido. Como decía el dibujante barcelonés Max, a través de su alter ego en comic, Peter Pank; “el punk no ha muerto, solo estaba echando la siesta”.

Sin teloneros y puntuales sobre el horario establecido salían al escenario los acompañantes de Steve Diggle, esto es: Chris Remington al bajo y Danny Farrant a la batería, ambos en la banda desde casi su refundación y el nuevo guitarrista Mani Perazzoli, para comenzar una intro hasta que apareciera Steve Diggle con una pandereta, que acabó sobre el público.

Unas cuatrocientas cincuenta personas, según fuentes de la organización, se habían dado cita el sábado noche para escuchar y bailar algunos clásicos, una entrada bastante buena.

¿El clásico “What Do I Get?” con un sonido algo bronco y enmarañado daba la salida para un total de diecinueve temas, en una escasa hora de concierto como mandan los cánones del punk. El primer corte que abre su último trabajo, el más que aceptable Sonics in The Soul (Cherry Red Records 2022) “Senses out of Control” sonaba ya algo mejor y nos hacía ver a los Buzzcocks como ese eslabón nunca perdido y siempre aceptado entre el pub rock británico y el punk.

Primeras filas emocionadas al escuchar otro clásico inmortal como “Fast Cars”, con un Steve Diggle haciendo sus clásicas poses con la guitarra y una banda en principio engrasada, pero que no acababa de arrancar, o eso parecía.

“People Are Strange Machines” es otro de esos temas de la más reciente historia de la banda, que llevan incluyendo en sus setlists desde hace tiempo, de nuevo con ese sabor a pub rock, muy Dr. Feelgood y que suele funcionar en directo, ideal para conectar con “I Don´t Mind”, clásico imperecedero.

“Autonomy” que todos conocimos gracias aquella fantástica recopilación de singles, Singles Going Steady la enlazaron con el medio tiempo deBad Dreams”, una elección algo extraña y que restó tensión al concierto, quizás escogida a sabiendas de que Steve Diggle no llega suficientemente bien a las voces en directo, esto es así.

Así, fueron enlazando temas de nuevo cuño como “Destination Zero”, o “Third Dimension, con otros clásicos de difícil digestión en directo como “Why I Can´t I Touch It”, tal y como demostró el frio recibimiento del respetable hacia esta, hasta llegar a las inevitables e imprescindibles “Orgasm Addict”, y “Promises”. Acababan con “Manchester Rain” para salir en unos bises nada improvisados.

Las recientes “Just Got Let It Go” y “Chasing Rainbows” se mezclaban en los últimos momentos de actuación con las clásicas: “Why She´s a Girl From The Chainstore”, “Ever Fallen in Love” y una versión del «Harmony in My Head» de unos diez minutos… ejem.

Yo me imagino que en un accidente espacio temporal llega el Steve Diggle de aquella mañana de enero del 77, al Shoko en diciembre del 2023, como en Regreso al Futuro; y el Steve Diggle del pasado felicita al del futuro, por ser valiente y tocar tantas canciones nuevas y no vivir de las rentas. Al mismo tiempo – eso sí – le casca una colleja por marcarse una versión del Harmony in My Head” de diez minutos.

Un concierto con sus luces y sombras y no me refiero – por cierto – a la escasa iluminación que el lucero dispensó sobre el escenario, hablo de algunos grandes momentos y otros en los que ni Steve ni la banda parecían despegar del todo. Con todo y con eso, siempre un placer disfrutar de algunas grandes canciones.

Fotos Buzzcocks: Fernando del Río

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