Redd Kross + Bum – Sala But (Madrid)

El caso de Bum es uno de esos de los que solía pasar en nuestro país en los noventa, cuando Madrid y Malasaña eran el magnífico reducto del Rock & Roll en general y el Power Pop, Garage y Punk en particular. Grupo apenas conocido dentro de sus fronteras pero que aquí, alcanzó cuotas de fama inesperadas, gracias, en parte, a la edición de su único L.P (lo otro eran minis) por parte de Munster Records, excelente, por cierto. Un disco de esos que no tienen fecha de caducidad, ni por el sonido, ni por el estilo. Los canadienses ya habían anunciado su regreso, después de 20 años de silencio, y la expectación era, claro, algo palpable desde que Heart of Gold anunció la gira conjunta con los hermanos Mc Donald, aka: Redd Kross.

Abrían fuego, pues, los canadienses, presentándose ante la planta baja de la sala But (ocho y medio) casi llena, con una curiosa mezcla de público más que «talludito», de los que algunos estarían en aquel mítico concierto en la sala Revolver en el 94, fans de Redd Kross y gente, en general, con una edad no apta para hacer «moshing» desde el escenario. Error.
Basaron su corto set, unos 45 minutos, en el I Wanna Smash Sensation, del que había alguna que otra camiseta, castigada por el paso del tiempo, entre el público. Set bien ejecutado, sin florituras, rápido, efectivo y con las voces a punto, con sus pequeños errores, y con un Rob Nesbitt (guitarrista y voces) visiblemente emocionado por ver la sala tan a tope con ellos, después de 21 años de su última visita a Madrid. Faltó «I Wanna Be», uno de sus temas más populares, aunque no apareciera en su mencionado L.P si no en el mini L.P, I´m a Superwoman, pero tuvimos «I Promise is a Promise», en la que algún cuarentón se subió al escenario a tratar de hacer el baile de marras como si no hubieran pasado los años, «The Eternal Ideal», o «At the Well». Como decía un fan en primeras filas; «Gracias por habernos quitado 20 años de encima en un rato».

Llegaba la hora de los que se presuponían las estrellas de la noche, aunque nadie lo hubiera dicho, pues después de Bum hubo gente que se fue y era difícil tener a un público tan entregado como con los canadienses. Pero Redd Kross es de ese tipo de bandas que en su peor noche (y esta no fue de las mejores) pueden levantar una actuación a base de bombas incontestables en forma de pildorazos de Power Pop.
Y así fue, tras un accidentado comienzo y algunos problemas con la guitarra de Jason Shapiro, la nueva formación de Redd Kross (han sustituido a Roy Mc Donald, batería de The Muffs, que les acompañaba hace años) se aseguró el comienzo del concierto con canciones de sobra conocidas por la afición, como: «Huge Wonder», «Visionary», «Switchblade Sister, o la versión de The Shangri-las, «Heaven only Knows».

Por mi parte, eché de menos canciones del último disco, el excelente Researching the Blues, del que sólo tocaron: el que da tirulo al disco, «Stay Away from Downtown» y «Uglier», una pena, este es un disco del que se puede presumir y cuyos temas se pueden sacar a pasear ya no solo sin rubor, si no con orgullo y con la garantía de que no van a fallar, tal y como hicieron en la gira del año pasado.

El resto de canciones inmortales y atemporales como: «Mess Around», «Annies Gone», «Lady in  the Front Row» o la versión de los californianos The Quick que los Mc Donald hicieron suya; «Pretty Please Me», hicieron que el respetable volviera a encumbrar a Redd Kross como los reyes no coronados del Power Pop.

Aunque a decir verdad, los hermanos Mc Donald suenan cada vez más «Heavy Pop», ellos nunca han ocultado ciertas simpatías por el género musical melenudo, pero… cuidado, que se les puede ir de las manos. Lo dicho, un servidor de ustedes ha visto mejores conciertos de Redd Kross, pero supongo que no siempre se puede mantener ese listón, por mucho que te apellides Mc Donald.
 

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