Amaia (La Riviera – Inverfest) Madrid 14/01/23

Bajón, descontrol, fiestas, amor… y puede que alguna obsesión. Podría ser la vida de cualquier persona entre los 20 y los 30; de cualquiera de las que llenaron La Riviera el pasado sábado en el concierto de Amaia programado en la novena edición del Inverfest.

Cuando no sé quién soy, segundo álbum de la artista de Pamplona, no esconde ninguna metáfora en su nombre. Refleja la típica crisis de los 20 con el —pequeñísimo— detalle añadido de la fama y lo que se espera de ella. Pero por suerte, cuando la propia Amaia no sabe quién es, su público se lo recuerda.

Cuando pisó el escenario La Riviera se inundó con una ovación de 2.500 personas que acompañó las primeras notas del piano. “Bienvenidos al show” es literalmente y “escénicamente” la canción perfecta para abrir un concierto. Con el backup del público y ya acompañada de su banda confesaba estar “de subidón” por el concierto e impresionada por la respuesta del foso tras apenas cinco minutos “abriendo su corazón”.

Después de interpretar algunas canciones del último álbum trajo de vuelta a la Amaia de su primer single, “El relámpago”, creando una tormenta bajo la que el público estaba encantado de bailar. Un temporal que precedía al momento más íntimo del show, en el que la artista se sentó frente al piano y versionó tanto temas suyos como de otros cantantes, además de hacer un mashup de su tema “La canción que no quiero cantarte” y “Ave María” —de David Bisbal—, sorpresa seguida y aplaudida por el público.

Pero si algo le gusta a los seguidores de Amaia es el cover de “Fiebre” de Bad Gyal, ya un fijo en el setlist de sus conciertos. Y es que una de sus virtudes es, precisamente, versionar canciones de otros artistas con resultados muy satisfactorios. Otro ejemplo es “Santos que yo te pinte”, tema de Los Planetas versionado por Amaia que no solo se ha quedado en el directo, sino que es parte de su último álbum.

La versatilidad y talento de Amaia nunca han sido un secreto. Del piano a la guitarra o los sintetizadores y del pop a la jota navarra. Es el caso de “Yamaguchi”, uno de los temas más especiales de “Cuando no sé quién soy”. La Riviera se dividió cuando la artista hizo una improvisada encuesta para decidir qué versión quería el público: la española o la japonesa. Ante la evidente indecisión optó por cantar en ambos idiomas, mostrando otra de sus virtudes.

Aunque en su disco afirme no saber muy bien quién es, Amaia parece haber tenido claro su proyecto desde el inicio. Su primer y segundo álbum muestran una clara evolución pero no un giro inesperado, siendo fiel a su idea, al “sonido de Amaia”. Sin embargo, para este segundo trabajo se acompañó de Alizzz en la producción, algo que se ha traducido en un sonido más sintético y cercano en ocasiones al R&B contemporáneo.

Y es que su sonido siempre ha estado influenciado por su círculo musical con referentes como Los Planetas, Él mató a un policía motorizado o el propio Alizzz. También hablan de ella sus colaboraciones con artistas como Rigoberta Bandini o Rojuu. En el concierto del pasado sábado, sin embargo, la acompañó María Escarmiento, que cantó junto a ella —y un enloquecido público— “La canción que no quiero cantarte”, colaboración original con Aitana.

Este, junto a “Quedará en nuestra mente”, fue el final perfecto para un show en el que, paradójicamente, Amaia cantó y contó quién es, siendo espejo para un público que ya ansía volverla a escuchar.

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