Conciertos

Aniversario Wurtlitzer Ballroom – Wurtlitzer Ballroom (Madrid)

Estando en un bar a pocos metros de la sala, fue cuando me entere del grupo sorpresa que se anunciaba en el cartel junto a The Riifbackers y Squ!re, se trataba ni más ni menos, que del regreso a los escenarios de The Happy Loosers. No era cuestión de perdérselos, así que corrí raudo y veloz hacia la puerta del “Wurli”.

The Happy Loosers nos dejaron hace unos años, después de facturar cinco grandes discos, entre los que se encontraba (para mí) una de los discos imprescindibles del pop patrio; The Dream is Saying Goodbye. Se trataba de una selección de temas del grupo, entre los que se encontraban: caras b de sus dos primeros singles, versiones, y alguna que otra canción que nunca se vio editada. A pesar de no poder ver su concierto entero, me dio tiempo a disfrutar con temas como: “The Way I Feel Tonight”, “Love Theme”, o la estupenda; “I´ll Cry for your Tears”, como colofón final nada mejor que terminar con el clásico; “Veo Visiones” de Los Gritos.  ¿Significa esto el regreso definitivo de la banda madrileña? Solo ellos lo saben, seamos optimistas y pensemos que los veremos más veces sobre las tablas.

La sala ya se empezaba a llenar, las primeras filas ya se comenzaban a preparar y los fans del buen Power Pop se empezaban a frotar las manos y a afilar las orejas. No era para menos, The Riffbackers estaban a punto de salir al escenario. El cuarteto madrileño actuaba en casa, delante de su gente y además con unas bandas a las que buen seguro admiran. Dicho y hecho, de las veces que los he visto, esta ha sido la mejor; que sonido, que pegada, que armonías vocales, que ritmo imparable, que… ¡todo! En un mundo perfecto esta banda estaría vendiendo discos a mansalva, y se les rifarían para tocar en cualquier parte, en este mundo, The Riffbackers son cuatro amantes del Power Pop (aunque a ellos no sé si esta etiqueta les acabara de convencer) que disfrutan de lo que hacen. Y quien sabe si así es mejor; conociendo a sus integrantes, estoy seguro de que The Riffbackers nunca cambiarían ni un ápice sus canciones si un contrato o una obligación con una “major” se lo pidieran.

¿Y sobre las canciones? La banda dejo a un lado sus pocos temas acústicos, en beneficio de su vertiente más eléctrica, sabedores de que el público tenía ganas de juerga.  Así pues no pudieron faltar lo que viene siendo clásico ya en su repertorio: “Do it Again”, “Sometimes”, “Under Your Spell”, la que da título a su disco; “The Curtain Shop and Alterations”, o mi favorita “Stupid Rock Star Dream” (no me canso de escucharla, oigan). Para finalizar un recuerdo a Moon Martin con “Bad News” y la versión de esa tremenda canción de Tommy Tutone que todo el mundo debería haber escuchado al menos una vez en su vida; “8675309 Jenny”.

El plato fuerte de la noche estaba a punto de comenzar, caras de emoción, canticos, abrazos, puños en alto y ese tipo de detalles que te hacen pensar que algo importante está a punto de ocurrir. Anthony Meynell y los suyos ya estaban sobre el escenario, visiblemente emocionados o quién sabe si asustados por la cantidad de gente deseosa de corear sus temas. Así, sin previo aviso y después de saludar, el bueno de Anthony se dirige al respetable y suelta: “Vamos a interpretar las seis primeras canciones en el mismo orden que lo hicimos en el Mods Mayday de 1979”. El orden de las canciones no es el mismo que del disco, supongo que se referiría al orden que las tocaron en su día en directo, en cualquier caso son estas: “Baby Baby Love”, “The Face of Youth Today”, “Live Without Her Love”, “I´ve Got You On My Mind”, “Walking Down The King´s Road” y por supuesto…”It´s a Mod Mod World”, con la cual obviamente el “respetable” se acabo de desmelenar, hacía tiempo que oía corear una canción con tanta pasión y desenfreno. A pesar de algunos problemas de sonido, el bajo se oía más que la guitarra al principio de la actuación, Squire lo suplían con su buen hacer y con la ayuda del público, parte primordial de este concierto.

Sea como fuere, los británicos siguieron haciéndonos bailar y sudar durante el resto de la actuación, y es que tienen canciones a prueba de bombas: “Debbie Jones”, “Get Ready to Go”, o esa suerte de tema psicodélico; “No Time Tomorrow”, por solo mencionar algunas, y un gusto exquisito para las versiones, como lo demuestra; “September Gurls” de Alex Chilton.

Su hit de 1980; “Does Stephanie Know?” fue la escogida para cerrar un setlist en el que no sobraba ni un solo minuto de actuación. Para los bises, los temas que sonaron fueron: “Every Trick In the Book of Love”, “Don´t Cry to Me”, otro tema del cual no me aventuraría a decir el titulo, y como no…”It´s a Mod Mod World”, si, otra vez, en claro guiño y homenaje a los asistentes. Para ese entonces mire a mis espaldas y observando algunas caras, comprendí el significado de los conceptos; Éxtasis y Gloria.

No os dejéis engañar, la juventud no viene en el carnet de identidad, viene en “pildorazos”, pero no de esos que anuncian las grandes corporaciones de medicina estética, me refiero a los “pildorazos” de pop sabiamente administrados por el doctor Anthony. A la salida me pareció ver muchas caras de felicidad, si Steve Marriot o Keith Moon levantaran la cabeza, o si pudiera dirigirme a Pete Townshend o a Roger Daltrey, les diría: “Podéis estar tranquilos, vuestros chicos siguen bien”.

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