Entrevista a Lapili, un tremendo mujerón

El último lanzamiento de la artista disciplinar, Piligrossa, se presenta como un disco musical con interludios que cuentan su propia historia, la historia de Piligrossa, nuestra protagonista. Esta mezcla de performance, musical, teatro y storytelling acompañados de reggeaton, afrobeat y dancehall nos plasma el universo que Lapili ha creado para nosotros en su segundo álbum de estudio.

«Le debo todo mi empoderamiento a mujeres como Missy Elliot, Lizzo, Busiswa…»

Piligrossa es un storytelling de liberación, de encontrarse a sí mismo/a con muchísimo feminismo y muchas cosas que reivindicar, ¿De dónde nace esa idea? ¿Por qué toda la mezcla de cosas que tiene?

Se hizo primero toda la parte de las canciones. Son canciones que vengo haciendo desde hace un montón de tiempo, y que cuando llegó el momento de unirlas, me di cuenta de que había una historia en todo eso, busqué de qué forma darle esa entereza y se me ocurrió esta idea del cuento. Desde muy pequeña ha estado muy conectada todo lo que tiene que ver con los cuentos, así que así ocurrió.

¿Tenías pensado lanzar un disco con algún tipo de concepto o simplemente fueron singles que viste que se unían con algún tipo de concepto en común?

Sí. Son 12 cortes, o sea, son 12 canciones y 11 interludios en total, 23 cortes. Entonces sí tenía la idea de las canciones que iban a estar en el álbum y sí, había ya mucho concepto en todo lo que iba a hacer, pero la idea de hacer el cuento llegó después de tener todas las canciones.

 

Es muy curioso porque además cada canción describe una parte de la historia o un personaje de la historia, entonces, ¿Sacas la historia a través de los personajes?

Cada una de las canciones tenían que ver con diferentes entidades que representan diferentes cosas y entonces ahí es donde decido por qué cada personaje aparece en cada momento y qué tiene que decir a lo largo de la historia. Con eso voy dando el orden de dónde tiene que ir cada canción.

La historia sigue el ritmo del viaje del héroe. Una premisa en la que te surge algún tipo de complicación, lo buscas, lo encuentras y te adaptas de alguna manera ¿Que referencias hay en cuanto a cuentos?

Hay muchas referencias de La Historia Interminable, sobre todo. Desde muy pequeña he estado muy inmensa en todo lo que tiene que ver con los cuentos, las películas y las series de fantasía, que tenían que ver con historias de hadas en las que la persona hace un viaje para para buscar algo. Al final, me di cuenta de que todo lo que yo había hecho tenía que ver con eso y es un viaje en el que estaba buscando algo y que he acabado encontrándolo. También tiene mucha influencia el libro Mujeres Que Corren con Lobos, un libro que habla muchísimo de feminismo, pero se basa en deconstruir cuentos clásicos de muchas culturas diferentes y hablar de todos esos personajes y de lo que significan en el imaginario colectivo.

“Todo viene de la música negra”

En cuanto a la producción del disco, hay mucho dancehall, mucho afrobeat, que forman gran parte de lo que llevas haciendo en tu carrera musical. ¿Es la intención del disco un baile tan potente y reivindicativo para que se marque aún más ese ese mensaje?

Es la música que a mí me interesa y la música que yo quiero hacer. Es la música que llevo escuchando desde que soy muy pequeña y es la música que a mí me conmueve, verdaderamente por dentro. Obviamente yo también soy bailarina, entonces, para mí es muy importante que todo lo que haga sea bailable, también porque es la forma en la que yo más sano, a través del baile.

¿Digamos que es la forma que más te puedes expresar, no con otro tipo de canción, ni de beat ni de instrumental?

Al final, si nos ponemos a pararnos todo viene de la música negra. Todos los estilos de música que conocemos vienen de la música negra y sin la música negra no hubiesen existido.

Entonces, realmente es un abanico muy amplio en el que se puede explorar un montón, lo que pasa es que sigue habiendo y ha habido muchísimo racismo y se invisibiliza el origen real de la gran parte de estilos musicales, pero Elvis y el rock and roll, sin la música negra no hubiese hecho nada; la música electrónica viene de ambos, de artistas negros y todo lo que te pones a investigar al final viene de la música negra.

O sea, que además de hablar del feminismo y el papel de la mujer, que está súper claro, es también una llamada con los ritmos y con la producción a eso. No solo al hacer dancehall o afrobeat que ahora está de moda en España, pero también un llamado a las raíces y a por qué viene esto

Claro, sí. Ojalá se ponga más de moda todavía en España porque le falta muchísimo, pero sí claro. Al igual que me declaro feminista, me declaro antiracista, y eso tiene que estar en toda esa parte. La mayor parte de referencias, y con el tipo de cuerpo que yo tengo es gracias a mujeres, la mayoría artistas negras, porque yo nunca he tenido una referente de artista blanca en la que me haya podido ver reflejada. Le debo todo mi empoderamiento a mujeres como Missy Elliot, Lizzo, Busiswa… A muchísimas mujeres que la mayoría son negras y que pertenecen a culturas africanas, nigerianas, americanas, etcétera.

 

Sobre el equipo de producción, ¿con quién has querido contar? ¿Tienes alguna novedad? ¿Trabajas con nombres que ya conocíamos?

En el álbum he trabajado muchísimo con The Busy Twist, es un productor de Londres que también ha viajado por muchísimos lados y ha hecho cosas para gente muy potente. He trabajado también con Guillermo Bans, que es otro productor más de reggaeton. De aquí he trabajado con Simone Salvi y con Lion en Barcelona. Así todo el álbum está hecho entre España, UK y Ghana.

Hay un tema que me llama mucho la atención, ¿el vestuario que llevas en la portada es diseño tuyo?

Sí, el vestuario lo hice yo. La portada, la ha hecho Juan Borgognoni, que es un amigo fotógrafo que es una maravilla trabajar con él y es muy elfito mágico también. Teníamos una idea muy clara, había un concepto detrás, que era como darle la vuelta a lo típico que se hace de buscar en los cuerpos una curva muy Kardashian y meterse en fajas y un montón de prendas opresivas para buscar esa curva tan concreta. Entonces, buscamos hacer lo opuesto y formar algo que tenía que ver más con la lorza, con el michelín, con todo lo opuesto a eso, y hacerlo bello al mismo tiempo, como darle esa parte de belleza que se considera que tiene el meterse en una faja, pues en hacer todo lo contrario.

¿A ti se te planteó o se te plantea la idea de, una vez que escribes el storytelling de Piligrossa, llevarlo a otro tipo de formato que no fuese un disco musical?

No se me planteó, pero se puede aplicar ahora lo que es esta obra a muchos contextos. Es más, es lo que hicimos el pasado domingo en Teatros Canal. Fue el show completo del álbum, una mezcla entre concierto y teatro, ni una cosa ni la otra. Tenía muy claro que tenía que esta representación primera, tenía que ser así.

¿A nivel de conciertos, qué podemos esperar de los shows?

Se irá viendo para para cada espacio. Creo que cada espacio tiene su formato y su cosa, y dependiendo del espacio, pues se prestará hacia un tipo de formato u otro.

 

Y tras este, ¿después de Piligrossa y todo el concepto que nos traes, podemos esperar en un futuro, más conceptos aún, más historias, es algo que te apetece hacer en un futuro?

Estoy haciendo un montón de cosas, la verdad, pero sí, nada me sorprendería.

¿Y alguna de las cosas que podamos saber?

Pues mira, estoy desarrollando ahora mismo un formato más cabaret, en el que se reunirán, pues también muchas partes y crearé como un personaje, porque todo lo que he hecho hasta ahora es ser Lapili. Este personaje será para este formato de cabaret que se llama Grossi Grossaura

¿Y eso se podrá ver de alguna manera en un futuro?

Sí, empezará más como parte visual y audiovisual. Es más, en algunas plataformas digitales y luego la intención es llevarlo a espectáculo a espacios que sean más aptos para el cabaret.

Escucha ‘Piligrossa’ de Lapili

 

Foto Lapili: Juan Borgognoni

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