Sean Paul – Dutty Rock (VP Records / Atlantic)

Sean Paul Henriques, hijo de una de las más famosas pintoras jamaicanas, a sus 30 años, ha logrado entrar en la historia de la música gracias a su último álbum: Dutty Rock. La Recording Industry Association of America certificó en abril que había llegado ya a ser disco de platino, algo que sólo han conseguido otros tres artistas más dedicados al reggae o al dancehall en Estados Unidos. Y una vez conocidos sus compañeros de éxito, reconocerán, como yo, que Sean Paul ha escrito una página muy importante en este tipo de música. Primero fue Bob Marley (el más grande) and The Wailers con Songs of freedom and legend, el siguiente, como no, Ziggy Marley and The Melody Makers con Concious party y, por último, en 1991, y gracias a un anuncio de una conocida marca de vaqueros, fue Shaggy con Boombastic.

Pero este joven músico, crecido en una familia acomodada y deportista de elite en su país al que ha representado internacionalmente en especialidades como natación o waterpolo (aunque a uno se le haga difícil imaginarse una selección jamaicana de waterpolo), además, ha logrado meter dos canciones de su disco dentro de las diez primeras del Billboard americano (“Gimme the light”, en el número 6, y “Get busy”, en el 7). Lo que, siendo extranjero en ese país, no es nada fácil.

¿El secreto del éxito? Un disco de dancehall concebido, en todos sus aspectos, como uno de hip hop. Ritmos bailables y letras sencillas que hablan de chicas y armas, entre otras cosas, rodeado de grandes como algunos de los miembros de los Neptunes, Busta Rimes -que participa en una segunda versión de “Gimme the light” incluida en el cd-, Rahzel –que canta en “Top of the game”- o Tony Touch –produce “Esa loca”- y y lograr ganarse a los grandes grupos étnicos que en Estados Unidos son masivos consumidores de música: afroamericanos e hispanos (a estos últimos dedica una versión de “Punkie” cantada, por decir algo, totalmente en castellano).

Dejando a un lado éxito y marketing, lo cierto es que Dutty Rock es un buen disco, que vuelve a poner de moda un género musical no excesivamente reconocido (también el Tropical storm de Beenie Man ha tenido algo que ver), con claras influencias de leyendas como Shabba Ranks, Aswad o Super Cat y que invita a bailar horizontal o verticalmente.

Deja una respuesta

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien