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The Chameleons + Edges (Sala Mon) Madrid 15/06/25

Un rato antes de que se abrieran las puertas, el habitualmente esquivo Mark Burgess líder de The Chameleons, había estado fuera de la sala, aceptando hacerse fotos con los fans, regalando púas y charlando con todo aquel que se acercase. Hace unos años esa escena hubiera sido complicada de ver, pero deben ser cosas de la edad.

Afuera el calor abrazaba con saña y la banda telonera comenzaba su corto set, aun con la sala a mitad de aforo. Porque luego se llenaría por completo, sí era sold out, y no importa cuantas veces The Chameleons – en sus diferentes resurrecciones – hayan recalado por nuestras tierras, su culto no se disuelve, aunque tampoco se renueva, a juzgar por la media de edad de los asistentes.

Mientras, el dúo Edges completaba su corta actuación con una entrega encomiable y un nutrido grupo de fans en primera fila dándolo todo. Sus armas – aunque evidentes – no dejan de ser certeras; Dark Wave, Synth, Cold Wave, pero también – curiosamente – punk melódico al estilo californiano, sobre todo al final de la actuación.

Nacidos como proyecto musical en Los Ángeles, actualmente viven en Europa, donde Cristina Sardon (teclados) se ha unido a Nick Ruvalcaba en su aventura. La cuestión es que, ninguno de los dos dejó un segundo de su tiempo sin ofrecer una actuación en clave de entrega total. Canciones como: “Skyline”, “Leather and Angst”, o “Tragic Sarcoma” hicieron el resto.

La cita venía orquestada por la promotora Sturm Promotions y lo que ocurrió en el concierto de The Chameleons fue un viaje totalmente emocional a través de su cancionero. Cero sorpresas y nada nuevo que pueda indicar algo de renovación, pero llegados a este punto de su carrera ¿a quién le importa eso?

Desde los primeros acordes de «A Person Isn’t Safe Anywhere These Days», el mensaje quedó claro; no iba a haber paradas, solo energía – a destacar el estado de gracia de Mark Burgess, siempre al frente al bajo y las voces – y canciones, muchas de ellas de las de puño en alto.

Un setlist como regalo para los fans de toda la vida, desde los primeros días hasta las obsesiones eternas de la banda. «Pleasure and Pain» y «The Fan and the Bellows» calentaron motores con ese juego de guitarras entre el delay y la urgencia del post-punk más crudo, con el bajo de Mark siempre haciendo de martillo de precisión.

Pero fue en temas como: “Tears” y la siempre hipnótica «Swamp Thing» donde se acabó de consumar la comunión total entre banda y los suyos. A destacar también “Soul in Isolation”, convertido en un “mashup” inesperado, homenajeando a: The DoorsThe Beatles y The Smiths, que se entrelazaron en la canción sin romper la atmosfera de esta, como si todas esas referencias fueran parte de la vida de The Chameleons.

Tras el único tema nuevo, su superhit “Where are You?”, del reciente E.P de mismo título, vinieron «In Shreds» y «P.S. Goodbye», que lograron arreciar canticos en la recta final de show. Llegaron al encore con la partida más que ganada ante una sala totalmente rendida que terminó (otra vez) cantando «Monkeyland», «Looking Inwardly» y la apoteósica «Second Skin», con presentación de la banda incluida.

Para cerrar el círculo perfecto de la noche, no pudo faltar ese himno que es “Don´t Fall”, colando «Rebel Rebel» de Bowie, en un gesto de respeto a otro de sus grandes referentes.

Burgess y The Chameleons demostraron estar en plena forma, al menos para los directos y nos hicieron ver que son un todo perfecto que late con fuerza. Y sí, puede que nos sepamos las canciones y el repertorio de memoria, pero como ocurre con las apariciones de los mejores relatos de fantasmas, no importan cuantas veces se nos aparezcan, siempre nos estremecen.

Fotos The Chameleons + Edges: Fernando del Río

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