The Red Thread – After The Last (Badman)

A finales de los 80 se publicaron en EE.UU. un par de discos absolutamente colosales que en España pasaron más o menos desapercibidos: en 1989, un grupo llamado Winter Hours sacó su disco homónimo, que a la postre resultó ser su segundo y último trabajo. Pero un año antes se había publicado Only life, una rotunda obra maestra regalada por The Feelies, vecinos de Yo La Tengo y sólidos aspirantes a ocupar uno de los primeros puestos en el ranking de grupos con más mala suerte en la historia de la música. En ambos casos, eran discos intimistas, preñados de una melancolía tan sutil que sólo afloraba al terminar el disco, cuando el oyente se percataba del miedo al silencio y a estar solo en esos momentos. Plagados de pedales y steel guitars, ese rock sureño de medios tiempos pero larguísimos recuerdos cayó en desgracia, a pesar de los escasos intentos por resucitarlo en los 90, y donde quizá el concepto que más se aproximaba era el que Spain propusieron en algunos cortes de She Haunts My Dreams (99) o, con mejor resultado, el siempre infravalorado Chris Isaak.
Pues bien, esto viene a cuento por la publicación de este After The Last, magnífico debut a cargo de The Red Thread y que sigue la senda mencionada. Canciones donde las guitarras dibujan paisajes tan hermosos que la voz (excelente, por otra parte) de Jason Lakis parece tener miedo a molestar. Canciones crepusculares construidas sobre futuras ruinas emocionales, de esas que al terminar te dejan sin palabras (¿quién las necesita cuando todo está dicho?). Canciones sin pretensiones, tan sencillas como emocionantes y a la vez de una solidez que asusta.
Sólo por los dos primeros temas, “Spread Thin” y “Subject To Change” (esta última, candidata instantánea a canción del año) merece la pena que este trabajo haya visto la luz, porque son un par de bellísimas canciones que desearías que durasen horas y no los cuatro minutos y pico que son. Con ligeras variaciones, ese esquema es el que conforma el grueso del disco: “Borrow And Spend”, “5” o “The Fly Out” siguen ese camino, asumiendo el papel de segundonas frente a los dos primeros temas. No obstante, tocando otros palos, el disco va redondeándose poco a poco: “All In” es un tema excepcional que se aleja del concepto general de After The Last, pero que lo refuerza y multiplica sus posibilidades. Es difícil construir un tema tan vigoroso y que a la vez deje ese poso de tristeza que nunca pierde de vista el quinteto.
No obstante, no todo es tan brillante en este álbum. El cover que hacen del “Sailin’ On” de los Bad Brains deja bastante que desear, porque no es tan fácil llevar al terreno de juego de Red Thread un tema tan vigoroso y lejano en concepción, demostrando que son muchísimo mejores compositores que intérpretes: les queda un tema tan confuso y dubitativo que hace aguas por bastantes partes. Y “The Loose Brick”, vista la idea de tema de relleno que le han otorgado, se extiende demasiado, innecesariamente, además. La decepción es “Details”, un tranquilo instrumental que sorprende por su escasa fuerza tras haber escuchado un disco donde las melodías han resultado ser tan arrolladoras y la instrumentación (soberbia) tan sólida.
Pero esta descompensación, por otra parte tan generalizada en los discos de debut, no puede restar méritos a la mayor parte de After The Last, un álbum bellísimo en líneas generales al que se le disculpa de buen grado la inexperiencia, defecto que corrige el tiempo. Y ojalá que a Red Thread les quede mucho.

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