Chelsea Wolfe – She Reaches Out to She Reaches Out to She (Loma Vista Recordings)

Todo artista pasa por un periodo de su trayectoria profesional en el que se cuestiona hacia dónde debe dirigir sus pasos. Es entonces cuando toca reflexionar acerca  de la manera en la que plasmar el talento propio en pos de nuevas direcciones o replegar el recorrido andado y tornar a los orígenes.

En el caso que nos ocupa, el de Chelsea Wolfe, su periplo no puede catalogarse de otra manera que no sea la de admirable. Sensibilidad, exigencia y personalidad han acompañado sus pasos desde el inicio de su carrera, aquel que bebía sus fuentes del folk anglosajón más tradicional. La pátina de oscuridad intransferible de su obra siempre ha sido seña de identidad palpitante para aquellos que nos consideramos fieles a su parroquia.

Ese planteamiento inicial se fue retorciendo mientras adquiría mayor opresión, algo que se palpó notablemente en su referencial Abyss (15) y que adquiere su máxima expresión en la que es para quien les escribe su obra cumbre, Hiss Spun (17).

Es entonces cuando su doomgaze indómito, que no busca precisamente hacer amigos, sino fieles ávidos de su panegírico visceral atormentado, parecía no tener vuelta atrás. Y, sin embargo, la tuvo. Fue entonces cuando la californiana emprendió un camino de retorno con Birth of Violence (19) y su aportación a la banda sonora del extraordinario slasher reinventado que es X, protagonizado por mi otra diosa (con permiso de Chelsea)  a la postre, Mia Goth.

En otra maniobra de escapismo magistral, nuestra protagonista se alió con los jefes supremos del sludge metal más extremo a la par que atmosférico, Converge, para regalarnos el tour de force pleno y deleitoso que es Bloodmoon: I (21). Era, por tanto, toda una incógnita por dónde saldría ahora Chelsea Wolfe, y la respuesta la tenemos con She Reaches Out to She Reaches Out to She (23), su nuevo trabajo.

Diremos que la artista ha intentado conseguir un difícil equilibrio entre la innovación y las señas de identidad de su impronta, y el resultado, siendo muy valorable, podríamos catalogarlo de desigual. Chelsea Wolfe abraza su sonido más sintético: una aproximación a una suerte de trip-hop denso e industrial, en las antípodas del calor que el género destilaba en sus inicios a través de esa introspección negra, pero que, sin embargo, nos trae a la Chelsea Wolfe más impersonal hasta la fecha por momentos, sobre todo por la manera en que su forma de interpretar y las maneras que imbrican la estructura de su reciente disco parecen esclavas del resultado “diferente siendo lo mismo” que intenta plasmar la obra.

No obstante, el recorrido arranca de manera prodigiosa con el encadenado de “Whispers in the echo chamber”, con esa opresión marca de la casa aderezada de esos convulsos y cortantes guitarrazos saturados marca de la casa y continua con brío a través de la rítmica obsesiva y magnética de la bestial “House of self-undoing”.

Es entonces cuando el disco adopta un sentido plano y anodino del que le cuesta desprenderse con las deudas, o la admiración, por Beth Gibbons demasiado en el espejo retrovisor (alarmante en casos como “The liminal”). Afortunadamente, She Reaches Out to She Reaches Out to She (23) logra desembarazarse de ese lastre para terminar como empezó, por todo lo alto, gracias a la desnuda y emocionante “Place in the sun” y el monumental broche con “Dusk”, trascendental espina dorsal de lo que podría haber sido y no es la totalidad de esta colección de canciones y que, eso sí, es la atestiguación del genio misterioso e ingobernable de Chelsea Wolfe.

Escucha Chelsea Wolfe – She Reaches Out to She Reaches Out to She

 

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