Entrevista: Gabriel y Vencerás

Foto: Laura Antolín.

“De El Niño Gusano aprendimos que el horizonte es infinito”

Gabriel y Vencerás se confirman como principales herederos de ese estilo manejado, allá por la década de los noventa, por sus paisanos de El Niño Gusano. Los zaragozanos manejan con descaro un pop aparentemente sencillo, pero en realidad extravagante y original.

En tal consecución influye la interpretación del vocalista Jorge P. Zaerase, que tira de realismo a lo largo de un total de once canciones que bien podrían funcionar como un viaje completo. Es la tercera entrega del grupo, y en ella se acumulan también sintetizadores, secuencias analógicas y un contagioso aroma exótico.

Acerca de todos esos elementos determinantes charlamos con el aragonés, solo un par de semanas antes de que el disco vea la luz oficialmente a través del sello Hermanos Segundos.

Comencemos por el principio… ¿Cómo, cuándo y por qué surgió este proyecto?

Gabriel comenzó en Barcelona en 2010, donde vivíamos entonces y ante la necesidad de hacer música pop y romper un poco con nuestro proyecto anterior, 3mellizas, que era rock e instrumental, tipo Dirty Three y grupos por el estilo. En un principio, Gabriel y Vencerás comenzó como dúo, Pedro y yo, aunque rápidamente se sumó Tito al bajo para el primer concierto; Y con esta formación, como trío, grabamos el primer disco. Juan, también de 3mellizas, se unió progresivamente para los directos y, ya definitivamente, para el segundo disco.

A mí me parece más que evidente, pero… ¿Es El Niño Gusano la principal influencia de Gabriel y Vencerás?

Es un grupo fundamental en nuestra vida, con el que crecimos, y siempre nos emociona escuchar sus discos. No sé si es nuestra principal influencia, pero de ellos (como de otros) hemos aprendido a hacer canciones de una manera libre, que el horizonte es infinito, y que es mejor no pensar en nada más que no sea disfrutar de lo que haces.

¿Asusta un poco que os comparen con un grupo tan mítico u os lo tomáis como un halago y listo?

Es un halago. Lo doloroso sería que nos compararan con… Qué sé yo, no quiero dar nombres para ser políticamente correcto.

Las canciones también desprenden un aroma tropical que me recuerda a Extraperlo… ¿Son los catalanes una influencia?

Eres la primera persona que nos dice que las canciones suenan tropicales. Es algo en lo que no había pensado, pero la observación es de agradecer. Es maravilloso que el oyente descubra nuevos puntos de vista en los que el compositor no había recabado. En este sentido, Extraperlo nos encantan, pero no creía estar cerca de ellos musicalmente. Es cierto que en el disco hay una paleta más variada, no buscada de manera intencionada, pero que simplemente surgió así: cajas de ritmos, samplers, varias canciones a mitad de revoluciones, electrónica…

Yo definiría vuestra música como “pop con aspecto sencillo, fondo pluscuamperfecto y alma irónica, en el que letras costumbristas se entremezclan con un delicioso surrealismo…” ¿Se me ha ido mucho la olla o he acertado bastante?

No soy quién para definir nuestra música, sino cada persona que la escucha. Pero me encanta que la sientas así.

Concretamente este Juegos Mediterráneos (2016) se insinúa a medio camino entre el viaje y el cuento… ¿Era vuestra intención? ¿Cómo enfocasteis este álbum?

En un principio no estaba pensado como un álbum conceptual. Sin embargo, más tarde, repasando las canciones, me di cuenta de que todas narraban historias que habían transcurrido en lugares mediterráneos, protagonizadas por personas de aquí o que exaltaban aspectos vitales que considero de nuestra cultura, como la amistad vivida con pasión, por ejemplo. A Pedro se le ocurrió la idea de bautizarlo de esa manera porque reflejaba esto y también era fiel a nuestro espíritu lúdico de entender la vida. Por supuesto, todo ha pasado antes por ese filtro pluscuamperfecto y delicioso que comentabas de costumbrismo, surrealismo, ironía y tragicomedia.

El disco ha sido producido por Carasueño (o lo que es lo mismo Javi Vicente de Big City) ¿Cómo ha influido su presencia en el aspecto final del disco?

Ha sido fundamental. Hemos conseguido un sonido más armónico, por decirlo de alguna manera. También le dimos la vuelta a varias canciones que llegaron al estudio sin acabar y colaboró en la mayoría del disco con sintes, cajas de ritmo, coros y demás. Es un músico sensacional y un productor exigente, que busca lo máximo que cada uno pueda dar. Personalmente, me ayudó mucho con la voz, me animó a escucharme, a relajarme y a creerme Prince. Por momentos lo conseguí. Estamos muy satisfechos con su labor y, si es posible, nos gustaría volver a grabar con él.

El álbum también cuenta con la colaboración de Laura Antolín (de Doble Pletina) en la canción «Camaleón» ¿Cómo surgió la posibilidad de esta colaboración?

Laura es amiga nuestra, coincidió que esos días estaba por Madrid y la invitamos a grabar unos coros. “Camaleón” fue una de las canciones que estábamos terminando en el estudio y pensamos que quedaría bien que cantara algunas frases. La prueba nos alucinó tanto que le pedimos que hiciera toda la canción. Tiene una voz maravillosa y ha sido un privilegio que quisiera participar en el disco. Además de ser el primer dueto de nuestra historia, ha abierto una puerta que vamos a aprovechar. Quiero que en el siguiente disco haya más voces y componer canciones para que las canten otras personas.

Es ya vuestro tercer disco… ¿Qué hay en él que no está en ningún otro disco de Gabriel y Vencerás?

Suena más cuidado, es más variado y creo que las canciones son mejores. Las letras espero que también. Cada vez me siento más cómodo escribiendo. No sé si es bueno o malo, pero no le doy tantas vueltas a las palabras.

Si te digo que el disco es algo hortera y que sin embargo cuenta con un indudable encanto… ¿Qué me respondes?

(Risas) Bueno, a mí siempre que me hablan de música hortera pienso en Ween, uno de mis grupos favoritos, que se ríen de todo, en sus letras, en sus discos, pero luego tienen canciones como soles. Debo reconocer que la portada del álbum, obra de Javier Aquilué, tiene un punto hortera. Pero, al fin y al cabo, creo que el espíritu de la pintura refleja nuestra personalidad, y si eso significa que somos unos horteras, bienvenido sea. Algunas canciones también puede que sean algo horteras, no sé. “Mollerussa”, por ejemplo, queríamos que tuviera un rollo Boston y de heavy ochentero súper producido, sobre todo en la batería. Pero es todo por el juego y para disfrutar de lo que haces. Por otro lado, creo que ahora mismo vale todo, que artistas que hace quince años podrían parecer horteras, como por ejemplo Sean Nicholas Savage (que me vuelve loco) tienen un estilo que se entiende perfectamente y unas canciones adictivas y personales.

Además tu interpretación como vocalista es bastante atípica, alejada del virtuosismo y dotada (en cambio) con una credibilidad que apoya a las canciones ¿Eres consciente?

No sé hacerlo de otra manera, así que habrá que aprovechar la oportunidad. De todas formas, pienso que a todos los grupos con vocalistas “particulares” les ocurre lo mismo: condicionan las canciones. Por un lado, es maravilloso porque tu música tiene una personalidad que te identifica; pero, por otro, puede haber a quien se le cruce tu voz y no le guste, o no entienda tu discurso ni lo que quieres comunicar. Se pueden generar situaciones de amor incondicional y de odio infinito. Pero también esa es la gracia, hemos venido a jugar.

En definitiva, sois una banda ciertamente original dentro de la actual escena, bastante alineada con grupos que no hace falta que ni mencione… ¿Cómo lo ves?

Es cierto que es mejor ni mentar lo que no te interesa. Qué te voy a contar. Pero no hay que preocuparse por eso sino por aquello que nos motiva, que es seguir haciendo canciones que nos emocionen a nosotros y a nuestros amigos. También de disfrutar de grupos cercanos que sí nos estimulan y que merecen la pena: Doble Pletina, Kiev Cuando Nieva, Las Ruinas, Los Ganglios, Señalada, qué sé yo… solo por citar algunos. Es lo que yo entiendo por música, lo que escucho y en lo que creo. Intento rodearme de belleza y no ver más que verdes prados en flor.

¿Cuáles son las expectativas reales con este disco? ¿Qué esperáis conseguir con él?

La única expectativa es que le guste a nuestros amigos, lo digo de verdad. Después, lo que venga, bienvenido sea. Intentaremos promocionarlo como podamos y dar algunos conciertos chulos. Lo importante es el camino, seguir disfrutando de la música, de hacer canciones y que puedan venir más discos después de este.

Tú ahora vives en Valencia y creo que el resto de la banda en Zaragoza… ¿Cómo superáis la distancia a la hora de crear?

En realidad el resto viven en Barcelona. Lo superamos con un ritmo mediterráneo, hacemos lo que podemos. Nos juntamos para ensayar antes de los conciertos y poco más. Es cierto que es complicado coordinar las agendas, pero, por lo menos, solo hay uno que vive fuera, porque hay grupos en los que cada uno vive en una ciudad o país, y eso no entiendo cómo se gestiona.

¿Qué pasó con tu anterior banda, (que has mencionado antes) 3Mellizas?

Se acabó, sin más.

¿Vais a presentar el disco en directo? ¿Cómo serán esos conciertos?

De momento, tenemos varias fechas cerradas, las próximas son en Huesca (28 de octubre) y Zaragoza (29 de octubre). Esperamos que surja alguna más. Los conciertos serán lo de siempre: experiencias supersónicas emocionantes.

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