Entrevistamos a L-R, que publican ‘V.O.S.’

El proyecto L-R, conformado por Rubén Bada y Leticia Baselgas, presenta un nuevo disco, de titulo V.O.S. (Born! Music). El titulo nos lleva a viajar por la propuesta de una serie de subtitulos musicales y enigmas sonoros, que quizás no nos den muchas respuestas claras, pero que nos envuelven en su ensueño y nos hacen pensar. Post Folk Asturianu emparentado con Rodrigo Cuevas y cargado de emociones. Estuvimos al habla con Rubén y Leticia para que nos desvelaran los secretos que impregnan su musica.

«La música tradicional lleva siglos transmitiéndose de forma oral y en este proceso, se va enriqueciendo, depurando y despojando de todo artificio»

En vuestro trabajo, fusionáis elementos tradicionales con sonidos experimentales. ¿Cómo describiríais el proceso de mezclar estas influencias dispares en vuestra música?

L-R : Nuestro proyecto se gestó en una cocina, tras una conversación y, precisamente hablando de la idea que nos planteas. Nosotros provenimos del mundo de las conocidas como “músicas tradicionales” pero ello no quita la pasión que ambos sentimos por todo tipo de música. En aquella cocina estábamos debatiendo si era posible vincular la música asturiana con otros géneros que, aparentemente, poco o nada tenían que ver con ella. Con una guitarra en la mano, Rubén argumentaba cosas sobre los ritmos vitales y hablaba de “eso” que nos conecta con las voces de los lugares y de la tierra de la que emanan. Tocando un blues del delta, él me interpeló (Rubén) a tocar un ritmo de muñeira sobre aquel riff. Funcionaba. En aquel momento me dí cuenta (Rubén ya era muy consciente) de que la música es un proceso auténticamente vivo y en movimiento y que la música tradicional asturiana podía dialogar con cualquier otra sonoridad. Nos pusimos manos a la obra. Fue un proceso muy natural en el que los dos aportábamos: Rubén cultivando su pasión por la música y yo (Leti) cantando las canciones que llevaba muchos años interpretando desde dentro del mundo del folclore. Todo fluía casi instantáneamente. Lo tuvimos claro, la música es diálogo y como tal, la música tradicional debía dialogar con nuestros gustos sonoros, nuestras experiencias y debía fluir al ritmo de nuestra vida; eso sí, siempre desde nuestra propia voz y desde un punto de vista super honesto.

La colaboración con Rodrigo Cuevas en «L.Luna» parece profundamente arraigada en un amor compartido por el patrimonio musical asturiano. ¿Podéis hablar sobre cómo surgió esta asociación y el proceso creativo detrás de la fusión de vuestros estilos?

Conocemos a Rodrigo desde hace muchos años, Rubén es el guitarrista de su banda y, sí, compartimos la pasión por un patrimonio que sabemos es común. La colaboración surgió de manera super natural y fue el mismo Rodrigo el que escogió la canción que interpretamos. Se trata de un baile “agarráu” que cantaba Concha i Clara; una mujer que desde la montaña suroccidental asturiana se convirtió un todo un referente por su increíble voz y personalidad. De ella bebemos casi todos los amantes de la música asturiana. Cuando comenzamos a elaborar la idea, quisimos mantener la fuerza y la sencillez de Concha, pero aportando nuestro pequeño sello personal. Es decir, pasamos esta canción, que es muy popular en Asturias, por nuestro “filtro post-folk-asturianu”

 

 «L.Luna» se describe como una aventura creativa que une tres interpretaciones en una canción. ¿Cómo manejasteis la integración de estas perspectivas diversas mientras manteníais la esencia arquetípica de la canción?

Conseguimos elaborar una idea y un concepto que parece mantener vivo el espíritu de la pieza: la percusión super presente; una voz potente y sencilla y unos arreglos de guitarra y bajo que potencian aún más la personalidad de la canción. La música tradicional lleva siglos transmitiéndose de forma oral y en este proceso, se va enriqueciendo, depurando y despojando de todo artificio. Si a ello sumamos la personalidad arrolladora de Rodrigo Cuevas el tema ya funciona por sí mismo. Preferimos mantener una producción sencilla en lo musical y ampliar el concepto a través del videoclip y la narrativa que lo rodea. Al tratarse de una canción muy conocida, nos pareció un auténtico reto plasmar nuestras personalidades sin desvirtuar ni perder el respeto hacia algo que ya de por sí es perfecto.

Como comentáis el single rinde homenaje al legado musical de Concha i Clara. ¿Cómo equilibráis el respeto por los sonidos tradicionales con vuestro enfoque innovador del post-folk en vuestra música?  ¿Creéis que Concha estaría orgullosa de vuestra revisión?

Estamos seguros de que sí, que estaría orgullosa. Su familia y, en concreto su nieta, nos transmite desde los inicios del grupo su apoyo incondicional. Entendemos que la música tradicional es algo que siempre estuvo vivo y en transformación; nunca como algo inamovible o que nada más está para guardar en las vitrinas de los museos. Por eso, entendemos que no hay mejor homenaje a todos los y las músicas que nos precedieron que apelar a su libertar creativa y, por lo tanto, a la nuestra. Nuestra herencia son ritmos y melodías que tenemos que entender casi como propias; queriéndolas y revisándolas desde nuestras propias voces y personalidades. Sin más. Seguir interpretando desde nuestra voz este patrimonio es la mayor forma de respeto, admiración y homenaje hacia las personas que transmitieron todo este legado.

Vuestro enfoque en la narrativa a través de la música es evidente. ¿Podéis hablar sobre cómo seleccionáis las historias o temas que queréis explorar en cada proyecto?

Al principio del proyecto jugamos más con la lírica popular. Rubén siempre comprendió la necesidad de adaptar las letras, revertir los significados y así lo hemos hecho desde el principio hasta el punto de crear coplas que pasaron por “tradicionales”. Sin embargo, este proyecto es todo un viaje de autodescubrimiento sobre todo para Leti que sintió la necesidad de contar sus propias historias. Así, en el segundo disco las letras son mucho más personales; hablan de vivencias, pero sobre todo de liberación, autocuidado y descubrimiento. En este momento, nos encontramos en un punto intermedio. Ahora creemos que somos capaces de contar nuestras propias historias, pero de una forma muy libre y sin condicionantes de ningún tipo. Podemos basar nuestra narrativa en los temas de las coplas tradicionales; podemos inventar historias que partan desde lo personal o podemos dejarnos influenciar por un verso de Bowie o los Smiths.

La importancia del idioma y la cultura asturiana es evidentemente importante en vuestra música. ¿Cómo creéis que vuestra obra contribuye a la preservación y promoción de esta identidad cultural?

Totalmente, aunque se trata de algo circunstancial y a lo que no le damos demasiada importancia. No nos consideramos embajadores de nada, simplemente dos personas que elaboran su pasión, la música, desde la lengua y la cultura que los vio nacer. Vivimos en asturiano por lo tanto para nosotros es algo natural crear desde ahí. No es algo impostado, es simplemente nuestra vida. También es cierto que tratándose de una lengua y una cultura casi en extinción, el hecho de usarlo como modo de expresión en el mundo global se puede entender como un acto de resistencia y de amor; una forma de aportar diferentes colores a un mundo que, irremediablemente, nos conduce hacia la uniformidad y hacia una realidad monocromática.

 

Con el videoclip de «L.Luna» realizado por Baselgas, ¿podéis contarnos sobre la «doble idea oculta» detrás de los subtítulos y cómo complementa el tema de la canción?

El concepto que queríamos trasmitir con el nuevo disco va en paralelo a nuestra idea sobre la música tradicional: Versión, original, subtitulada. Creemos que la música tradicional nunca es original porque siempre se transmite como versión y que siempre es subtitulada por aquellas voces que siguen interpretándola. En L.luna exponemos claramente este concepto y también nuestra poética. Queríamos recalcar que la música debe ser interpretable, vivible y experimentable. De ahí los subtítulos que cuentan una historia que poco o nada tiene que ver con la letra de la canción. Mientras una habla de amor y desamor, la otra habla de liberación y conciencia. Es un juego. Queremos que la gente lo interprete como quiera.

Hablando de videoclips: La visualidad juega un papel importante en vuestra propuesta artística, desde el punto de vista que le dais más importancia (creo yo) a los videoclips que otros artistas de folk. ¿Cómo concebís la relación entre la música y la imagen en vuestro proyecto?

Siempre ha sido así y siempre hemos elaborado nosotros mismos nuestra producción visual. Nos gusta entender este proyecto desde la filosofía punk del Do it yourself (faélo tú mesma) pero también lo entendemos como un working progress (faciendo y aprendiendo) en el que están presentes nuestras dos formas de expresión, la música y las artes visuales. En el caso de Leti, esto último siempre ha estado muy activo y se puede observar, por ejemplo, también en todas las gráficas de los discos. Al final queremos expresar nuestras ideas o emociones y creemos que nadie mejor que nosotros mismos para hablar de ello. Nos gusta llamarlo “acto de amor” porque nuestro proceso creativo se mezcla irremediablemente con lo que somos y esto puede ser desde explorar los límites de la guitarra, mezclar imágenes, escribir letras o ponernos a grabar un videoclip a las 2 de la mañana. Intentamos ser lo libres posibles en este sentido.

Con el lanzamiento de «V.O.S.», ¿cómo refleja este álbum la evolución de vuestra música desde vuestros trabajos anteriores? ¿Qué temas o nuevos sonidos creéis que puedan enganchar a nueva audiencia?

Probablemente este sea el disco más maduro y también el que hemos hecho con más libertad. En este punto en el que nos encontramos, el proyecto ya está tan dentro de nosotros que ya no sentimos ningún reparo en ser nosotros mismos. Seguramente N.O.S, nuestro anterior disco que fue elaborado en un contexto de pandemia, sea un trabajo super pensado y meditado. Con V.O.S. quisimos volver a las sensaciones de cuando todo L-R empezó, pero con toda la experiencia que tenemos ahora. En este aspecto es un disco más libre, mucho más visceral y, por lo tanto, mucho más sincero y personal. No sabríamos decir qué es lo que puede ser más atractivo para el público ya que eso lo tendrían que descubrir ellos y ellas mismas. Hacemos música que sale de la tierra y que se alimenta del amor y de la honestidad con la que la tratamos. A pesar de todo eso, somos unos vendedores terribles así que lo que aconsejamos a la nueva audiencia es que se dé una vuelta por las plataformas y escuchen nuestra música. Invitamos a quien nos quiera conocer a abrir la mente y el corazón hacía algo que, a pesar de estas descripciones, no deja de ser nada más que hedonismo y diversión.

 

Destacáis la importancia de la libertad creativa e interpretativa en la música tradicional. ¿Cómo influye esta filosofía en vuestro enfoque para la composición y la escritura de canciones?

Influye al 100 % no podemos entender la música que hacemos sin apelar a la libertad creativa e interpretativa de las personas que nos transmitieron estas melodías. L-R hacemos música para el baile y esta música siempre se basó en el diálogo que se crea entre los músicos y los bailarines; intérpretes todos. Una cosa no se puede entender sin la otra. Normalmente cuando tocas para el baile en realidad, más que un concierto, lo que se forma es una especie de “jam session” entre los que hacemos ruido y los que bailan al son de ese ruido. Además de esta flexibilidad en la forma musical, las melodías también son muy moldeables, pudiendo hacer variaciones, adornos, etc.; hecho que la convierte en una música muy viva. Todo ello se traduce en que cada concierto sea irrepetible. Esto es algo que tenemos muy en cuenta a la hora de componer o arreglar los temas. Siempre intentamos pensar en formas que podamos moldear a nuestro antojo cuando necesitemos. Seguramente lo más atractivo de esta música sea esa flexibilidad y esa forma comunitaria de hacerla en comunidad.

Vuestra presentación oficial de «V.O.S.» fue el pasado 10 de febrero en la mítica Sala Acapulco, Gijón, escenario de muchos conciertos importantes en la historia de la ciudad. Contadnos un poco como fue y qué sensaciones os llevasteis de ese directo.  ¿Tenéis ya fechas para conquistar el resto del país?

Teníamos muchas ganas de hacer una presentación que fuera especial y al final montamos un fiestón del todavía estamos recuperándonos. La verdad es que fue todo un éxito. Invitamos a Manu Molina que se unió a nosotros con la batería y esto nos dio un subidón increíble. A él se sumaron un montón de amigos que también están en el disco: El coro Al Altu la lleva, Eva Tejedor y Les pandereteres y Juanjo Díaz. Creemos que el público disfrutó porque desde el escenario los veíamos bailar, reírse, empaparse de todo lo que estaba pasando. Nos sentimos super a gusto y creemos que eso se notó en el desarrollo del directo en el que, como no podía ser de otra manera, lo dimos todo. Estamos a puntito de anunciar un montón de fechas que empezarán a dar forma a la pequeña gira V.O.S. De momento tenemos a la vista un par de fechas en Asturias, un par de fechas en otras partes de España y también alguna cita internacional. No demos estar más contentos.

Escucha V.O.S. de L-R

 

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