Entrevistamos a LOOKMOM
LOOKMOM debutan con el auto-editado Well Spent Youth (2021), sin duda uno de los estrenos naciones más efectivos y vistosos de lo que va de año. La dupla formada por Rob Pérez y Aleix Andorrà triunfa con una amalgama sonora que, tejida desde el Pirineo Catalán, resuena universal e incluye ecos de disco-punk, sonido madchester, pop y funk-rock. Contactamos con ambos músicos para saber más acerca de este proyecto de visos tan atractivos.
«Llamamos a puertas hasta donde alcanzaron las fuerzas, y por un tema vital decidimos la autoedición»
Sois un grupo novel, así que procede empezar situando al lector ¿Cómo, cuándo, dónde y por qué dio comienzo este proyecto llamado LOOKMOM?
Somos dos amigos de toda la vida (Aleix y Rob) criados en La Seu d’Urgell y sus alrededores (Pirineo Catalán) con una gran pasión por la música que coincidimos en casi todos los pocos eventos culturales de la zona. Tuvimos nuestras primeras bandas y sobre 2014/2015 y empezamos a colaborar con pequeños bolos en plan dúo. Y aunque como bolos fueron desastrosos, todavía no hemos conseguido separarnos. Hay un profundo respeto y admiración del uno respecto al otro y LOOKMOM es básicamente la banda sonora de nuestra relación. Bonito, ¿verdad?
Well Spent Youth (Autoeditado, 2021) es un trabajo de gran efectividad y que destila paladas de descaro. ¿Qué tipo de disco queríais hacer? ¿Cuál era la premisa principal a la hora de componer y grabar las canciones que conforman este álbum?
¡Qué bonitas palabras! Pues como todo lo hecho con descaro no tiene excesiva premeditación: es un compendio de canciones que fuimos haciendo casi por accidente, comentando entre nosotros alguna anécdota o historia y dándole forma musical por diversión, por así decirlo. De una lista de unas cuarenta o cincuenta canciones (es difícil discernir a veces lo que es un tema terminado, por lo menos para nosotros), nos decidimos por estas doce, aunque se quedó algo de buen material fuera, que ya está bien.
El disco es un compendio de sonido madchester, garage, disco-punk, glam, pop y funk-rock ¿Cómo se consigue que esa mezcla funcione y hasta resulte coherente?
Es que nos flipa la música desde siempre, y entre los dos abarcamos un espectro de géneros bastante amplio, incluso muy amplio. En los terrenos comunes de nuestros gustos es donde se empieza a empapar nuestra propia música. Por ejemplo, a ambos nos flipa el blues, el ragtime, el early jazz y toda la movida de las big bands de los años 20 y 30; no sé si se traduce directamente en lo que hacemos, pero tarde o temprano caerá como fruta madura. Luego, yendo en el coche, vamos pinchando por turnos y cae un disco de Ty Segall, después uno de Shabazz Palaces, luego Daft Punk, Vince Staples, y volvemos a Sister Rosetta Tharpe. Precisamente este caos de influencias ha sido nuestro defecto y virtud al mismo tiempo, ya que ha terminado por definirnos después de años de no saber muy bien hacia dónde íbamos. También ha sido clave caer en buenas manos.
Otro de los principales valedores del disco es la universalidad de su sonido. ¿De dónde viene esta cualidad? El disco ha sido producido y mezclado por Hans Krüger. ¿Cómo y cuánto ha influido Krüger en el aspecto final del álbum?
Cuando terminamos el disco recuerdo que con Hans dijimos que nos sentíamos con unos años menos de vida, pero con un logro entre las manos. Esto resume bien su nivel de sobre implicación, aparte de que subir el listón implica pagar un precio. Su forma de trabajar es muy artesanal, comprende muy bien la historia del sonido hasta llegar al presente y todo lo que conlleva la era digital. Me atrevería a decir que tiene un sonido propio de estudio, con mucho culto a la saturación, que nos ha dado esta universalidad que mencionas.
¿Cuál es el significado que se esconde detrás del título del disco, ‘Well Spent Youth’? ¿Apunta hacia ese hedonismo que también desprenden las canciones del álbum?
Hay bastante de eso, por supuesto. La reflexión es un poco vaga y nebulosa, pero gira alrededor del fin de la inocencia/infancia que vinculamos biológica y metafóricamente con nuestro pueblo y la pereza que nos da (por su inevitabilidad) el paso a la vida adulta con sus responsabilidades, facturas, multas y tal. Además, queremos pensar que todavía nos queda cierta juventud por quemar, y el título del disco es una forma de decir, irónicamente, que ya podemos despedirnos de lo divertido y estamos dispuestos a ser serios, por fin.
Este es un disco auto-publicado ¿Esto se corresponde con una cuestión de autoconfianza o cuál es el motivo? Lo digo porque me cuesta creer que no hubiera sellos interesados en lazar el disco…
A algunos sellos les moló, pero creo que es un momento difícil para la industria y todo el mundo es muy selectivo con lo que elige apoyar, cosa que entendemos perfectamente. Llamamos a puertas hasta donde alcanzaron las fuerzas y por un tema vital decidimos tomarnos la autoedición como una oportunidad para hacer las cosas a nuestra manera. La verdad es que estamos contentos con la aceptación que está teniendo el disco, y sentimos un desbloqueo creativo que esperamos que nos traiga cosas buenas y nos lleve a trabajar con gente guay en el futuro.
Es que el producto es de lo más apetecible, después de esa ristra de singles de adelanto que conformaron «The real meaning of friendship», «I think i just got ripped off» y «Actors and actresses live things too intensely». Aunque, en realidad, casi cualquier tema del disco podría funcionar como sencillo ¿Qué criterio seguisteis para elegir esas tres canciones como adelantos previos al lanzamiento del disco completo?
El único caso que veíamos más claro era el de ‘Actors…’, ya que tiene un feeling club y un motivo de teclado pegadizo. Sin embargo, hemos intentado dejarnos llevar más por criterios estéticos que comerciales. Es decir, fue determinante que surgieran buenas ideas y la oportunidad de acompañar los singles con videoclips. Creo que ha sido muy positivo para nosotros, porque hemos conseguido reflejar de forma natural un universo propio que nos representa a tope. Mucha gente ajena al mundo de la música nos ha comentado que ‘el todo’ ha quedado muy bien, cosa que nos parece un gran cumplido.
¿Qué ventajas e inconvenientes diríais que tiene trabajar como dúo?
La mayor de las ventajas es la tranquilidad de que el proyecto no es volátil, que de puertas hacia dentro todo funciona guay: siempre nos ponemos de acuerdo y si hay algún desajuste se habla y se intenta solucionar rápido. Por otra parte, hay un desgaste muy importante para hacer que las cosas avancen, y es una putada cuando los dos cojeamos del mismo pie y cuesta complementarse. Aparte de que, por desgracia, de momento tenemos más gastos que ingresos, y hay que dividir entre dos.
En cualquier caso, en el disco hay varias colaboraciones, incluyendo algunas voces femeninas ¿Qué colaboraciones aparecen en Well Spent Youth?
En una época donde a veces se difumina la línea entre lo que es un feat ‘real’ o ‘por interés’, nosotros tenemos la suerte de estar rodeados de amigos y amigas que tienen una conexión muy sincera con la música y un perfil artístico distinto al nuestro, cosa que nos inspira. En el disco han participado Ernest Pipó al bajo, Edu Pons al saxo, Josep ‘Pepón’ Vilarrubla al acordeón, Hans tocando algunos sintes y el Fender Rhodes (y produciendo en general) y ahora en el directo también está Erika Weigand. Los coros femeninos son nuestros, pero me gusta que lo comentes ya que todo lo que cuestione la masculinidad me parece interesante.
El caos de influencias ha sido, al mismo tiempo, nuestro defecto y virtud
Me lo he pasado bien localizando referentes en vuestra música, y se me han ocurrido (entre otros) Primal Scream, LCD Soundsystem, Pop Levi, LeTigre, Art Brut, Happy Mondays, Delorean o WAS –aka We Are Standard– ¿Cuáles han sido vuestras principales influencias en este disco?
Me gustan mucho tus menciones, ya que me recuerdan a cuando se pinchaban temas rollo ‘Deceptacon’ en la pista de baile. Esa fue mi época de adolescente y me marcó. Por otro lado, la influencia británica fue un poco donde empezó todo… de hecho, aún escucho Pulp casi todas las semanas. Con Delorean vi de cerca lo que era conseguir un sonido propio, así que siempre han sido un referente (Guille Astrain nos ha hecho el video de ‘I think i just got ripped off’, por cierto). Y con Hans hablamos bastante de LCD, creo que el sonido DFA Records le ha influenciado. Al no venir de una escuela o escena en concreto, ser los dos muy distintos y dar rienda suelta al libre albedrío sonoro, nuestras influencias dan para algunas páginas, pero para hacer algunas menciones en orden cronológico: el destartale típico de los Kinks o la Velvet, ELO, Suicide, My Bloody Valentine, y ya de los 2000s hasta aquí: The Kills, Deerhoof, SQÜRL, Death Grips, Amyl And The Sniffers, y también grupos nacionales como Triángulo de Amor Bizarro, El Columpio Asesino y Za!
Incluso creo que podríais ser considerados como los sucesores de WAS, ahora que los vizcaínos se han separado…
¡Pues es todo un cumplido! Recuerdo ese giro Madchester que hicieron con ‘Bring Me Back Home’ y luego ‘Can I Count On You?’… aunque creo que tenemos una esencia más lo-fi que ellos y de momento no tan entregada al baile. Eso sí, en común tenemos la conexión con el folk más local, que es algo que queremos explorar. Y con Juan Escribano, somos amigos, seguimos de cerca su proyecto con Laura Sam y hemos hablado para colaborar, si la inspiración lo permite.
Lo cierto es que Well Spent Youth me parece uno de los debuts del año dentro de la escena nacional ¿Qué expectativas reales tenéis con este disco?
¡Pues muchas gracias! Aunque, como dices, hay que ser realistas. Por un lado, el plan es hacer bastantes conciertos y mover el disco por la península, en la medida en que se pueda. Contamos con el apoyo de tres grandes amigos que son increíbles músicos y nos morimos de ganas de ver la reacción de la gente con lo que estamos preparando. Y en un plano más sentimental, nos gusta pensar que podemos servir de cierto “ejemplo” para otros chavales más jóvenes, ya que no teníamos ni idea de por dónde empezar, pero con muchas horas y más ganas se puede sacar adelante un proyecto artístico con del que te sientas orgulloso.
De hecho, creo que si, en lugar de venir de un pueblo de Lleida, fueseis de Brooklyn o Manchester (por ejemplo), tendríais el éxito asegurado ¿Creéis que el entorno influye de manera relevante cuando se trata de crear? ¿Cómo condiciona la procedencia a la hora de “vender” la música?
A la hora de “venderla” pues se debe de notar bastante que no dejamos de estar inmersos en una industria musical (me refiero a la española) con una muy pobre infraestructura, si vamos más allá de grandes festivales y eventos multitudinarios. Digamos que hay poca práctica en dar valor a propuestas artísticas que no sean estrictamente “normativas”, así que ni idea de cómo hubiera ido todo si hubiéramos nacido en Inglaterra o Alemania. El entorno influye y lo vemos como algo positivo que da identidad artística. A veces hay una influencia tan bestia del lugar que se traslada directamente al sonido: con Sigur Ros ves paisajes, con blues de Mali hueles el desierto. En nuestro caso ha sido al revés. Ser de donde somos nos ha hecho mirar hacia fuera para luego darnos cuenta que allí también hay cosas que reivindicar, y que curiosamente pueden alimentar al relato con el que te muestras al mundo, ya que hay una tendencia a exotizar lo desconocido. En la nota de prensa acuñamos en coña el género Pyrenees Rock, y es de lo que más ha llamado la atención a los medios. Estoy de acuerdo en que falta infraestructura para que bandas emergentes aspiremos a la profesionalización; quizás en otros países como UK o EUA lo tendríamos más fácil.
Se me ocurre que vuestra propuesta es idónea para cerrar festivales ¿No os da un poco de rabia sacar un “pepinazo” de disco como este cuando la pandemia aún sigue presente y los festivales no disfrutan del ambiente festivo de antes o directamente no se celebran?
Pues un poco, aunque creo que la rabia es compartida con todo el sector. Socialmente estamos muy confundidos: antes de la quinta ola había parecía que todo iba a empezar a funcionar de nuevo… y supongo que la gente saca discos teniendo en mente esta dichosa ‘nueva normalidad’, y también para intentar generar algo, por poco que sea. Hay que mirar hacia delante: quizás cuando la situación lo permita habrá un boom festivo y creativo que irán de la mano y que nos beneficiará como colectivo. Por nuestra parte, si con este disco no podemos cerrar un festi pues lo intentaremos con el siguiente.
Supongo que, en cualquier caso y pese a las circunstancias, ya habéis dado algunos conciertos ¿Cómo son los conciertos de LOOKMOM? ¿Hay visos de realizar una gira peninsular?
Sí, ya hemos dado unos cuantos y nos reconforta saber de buena tinta que quien nos ha visto una vez suele querer repetir. Creo que en nuestros bolos hay esa sensación en el ambiente de que en cualquier momento la cosa se puede “ir de madre”, y eso engancha. Hay plan de girita, cómo no lo va a haber, pero estamos todavía cuadrando fechas porque estamos ensayando con una formación nueva y porque se ve que hay una pandemia por ahí que no facilita las cosas. ¡Eso sí! Nuestres amigues del Pumarejo nos abren las puertas del templo para la presentación oficial del disco, día 11 de septiembre, junto con Boogie Bush ¡otro grupo que os va a flipar!