Libro: Ilustres raperos. El rap explicado a los blancos (Malpaso)

Nueva edición o reedición de este ya clásico escrito de uno de los grandes autores contemporáneos estadounidenses sobre la génesis del rap (y del hip hop) desde su vertiente quizá menos musical. David Foster Wallace escribió en 1989 este prototipo de ensayo junto a su antiguo compañero de estudios Mark Costello con la clara intención de sacar de lo subterráneo un género demasiado ghettizado y constantemente señalado por entonces.

Esta necesidad surgió tras una conversación (o, más bien, férrea defensa) del género en alguna de sus salidas musicales por el Boston de los 80 y acabó siendo uno de los textos más interesantes sobre el rap y el hip hop que ha permanecido intacto durante los años, por mucho que fuera 1989 y por mucho que la política y la semiótica contemporánea se abalanzarían sobre su título.

Era imprescindible, pues, explicar su génesis y el porqué, pero, sobre todo, defenderlo de esa ira furibunda que pareció sufrir en sus primeros años fuera de las comunidades afroamericanas. Fíjense que lo primero que se plantea el propio Foster Wallace es si pueden unos blancos explicar el rap. Habría que ver si la pregunta es irónica, porque, que sepamos, los orígenes del rock ‘n’ roll no son muy blancos y nadie se hace la pregunta de si cualquier persona que profese la historiografía puede recapitular sus orígenes sea este chino, afroamericano o de Vanuatu. Pero, claro está, la pregunta tiene un enorme significado.

Dicho esto, la dedicación del escritor y profesor universitario rebosa una grandísima intención a lo largo de su obra. A cuatro manos, alternando capítulos o pasajes con Mark Wallace (M), se va desgranando una cuasi tesis sobre la sociología del rap, de sus orígenes y su inevitable (e inherente) vinculación a una realidad social muy marcada. Ampliando el rango de esa sociedad al trasfondo de las letras y las temáticas, incluso a lo que son los conflictos políticos entre las propias comunidades, el lector que tenga la oportunidad de sumergirse en esta erudición (el rap serio, dice) recorrerá desde los principios del pathos a la propiedad intelectual, a las referencias a los iconos y el papel de la creciente, por entonces, industria discográfica. Precisamente ese giro de entrada de las grandes multinacionales (y blancas) en un espacio cuasi restringido (y negro) es uno de los planteamientos que se hacen los autores: ¿hasta qué punto lo ilustre, serio y auténtico deja paso a una pantomima y caricatura de algo genuinamente social y cultural?

Importante también en todo el entramado que nos plantean Foster Wallace y Costello es la ilustración sonora que acompañan estas páginas, con citas textuales, versos libres y una descripción musical tan certera que pareciera que Schoolly D o la leyenda Greg “Shock G” Jacobs entrasen a tu salón y te escupieran a tu oído todo lo que, en el fondo, quieres oír. Al final, la experiencia inmersiva, por un lado, y esa perspectiva de lo académico y lo divulgativo, por otro, crean un espacio inmejorable para disfrutar, aprender y descubrir cómo fue el origen de un género que, si bien todavía mantiene esa dialéctica de cochazos, modelos, joyas y pelucos de oro, comenzó reparando en las necesidades de expresión de una comunidad y su entorno antes de que todos echásemos de menos la pureza de ese old skool tan seminal.

Puedes comprar el libro Ilustres raperos. El rap explicado a los blancos en la web de Malpaso.

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