Mucho Muchacho – Salamandra (L»»Hospitalet)

No valorar a Mucho Muchacho como un pequeño milagro dentro de la música de este país, es como negarle el pan al hambriento. Su hip hop es, sin duda, de lo más grande que nuestra modernidad bien entendida ha parido y negarlo, es como no tener oídos para la música.

Su caso es paradigmático de cómo construirse unos cimientos sólidos desde abajo y abrazar luego las cimas del género, hasta llegar a participar, codo con codo, al lado mitos como la Rock Steady Crew, De la Soul o Public Enemy. Consciente de todos estos pasos, el Mucho Mú del 2003, que ha vivido más aventuras internacionales que cualquier músico “trascendental” español, logra por fin aprobar una asignatura, la del directo, que algunos todavía se negaban a concederle.

La sala Salamandra de l’Hospitalet (periferia de Barcelona), con su sonido potente y su escenario a pie de pista, se antojaba el perfecto lugar para perpetrar una memorable noche de hip hop. Lo que se vio, fueron dos horas de beats neoyorkinos, rimas fluidas y MC’s en estado de gracia, como pocas veces. La actitud cómplice del público, variado y normal (por fin), hizo vibrar de emoción a un agradecido Mucho Muchacho que, tras el concierto, fue solicitado en dos ocasiones para hacer temibles acapellas. Dijo, como no, que todos los vinilos habían sido estropeados por el impresionante Dj Jekey.

Hay quien dice que no tiene mensaje. Pero sus rimas, que siempre han creado imágenes potentísimas, son cada vez más ricas y sutiles en contenido. Cabe incluso la política, en su versión más nihilista. Aunque lo que abunda es el amor. Amor, camuflado de sexo, hacia mujeres que le enamoraron, y que siente haber perdido; mucho amor por el hip hop, que le ha dado una oportunidad en la vida; amor por su difunto padre y hacia los hijos que sus amigos ya van teniendo; amor hacia la calle, que ha sido agradecida con él, ya que no lo ha condenado a la alienación. Amor tal como lo siente alguien normal y del pueblo, en suma. Simple y a cara de perro. Pero estirando la lengua castellana como un chicle, innovando y rebuscando sin descanso nuevas rimas y asociaciones de palabras.

Y todo ello, como decíamos, aderezado por unas bases que causan admiración en medio mundo. Unas bases, las de Chulería (Cream, 02), elaboradas con una pasión, una potencia y una técnica envidiable; auténticas piruetas sónicas que juegan al experimento y que realmente crean ambientes que hacen pensar en paisajes urbanos y en las tribulaciones de Mú en ellos. Estas bases (Griffi de Solo los Solo, Dj Vadim, el portoriqueño Tony Touch), y las de Dive Dibosso antaño, son imperecederas. Y si, además, Dj Jekey, un auténtico Eric B y posiblemente el mejor Dj español (subcampeón del mundo 2002), maniobra la función, el espectáculo gana en solidez y argumentos. Los MC’s que acompañaron a Mucho Muchacho fueron Zemo, del que poco más se puede decir sino que es un MC-productor infravalorado que merece mayor reconocimiento, y MassTone, quien próximamente publicará un álbum que tiene los visos de ser brutal. Rap del Prat conectado con el mundo y completamente único.

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